Matias Machado - Peuples en pigments

Información del lienzo :
/!\ PINTURA ORIGINAL 1/1 ENVIADA ENROLLADA EN UN TUBO /!\ muy texturizada

Técnica: óleo, pastel, acrílico

Dimensiones: aproximadamente 80x100cm.

Soporte: lona de algodón de 380 g/m² imprimada.

Firma: firmada a mano en el frente (ver fotos), se incluye certificado de autenticidad.

La pintura se envía enrollada en un tubo, lo que te permite elegir cómo exhibirla (montada en un bastidor, mostrada bajo vidrio, etc.).

¿Quién es Matías Machado?

Originario de Burdeos, Matias Machado descubrió el arte a través del graffiti, una práctica cruda e instintiva que moldeó su profunda conexión con el gesto, el ritmo y el color. De esas primeras exploraciones en las paredes urbanas, conservó el gusto por la espontaneidad, la imperfección y la libertad, cualidades que ahora definen la esencia de su pintura.

Después de ingresar en los Beaux-Arts de Burdeos (EBABX) en 2013, el trabajo de Machado evolucionó de una expresión basada en la calle a un lenguaje visual más complejo y elaborado. Su práctica en el estudio combina el expresionismo abstracto, el cubismo contemporáneo y un fuerte sentido de composición intuitiva. Sin embargo, debajo de esta sofisticación yace algo profundamente humano: un retorno deliberado a la impulsividad ingenua, espontánea y casi infantil del dibujo.

En las pinturas de Machado, el color y la línea se mueven por instinto en lugar de precisión. Sus figuras están fragmentadas, distorsionadas o reensambladas — haciendo eco de la libertad de las primeras marcas de un niño en el papel. Lo que puede parecer un 'dibujo infantil' es, en realidad, una búsqueda consciente de autenticidad: un intento de desaprender el control, de reducir la pintura a su núcleo emocional.

A través de este proceso, Machado transforma el caos visual en estructura. Su uso de óleo, acrílico, aerosol y pasteles al óleo permite que múltiples capas coexistan — gestos violentos junto a trazos tiernos, pesados empastes junto a lavados transparentes. Cada obra se convierte en un patio de recreo de emoción y contradicción, donde la vulnerabilidad se encuentra con la vitalidad.

El estilo 'infantil' que caracteriza sus obras recientes no es una regresión, sino una reclamación de la inocencia — un acto de resistencia contra la sobreintelectualización. Al abrazar la imperfección y la espontaneidad, Machado reconecta la pintura con su dimensión más esencial: la alegría de crear libremente.

Ahora, radicado en Irlanda y exhibiendo regularmente en París, Matias Machado continúa desarrollando una obra que vibra entre la abstracción y la figuración, el caos y el orden, el instinto y la reflexión. Sus pinturas invitan a los espectadores a redescubrir la belleza de lo imperfecto, un mundo visual donde la energía, la emoción y la honestidad prevalecen sobre las reglas.