Studio Laurana Pesaro - Franco Bastianelli - Plato de pared - Cobre - Cuadro en cobre esmaltado





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Cuadro bas-relieve en cobre esmaltado, realizado por Franco Bastianelli en el Studio Laurana de Pesaro, Marche, Italia, circa 1970–1980; dimensiones 28,5 x 40,5 cm, espesor 2 cm, peso 1,120 kg; en muy buenas condiciones con ligeras señales de desgaste y de envejecimiento.
Descripción del vendedor
Cuadro de bajo relieve en cobre repujado, cincelado y esmaltado, que representa un baptisterio o un mausoleo, fue realizado por Franco Bastianelli en su Studio Laurana de Pesaro alrededor de los años 70. En excelentes condiciones vintage, mide 28,5 cm x 40,5 cm, con un grosor de 2 cm. Una verdadera obra maestra artística que, en vivo, realza aún más los hermosos esmaltes utilizados. Las fotos son parte integral de la descripción, y se garantiza un embalaje adecuado.
Notas biográficas
Franco Bastianelli nació en Pesaro, en las Marcas, y se graduó en el Instituto de Arte 'Mengaroni' de Pesaro. Muy joven, impulsado por una fuerza creativa irresistible, construyó un pequeño horno para cocer a altas temperaturas pedacitos de vidrio triturado, mezclados con óxidos minerales para obtener el color: había creado esos esmaltes, que serían la pasión de toda una vida. Hambriento de arte y conocimiento, viajó por Europa para estudiar los esmaltes más famosos de la historia: visitó en Londres el Victoria and Albert Museum, el Louvre en París; en Suecia estudió técnicas de esmalte, llegó a Copenhague y Viena, y pasó largos días en Turín fascinado por los sarcófagos y los pectorales del Museo Egizio.
A principios de los años sesenta, continúa su experiencia artística en las tiendas de cerámica de Pesaro, donde, más tarde, conoce a Nanni Valentini, quien se convertirá en su amigo y maestro: unidos por la pasión por las artes del fuego, juntos, diseñarán experimentar con las técnicas y los secretos del grabado en cobre.
En 1958, abrió el estudio Laurana, que pronto se convertiría en un círculo de gran movimiento cultural, artístico y técnico, frecuentado por jóvenes que compartirían con él el amor por el arte: el nombre Laurana, con el que serían conocidos sus trabajos, nace en homenaje al célebre arquitecto que operó entre Pesaro y Urbino en 1400 y a las antiguas tiendas renacentistas. Sus primeras obras en cobre repujado y cincelado tendrán temas inspirados en la naturaleza, la historia, lo sagrado y la mitología.
El entusiasmo y la curiosidad lo impulsan a explorar, a estudiar durante mucho tiempo las antiguas técnicas de los esmaltes egipcios y las joyas preciosas, que han contado la historia de pueblos y reinas. Luego, utilizará los conocimientos adquiridos para crear con un espíritu renovado sus innumerables obras, fruto de una búsqueda constante e intensa.
En Italia, en el extranjero, nacen exposiciones permanentes y sus creaciones, con carácter distintivo, serán adquiridas en todo el mundo.
Su camino expositivo comienza en Ancona en 1959, donde presenta, en Palazzo Benincasa, obras en esmalte sobre cobre. Con el Prof. Doppioni de Faenza, inicia una exigente investigación sobre formulaciones químico-físicas de esmaltes en polvo, para cobre y oro. En 1962, nace en su laboratorio la primera gama de colores para esmaltes sobre metal.
En Rimini en 1963, en una exposición personal en la Galería Europa, y al año siguiente en la ciudad de Friedrichshafen en Alemania, exhibió relieves y vasijas de cobre esmaltado a gran fuego, ricos en reflejos sugestivos de luz y color. Aún otra exposición de obras en Florencia, donde seguirían otras muestras con el tiempo, y luego el inicio en 1964 de investigaciones para la aplicación de los esmaltes sobre metal en monococción, hasta alcanzar nuevos logros en esta técnica. El oro, la plata y el platino son los metales con los que, en 1972, experimenta decoraciones de superficies en esmalte.
