Escrito por Laura | Actualizado el 17 de mayo de 2023
La trágica historia del Titanic no se puede olvidar. El 15 de abril de 1912 sucedió lo impensable, y el barco insumergible se hundió. Pero aún hay un cierto misterio que rodea al barco hundido. Sigue habiendo una curiosidad inquietante (la misma que hace que la gente coleccione objetos del Titanic) que mantiene a la gente preguntándose sobre el diseño interior de esta lujosa embarcación que ahora se encuentra a unos 3800 metros bajo el agua. Haz un breve recorrido por esta maravillanáutica y explora los estilos dediseño del barco que no podía hundirse nunca.
Zarpando con diseño
Otros transatlánticos de la época estaban típicamente diseñados basándose en mansiones, pero el Titanic se apartó de esta tradición e hizo uso de varios estilos de diseño diferentes, desde el estilo Imperio hasta el renacentista, pasando por el estilo Luis XV. El objetivo de su gran diseño era abrumar e impresionar a los pasajeros y darles la sensación de estar en un hotel flotante.
La Gran Escalera del Titanic, que se hizo famosa por la increíble réplica creada para la película “Titanic” de 1997, era verdaderamente una obra de arte.
La Gran Escalera
La Gran Escalera, que quizá se hizo famosa por la increíble réplica creada para la película “Titanic” de 1997, era realmente una obra de arte. La obra maestra de roble inglés fue diseñada en el estilo neoclásico Guillermo y María, mientras que las balaustradas de hierro forjado presentaban un estilo Luis XIV. A través de la Gran Escalera, los pasajeros podían acceder a casi todas las instalaciones disponibles para la primera clase.
Lujos de la primera clase
El Titanic ofrecía muchos lujos a sus pasajeros de primera clase, incluyendo baños turcos, piscina, cancha de squash, peluquería e incluso un cuarto oscuro para revelar fotos durante el viaje. Una característica única del Titanic era el gimnasio en el que hombres, mujeres y niños podían hacer ejercicio durante sus horarios específicos de gimnasio (hombres y mujeres no podían hacer ejercicio juntos). El equipamiento de gimnasio de última generación incluía bicicletas estáticas, pesas, una máquina de remo e incluso caballos y camellos eléctricos.
El equipamiento de gimnasio de última generación incluía bicicletas estáticas, pesas, una máquina de remo e incluso caballos y camellos eléctricos.
Diseñado para los gustos de la primera clase
Entre las comodidades disponibles para los pasajeros de primera clase había una sala de fumadores para hombres, una sala de lectura y escritura dominada principalmente por mujeres, un salón inspirado en el palacio de Versalles y varios restaurantes y cafés. Los camarotes de primera clase se decoraron con una variedad de estilos de diseño, desde georgiano hasta jacobino, pasando por el renacentista italiano. Muchos camarotes tenían baño privado, pero también había baños compartidos en primera clase.
Los camarotes de primera clase se decoraron con una variedad de estilos de diseño, desde georgiano hasta jacobino, pasando por el renacentista italiano.
Alojamiento de segunda clase
Había siete cubiertas en el Titanic destinadas a acomodar a los pasajeros de segunda clase. Las zonas públicas disponibles para la clase media incluían una biblioteca, sala de fumadores, comedor y cubiertas para pasear. En la biblioteca había otro estilo: el estilo Adam. Los camarotes de segunda clase se parecían a los de primera clase, pero contenían literas y a menudo eran compartidos por 2 pasajeros. Los baños comunes eran compartidos por pasajeros de segunda clase.
Las zonas comunes disponibles para la clase media incluían una biblioteca, sala de fumadores, comedor y cubiertas para pasear.
Camarotes de tercera clase
Las salas comunes para pasajeros de tercera clase no estaban profusamente decoradas como las de primera y segunda clase. Eran modestas, pero cómodas, pues parece ser que la White Star Line entendía que la mayoría de sus pasajeros de tercera clase iban a Estados Unidos para empezar una nueva vida y, por lo tanto, querían una transición lo más cómoda posible. Las habitaciones consistían en gran medida en literas, y muchos pasajeros tenían que compartir baños. Para los 710 pasajeros de tercera clase que iban a bordo había solamente 2 bañeras disponibles: una para hombres y otra para mujeres.
Las salas comunes para los pasajeros de tercera clase eran modestas, pero cómodas.
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