El Citroën 2CV ha alcanzado hoy un estatus de culto y es sin duda el coche más emblemático y reconocible que ha salido de Francia. Pero, ¿cómo nació el 2CV y qué es lo que hace que este coche sea tan deseado incluso en la actualidad? Sigue leyendo para averiguarlo.
Un paraguas con cuatro ruedas
El 2CV o ‘dos caballos’ se diseñó para satisfacer la demanda de los franceses de un transporte mejor y más rápido que los caballos y los carros. Citroën ya tenía en producción su Traction Avant desde 1934, pero solamente se lo podían permitir los ricos. Así que el vicepresidente jefe de ingeniería y diseño de Citroën, Pierre Boulanger, le encargó a su equipo de desarrolladores la tarea de crear un coche sencillo y asequible para la gente.
El nuevo vehículo asequible tenía que ser resistente y ligero, con un motor con suficiente potencia para llevar por lo menos a 4 personas y 50 kg adicionales de peso desde A hasta B. De hecho, uno de los requisitos era que el coche se pudiera conducir a través de un campo irregular con un cubo lleno de huevos sin que se rompieran. ¿El resultado? Un coche con un techo de lona, motor delantero refrigerado por agua y una suspensión muy flexible. Lo que viene siendo un paraguas con cuatro ruedas.
Enterrando la evidencia
En 1939 se fabricó el primer lote de 2CV, unos 250 en total, y los franceses le dieron una cálida bienvenida. La fabricación finalmente podía comenzar, pero el 2 de septiembre después de que salieran de fábrica los primeros 2CV, Alemania declaró la Segunda Guerra Mundial. Debido a la guerra, la línea de montaje se tuvo que emplear para equipamiento militar y se detuvo la fabricación del 2CV.
Boulanger escondió su proyecto de los nazis enterrando unos cuantos coches y destruyendo el resto para evitar que cayeran en manos enemigas. La guerra le dio tiempo a Boulanger para seguir desarrollando el coche en secreto. Al final desarrolló una versión mejorada del 2CV con un motor refrigerado por aire en lugar de por agua, y con una fabricación con materiales más baratos que el aluminio original. A finales de 1948 Citroën presentó en el salón del automóvil de París la versión que hoy conocemos. La producción empezó en junio de 1949 y el coche se llamó 2CV A. La prensa se colmó de alabanzas sobre la facilidad de uso y la robustez del 2CV. En 1951 se lanzó una versión furgoneta del 2CV, que pesaba solamente 250 kg y tenía un motor de 375 cc.
El 2CV hoy
Con el tiempo han ido saliendo varias ediciones especiales del 2CV. La más especial es la versión 4x4 Sahara con un motor delantero y uno trasero. Lo utilizaron principalmente la policía y los militares, y ahora son muy de colección para entusiastas, ya que solamente se fabricaron 694.
Pero también son conocidas otras variantes del 2CV, como el 2CV Charleston de estilo Art déco, el Dos caballos bicolor y el Vert Bamboo. En febrero de 1989 se paró la fabricación en Francia. Habiendo fabricado 5 114 940 vehículos 2CV en todo el mundo, este modelo es un coche emblemático y ¡un símbolo de alegría!
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