En 1973, con oro y plata al fuego, realiza y exhibe grandes obras en cobre esmaltado al fuego, logrando un gran favor a nivel mundial.
Un Spoleto en 1975, presenta, con ocasión del “Festival dei due mondi”, grabados al ácido en placa de cobre, con esmalte en polvo, en monocottura.
Cuadro de bajo relieve en cobre repujado, cincelado y esmaltado, que representa un baptisterio o un mausoleo, fue realizado por Franco Bastianelli en su Studio Laurana de Pesaro alrededor de los años 70. En excelentes condiciones vintage, mide 28,5 cm x 40,5 cm, con un grosor de 2 cm. Una verdadera obra maestra artística que, en vivo, realza aún más los hermosos esmaltes utilizados. Las fotos son parte integral de la descripción, y se garantiza un embalaje adecuado.
Notas biográficas
Franco Bastianelli nació en Pesaro, en las Marcas, y se graduó en el Instituto de Arte 'Mengaroni' de Pesaro. Muy joven, impulsado por una fuerza creativa irresistible, construyó un pequeño horno para cocer a altas temperaturas pedacitos de vidrio triturado, mezclados con óxidos minerales para obtener el color: había creado esos esmaltes, que serían la pasión de toda una vida. Hambriento de arte y conocimiento, viajó por Europa para estudiar los esmaltes más famosos de la historia: visitó en Londres el Victoria and Albert Museum, el Louvre en París; en Suecia estudió técnicas de esmalte, llegó a Copenhague y Viena, y pasó largos días en Turín fascinado por los sarcófagos y los pectorales del Museo Egizio.
A principios de los años sesenta, continúa su experiencia artística en las tiendas de cerámica de Pesaro, donde, más tarde, conoce a Nanni Valentini, quien se convertirá en su amigo y maestro: unidos por la pasión por las artes del fuego, juntos, diseñarán experimentar con las técnicas y los secretos del grabado en cobre.
En 1958, abrió el estudio Laurana, que pronto se convertiría en un círculo de gran movimiento cultural, artístico y técnico, frecuentado por jóvenes que compartirían con él el amor por el arte: el nombre Laurana, con el que serían conocidos sus trabajos, nace en homenaje al célebre arquitecto que operó entre Pesaro y Urbino en 1400 y a las antiguas tiendas renacentistas. Sus primeras obras en cobre repujado y cincelado tendrán temas inspirados en la naturaleza, la historia, lo sagrado y la mitología.
El entusiasmo y la curiosidad lo impulsan a explorar, a estudiar durante mucho tiempo las antiguas técnicas de los esmaltes egipcios y las joyas preciosas, que han contado la historia de pueblos y reinas. Luego, utilizará los conocimientos adquiridos para crear con un espíritu renovado sus innumerables obras, fruto de una búsqueda constante e intensa.
En Italia, en el extranjero, nacen exposiciones permanentes y sus creaciones, con carácter distintivo, serán adquiridas en todo el mundo.
Su camino expositivo comienza en Ancona en 1959, donde presenta, en Palazzo Benincasa, obras en esmalte sobre cobre. Con el Prof. Doppioni de Faenza, inicia una exigente investigación sobre formulaciones químico-físicas de esmaltes en polvo, para cobre y oro. En 1962, nace en su laboratorio la primera gama de colores para esmaltes sobre metal.
En Rimini en 1963, en una exposición personal en la Galería Europa, y al año siguiente en la ciudad de Friedrichshafen en Alemania, exhibió relieves y vasijas de cobre esmaltado a gran fuego, ricos en reflejos sugestivos de luz y color. Aún otra exposición de obras en Florencia, donde seguirían otras muestras con el tiempo, y luego el inicio en 1964 de investigaciones para la aplicación de los esmaltes sobre metal en monococción, hasta alcanzar nuevos logros en esta técnica. El oro, la plata y el platino son los metales con los que, en 1972, experimenta decoraciones de superficies en esmalte.
En 1973, con oro y plata al fuego, realiza y exhibe grandes obras en cobre esmaltado al fuego, logrando un gran favor a nivel mundial.
Un Spoleto en 1975, presenta, con ocasión del “Festival dei due mondi”, grabados al ácido en placa de cobre, con esmalte en polvo, en monocottura.

