Canvas Fit - Alberto Ricardo - El Vuelo Eterno de un Número 23: Michael Jordan






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Firmado a mano, en excelente estado, impresión giclée sobre lienzo 60 x 80 cm, edición limitada 3/5 de Canvas Fit - Alberto Ricardo de España (2023), titulada El Vuelo Eterno de un Número 23: Michael Jordan, vendida directamente por el artista.
Descripción del vendedor
Artwork created on professional canvas using the giclée printing technique on canvas. Digital art using contemporary media and AI.
Obra de arte del artista Canvas Fit-Alberto Ricardo realizada en la técnica Impresión Giclée, sobre lienzo profesional de alta calidad, 100% algodón, máxima resistente a manipulación y agentes exteriores de la marca Eco Canvas Roma Glossy, satinado.
Garantizamos un producto duradero y de calidad visual.
Dimensión de 60 x 80 cm de pintura con 5 cm de profundidad.
Edición limitada 3/5.
En el dorso de la pieza podrá encontrar los datos sobre la obra.
El envío se realizará a través de la Cia. United Parcel Service (UPS), para España y Europa, y a través de la Cia. Fedex para el resto del mundo.
La obra irá enrollada y estará protegida mediante varias capas de embalaje, nailón burbuja y colocada en un tubo resistente.
Una vez pagada la obra, se requieren tres días para el proceso de embalaje y entrega a la compañía de envió.
La pieza le llegará al termino de diez días, según el país de destino
Hay figuras que no solo pisan el suelo: lo transforman. Este retrato de Michael Jordan, capturado en un instante de absoluta concentración, se convierte en una metáfora de lo que significa elevarse más allá de lo humano. La imagen no retrata un salto ni una clavada, sino algo más íntimo y poderoso: la calma previa al estallido, el ritual silencioso antes de la explosión de genialidad.
El artista ha elegido un instante aparentemente simple —Jordan sujetando el balón, mirando hacia adelante— para hablar de lo inmenso. En su postura se percibe la tensión de quien lleva sobre sus hombros no solo un equipo, sino el peso de una era. El número 23 en su pecho no es un simple dorsal: es un emblema que cambió para siempre el significado del deporte, de la ambición y del talento.
El fondo urbano, plagado de edificios abstractos y multitudes difusas, se funde con su cuerpo, como si el propio Jordan fuera una extensión del paisaje contemporáneo. Su figura, aunque atlética, se yergue como un monumento. Es parte del cemento, del acero, del murmullo colectivo. No juega en la ciudad: la ciudad lo habita. Esta fusión entre hombre y entorno convierte al ídolo en símbolo, en arquitectura viva.
La multitud al fondo refuerza la dualidad entre el individuo y el mito. Miles de rostros, pintados con pinceladas rápidas y gestuales, parecen mirar sin realmente ver. Porque Jordan, incluso rodeado de millones, siempre jugó solo en una dimensión diferente. Su concentración, capturada aquí con una intensidad casi religiosa, habla de un atleta que trascendió el deporte para convertirse en figura cultural, casi mítica.
El uso de una técnica pictórica que mezcla realismo y abstracción aporta un aire onírico. Las texturas desdibujadas del entorno contrastan con la claridad precisa de su piel, su camiseta, sus manos. Es como si todo a su alrededor se desvaneciera en el momento de máxima claridad. Ese es el poder de la concentración de un genio: apagar el ruido del mundo y quedarse a solas con el instante decisivo.
Pero también hay humanidad. La mirada de Jordan no es arrogante, sino introspectiva. No busca al rival: busca dentro de sí la precisión, la memoria muscular, el alma competitiva. Este momento, capturado antes de una jugada, nos habla de la construcción invisible de la grandeza: la disciplina, el silencio, la mente que se agudiza como un bisturí antes del corte.
