Salvatore Fiume (1915-1997) - A Cavallo bassorilievo in Argento 800 raro orologio da tasca anni 70

Una pieza que combina arte y funcionalidad, diseñada por uno de los grandes maestros italianos del siglo XX: Salvatore Fiume.
En la década de 1970, la prestigiosa SpiraleArte publicó la serie Multipli d'Autore, diseñada para llevar a los hogares obras auténticas de destacados artistas contemporáneos. Entre ellas, destaca el refinado bajorrelieve en plata 800 titulado A Cavallo.

Reloj de bolsillo con bajorrelieve en plata 800 de Salvatore Fiume – “A Cavallo” – Edición SpiraleArte para ICIM

Hay un momento, al coger este reloj, en el que te das cuenta de que no es solo un reloj de bolsillo, sino un pequeño universo poético, un objeto capaz de unir arte, tiempo y memoria. En su anverso, como un medallón antiguo, se encuentra «A Cavallo», el bajorrelieve en plata 800 creado por Salvatore Fiume, uno de los artistas italianos más imaginativos del siglo XX.
La escena es clara, esencial, profundamente simbólica: dos figuras desnudas, serenas y solemnes, sentadas sobre un caballo arcaico, avanzando entre nubes de luz que parecen empujarlas hacia un otro lugar mítico.
En tan solo unos centímetros, Fiume logra condensar un lenguaje propio de la gran tradición figurativa italiana, pero que transforma en un teatro interior. Sus figuras dialogan con la plasticidad espiritual de Manzù, con los volúmenes arcaicos de Arturo Martini, con la suspensión enrarecida típica de Sironi, e incluso con el enigma silencioso de los paisajes metafísicos tan queridos por De Chirico.
Es una corriente invisible, un hilo común que une a algunos de los más grandes escultores italianos del siglo XX y que aquí encuentra una forma íntima y portátil.
Esta pieza es fruto de una prestigiosa colaboración: fue creada por SpiraleArte, editorial especializada en múltiples de arte de alta calidad, para una edición limitada conmemorativa del ICIM (Instituto de Certificación Mecánica Industrial). En el reverso, la firma grabada de Fiume convive con las iniciales del ICIM en una composición sencilla y elegante.
Además de su importancia artística, este objeto conserva intacta su naturaleza original:
El reloj todavía está en funcionamiento, una cualidad poco común en piezas de la misma época y con un componente artístico tan dominante.
El embalaje original ya no está presente, pero la obra se conserva en excelentes condiciones: la plata ha desarrollado una pátina natural uniforme y fascinante que realza la profundidad del relieve. Todos los elementos están intactos, auténticos y acordes con la época.
"A Cavallo" no es solo un friso, sino una narrativa esculpida, símbolo de viaje, armonía y mito. Es una escultura de bolsillo, un objeto que existe entre el arte y el tiempo, entre el gesto artístico y la función cotidiana.
Una pieza ideal para coleccionistas exigentes, amantes del arte italiano del siglo XX, aficionados a la escultura moderna y aquellos objetos capaces de unir forma, significado e historia en un único y precioso gesto.

Título de la obra: “A caballo”
Artista: Salvatore Fiume
Editorial: Spiralearte
Cliente: ICIM – Producción conmemorativa limitada
Material: Bajorrelieve de plata 800
Firma: Grabada
Funcionalidad: Funciona, pero a veces se para y arranca al tocarlo. Una limpieza le vendría bien.
Estado: Excelente, con pátina original (falta embalaje)
Período: Anni 70


Por favor, lea atentamente todo el anuncio.
Las fotografías adjuntas son parte integral de la descripción y deben examinarse cuidadosamente ya que cuentan historias y detalles que las palabras no pueden explicar completamente.
Se informa que, aunque funcionan, los relojes son objetos de época y podrían necesitar una revisión. Gracias por su atención.


El vendedor se cuenta
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Salvatore Fiume fue un pintor y escultor italiano. Nació en Comiso, en la provincia de Ragusa, en 1915. A los dieciséis años ganó una beca en el Instituto Real de Ilustración del Libro de Urbino, donde aprendió las técnicas de impresión: litografía, serigrafía, aguafuerte y xilografía. Después de completar sus estudios, se trasladó a Milán, donde conoció y frecuentó a artistas como Dino Buzzati, Salvatore Quasimodo y Raffaele Carrieri.
Después de una breve experiencia en Olivetti como director artístico de la revista empresarial, se mudó a Canzo, en la provincia de Como, para dedicarse por completo a la pintura. Aquí compró y renovó un enorme hilado del siglo XIX para convertirlo en estudio, hoy sede de la Fundación Salvatore Fiume.
Su primera exposición individual se realizó en la Galería Borromini de Milán en 1949. La exposición tuvo un gran éxito de crítica, tanto que Alfred H. Barr Jr., director del MoMA, Museum of Modern Art de Nueva York, adquirió La ciudad de estatuas de 1947, que aún hoy se conserva allí. En el mismo año, también participó en la exposición Arte Italiano del siglo XX en el MoMA. Al año siguiente, fue invitado a la Bienal de Venecia, donde exhibió el tríptico Isla de estatuas, hoy formando parte de la colección de Arte Moderno y Contemporáneo de los Museos Vaticanos.
Comienza un período de encargos importantes, entre ellos el del arquitecto Gio Ponti en 1951 para una pintura enorme que se exhibiría en la sala de primera clase del trasatlántico Andrea Doria, el de las revistas Life y Time para una serie de obras que representan una historia imaginaria de Manhattan y la bahía de Nueva York, y el de Bruno Buitoni Sr para un ciclo de diez grandes pinturas sobre el tema de las Aventuras, desventuras y glorias de la antigua región umbra, de donde se denota el interés de Salvatore Fiume por la pintura renacentista.
Entre 1962 y 1997, comienza para Salvatore Fiume un período de viajes y exposiciones por todo el mundo, que enriquecen notablemente su personalidad artística.
En 1962 se organiza una exposición itinerante con más de cien pinturas del artista, que serán alojadas en varios museos alemanes, incluyendo los de las ciudades de Colonia y Ratisbona.
En 1973, acompañado por el amigo fotógrafo Walter Mori, Salvatore Fiume fue a Etiopía, al valle de Babile, donde pintó sus Islas en un grupo de rocas usando colores marinos.
En 1974 se llevó a cabo la gran exposición antológica en el Palacio Real de Milán, durante la cual Salvatore Fiume realizó una reproducción en poliestireno a tamaño natural de una porción de las rocas pintadas en Etiopía, ocupando casi por completo la enorme Sala de las Cariátides. En esa misma ocasión presentó por primera vez la Gioconda africana, que ahora se conserva en los Museos Vaticanos.
En 1993, el pintor visitó los lugares de Paul Gauguin en Polinesia y, en homenaje al gran maestro francés, donó una pintura al Museo Gauguin de Papeari en Tahití. Salvatore Fiume murió en Milán en 1997.