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Una feria o una subasta de antigüedades pueden resultar
abrumadoras para los ojos inexpertos, así que hemos charlado con uno de los
expertos en antigüedades
Con la colaboración de Dési van Rhee – Experta en antigüedades y curiosidades
Cómo empezar
Cuando se trata de valorar algo, un gran sitio por el que empezar es buscar la marca del fabricante o la firma
del artista (¡puntos extra si tiene las dos!). Necesitas saber de dónde viene
el artículo o quién lo fabricó, para encontrar el valor, así que estas señales
ayudarán en la investigación posterior. Una marca de un fabricante o un artista
conocidos podría hacer que el artículo fuera valioso de inmediato, pero hay
otros factores que se deben tener en cuenta antes de llegar a un precio final.

La cuestión es cómo envejecen
Los artículos de madera, como mesas o armarios, a menudo presentan señales
de los años, pero no es algo necesariamente malo, ya que pueden decir mucho
sobre la procedencia y sobre cómo de bien se cuidó un objeto. Las marcas alrededor de las patas de una mesa pueden
deberse a años pasándole un paño húmedo o al uso de la fregona, así que indicarían
que la mesa es una antigüedad. Un armario de madera suave y con un brillo de aspecto natural nos habla de cientos de años siendo
pulido a mano por una diligente sirvienta en una casa de gente adinerada.
Al mismo tiempo, la falta de daños causados por los años podría decir también mucho. Las antigüedades en perfecto estado ven cuestionada su autenticidad si les faltan señales naturales de deterioro, como las marcas interiores en un cajón, que salen de abrirlo y cerrarlo. En una observación más de cerca ha resultado ser que algunas de estas piezas fueron encargadas para conocidos estudios de diseño y pasaron años en un lugar privilegiado en una casa como pieza de exhibición, más que como un mueble práctico. Aunque parezca que se fabricaran ayer, a estos bellos muebles del pasado siempre les va bien en las subastas.

Restauración
Es habitual que una antigüedad se haya restaurado en algún momento de su
larga vida. Se le pueden haber añadido, quitado, reparado o repintado partes,
como Dési explica. ¡Imagina cómo nos veríamos nosotros al cabo de 200 años! No
obstante, mientras algunas restauraciones son aceptables, otras definitivamente
no lo son, así que hay que asegurarse de hacer las preguntas correctas. Siempre se
puede preguntar a uno de nuestros expertos en antigüedades, que serán capaces
de decirte qué se le ha hecho a un artículo y cómo se ve afectado su valor.

El consejo final para los que estén interesados en invertir es que nunca te equivocarás si compras algo que te encanta. Aun siendo artículos fabricados hace cientos de años, las antigüedades siguen estando hechas para disfrutarlas. Dinero aparte, ese objeto por el que sentiste un flechazo le sumará valor a tu vida simplemente por poderlo mirar cada día. Siendo así, ¿por qué no miras nuestra subasta de antigüedades y curiosidades hoy? ¡Puede que simplemente te enamores!