Michael Jordan no es solo un jugador. Es un lenguaje, una forma de entender la excelencia. Y en esta obra no vemos su salto, sino su ancla: el instante que lo conecta con la tierra antes de romper la gravedad. Porque en cada segundo como este, antes del vuelo, ya está escrito el legado.
Artwork created on professional canvas using the giclée printing technique on canvas. Digital art using contemporary media and AI.
Obra de arte del artista Canvas Fit-Alberto Ricardo realizada en la técnica Impresión Giclée, sobre lienzo profesional de alta calidad, 100% algodón, máxima resistente a manipulación y agentes exteriores de la marca Eco Canvas Roma Glossy, satinado.
Garantizamos un producto duradero y de calidad visual.
Dimensión de 60 x 80 cm de pintura con 5 cm de profundidad.
Edición limitada 3/5.
En el dorso de la pieza podrá encontrar los datos sobre la obra.
El envío se realizará a través de la Cia. United Parcel Service (UPS), para España y Europa, y a través de la Cia. Fedex para el resto del mundo.
La obra irá enrollada y estará protegida mediante varias capas de embalaje, nailón burbuja y colocada en un tubo resistente.
Una vez pagada la obra, se requieren tres días para el proceso de embalaje y entrega a la compañía de envió.
La pieza le llegará al termino de diez días, según el país de destino
Hay figuras que no solo pisan el suelo: lo transforman. Este retrato de Michael Jordan, capturado en un instante de absoluta concentración, se convierte en una metáfora de lo que significa elevarse más allá de lo humano. La imagen no retrata un salto ni una clavada, sino algo más íntimo y poderoso: la calma previa al estallido, el ritual silencioso antes de la explosión de genialidad.
El artista ha elegido un instante aparentemente simple —Jordan sujetando el balón, mirando hacia adelante— para hablar de lo inmenso. En su postura se percibe la tensión de quien lleva sobre sus hombros no solo un equipo, sino el peso de una era. El número 23 en su pecho no es un simple dorsal: es un emblema que cambió para siempre el significado del deporte, de la ambición y del talento.
El fondo urbano, plagado de edificios abstractos y multitudes difusas, se funde con su cuerpo, como si el propio Jordan fuera una extensión del paisaje contemporáneo. Su figura, aunque atlética, se yergue como un monumento. Es parte del cemento, del acero, del murmullo colectivo. No juega en la ciudad: la ciudad lo habita. Esta fusión entre hombre y entorno convierte al ídolo en símbolo, en arquitectura viva.
La multitud al fondo refuerza la dualidad entre el individuo y el mito. Miles de rostros, pintados con pinceladas rápidas y gestuales, parecen mirar sin realmente ver. Porque Jordan, incluso rodeado de millones, siempre jugó solo en una dimensión diferente. Su concentración, capturada aquí con una intensidad casi religiosa, habla de un atleta que trascendió el deporte para convertirse en figura cultural, casi mítica.
El uso de una técnica pictórica que mezcla realismo y abstracción aporta un aire onírico. Las texturas desdibujadas del entorno contrastan con la claridad precisa de su piel, su camiseta, sus manos. Es como si todo a su alrededor se desvaneciera en el momento de máxima claridad. Ese es el poder de la concentración de un genio: apagar el ruido del mundo y quedarse a solas con el instante decisivo.
Pero también hay humanidad. La mirada de Jordan no es arrogante, sino introspectiva. No busca al rival: busca dentro de sí la precisión, la memoria muscular, el alma competitiva. Este momento, capturado antes de una jugada, nos habla de la construcción invisible de la grandeza: la disciplina, el silencio, la mente que se agudiza como un bisturí antes del corte.
Michael Jordan no es solo un jugador. Es un lenguaje, una forma de entender la excelencia. Y en esta obra no vemos su salto, sino su ancla: el instante que lo conecta con la tierra antes de romper la gravedad. Porque en cada segundo como este, antes del vuelo, ya está escrito el legado.
