Inspiración

5 cosas que no sabías sobre los huevos Fabergé

Los huevos Fabergé, mucho más que simples símbolos de lujo manifiesto y decadencia, son objetos de fascinación, misterio y excepcionales obras de arte. Peter Carl Fabergé creó 50 huevos muy creativos y artísticos entre 1885 y 1916 para la familia imperial rusa. Aunque Fabergé sigue en activo como joyero con muchas otras finas obras de arte, el número limitado de huevos imperiales originales significa que hoy los huevos Fabergé reales son mundialmente famosos por su arte, fastuosidad y valor. Sigue leyendo para descubrir 5 cosas que no sabías sobre los huevos Fabergé.

1. Los huevos Fabergé eran regalos de Pascua
Olvídate del chocolate... La historia comenzó con el zar Alejando III en 1885. Su joven esposa, María Fiódorovna, había nacido Dagmar de Dinamarca, pero fue enviada lejos por su familia para consolidar su matrimonio acordado con el zar de Rusia. Al sentirse sola en un país extranjero, María sufría de nostalgia de su tierra y depresión. Viendo su tristeza, el zar encargó un huevo lleno de joyas como regalo de Pascua para su esposa, que sería el primer huevo Fabergé. María estuvo encantada con el exquisito huevo, y pasó a ser una tradición que se crearan huevos, dos cada año, como regalos para las esposas de la aristocracia. ¡Feliz Pascua, claro!

  • El Huevo de gallina - el huevo Fabergé original
  • Fuente de la imagen: The Forbes Collection 

2. Faltan algunos huevos Fabergé
Después de la fatídica caída de la familia Románov durante la Revolución Rusa, los huevos imperiales fueron saqueados y acabaron desperdigados por todo el mundo, generando una de las búsquedas de huevos de Pascua más intrigantes de todos los tiempos. Algunos están en colecciones privadas, otros están en museos, y algunos han desaparecido sin dejar rastro. Uno de ellos, el huevo imperial Fabergé del neceser, creado en 1889, se sabe que sobrevivió a la Revolución Rusa y fue vendido en 1952 por una familia de anticuarios a un misterioso comprador que constaba como 'un extraño'. Después pasó a desconocerse su paradero. Este huevo estaba lleno de diamantes, rubíes y esmeraldas, y servía para guardar accesorios de belleza, como horquillas y brochas para maquillaje. ¿Y su paradero actual? Quién sabe si aparecerá algún día...

  • Uno de los huevos imperiales Fabergé que faltan, el Huevo del neceser
  • Fuente de la imagen: Andre J. Koymasky

3. La reina de Inglaterra tiene tres
Tal vez no sorprenda que, por su carácter inusual y esquivo, los huevos Fabergé sean definitivos artículos de coleccionista. El rey británico Jorge V y la reina Mary eran enormes entusiastas de los objetos Fabergé, así que en 1933 compraron tres exquisitos huevos imperiales: el Huevo-reloj de la columnata, el Huevo del cesto de flores y el Huevo del mosaico. Estos huevos pertenecen ahora a la reina Isabel II, quien también tiene otros muchos artículos Fabergé de colección, incluidos adornos, cajas y marcos de fotos.

  • El Huevo del mosaico, uno de los tres huevos Fabergé que tiene la reina de Inglaterra
  • Fuente de la imagen: BBC

4. Casi funden uno de ellos
¿Te puedes creer que hace varios años un huevo Fabergé de 20 millones de euros acabara no identificado en un mercado de antigüedades en EE.UU.? Como muchos otros, el huevo había permanecido perdido durante años. Se había visto por última vez públicamente en marzo de 1902, y lo acabó comprando por 8000 € un humilde chatarrero. Sin saber del tesoro que acababa de adquirir, pensó en fundir el huevo por su oro, hasta que se topó con un artículo en internet en 2012 que decía que era un huevo Fabergé de 20 millones de euros. Después de haber estado años en la cocina, el huevo ahora descansa con un coleccionista privado y ha estado expuesto públicamente en unas pocas ocasiones.


  • El tercer huevo de Pascua imperial
  • Fuente de la imagen: Telegraph

5. La Casa Fabergé tuvo unos inicios sumamente humildes
Peter Carl Fabergé no siempre fue el joyero oficial de la Corte imperial rusa. De hecho, ni siquiera era ruso. ¿Cómo fue la cosa? El padre de Peter, Gustav Fabergé, se formó como orfebre convencional en San Petersburgo antes de abrir una joyería en un sótano. Peter, nacido en 1846, siguió luego los pasos de su padre y tuvo una formación y educación extensas en orfebrería. En 1882 tomó el control del negocio familiar cuando falleció su padre, y ese año el zar Alejandro III vio en una exposición algunos de los trabajos de Fabergé. El zar quedó cautivado y mandó que los artículos se expusieran en el Museo del Hermitage del país como ejemplos de artesanía rusa moderna de primer nivel. Para 1885 se le había encargado a la Casa Fabergé que hiciera el primer huevo imperial y ahí es cuando nació un legado.

  • El Huevo de la coronación, creado en 1897
  • Fuente de la imagen: The Forbes Collection

Aunque la opulencia de los huevos imperiales originales sigue limitada a la primera serie realizada por Peter Carl Fabergé, la Casa Fabergé ha seguido creando huevos de lujo, joyas exquisitas y objetos artísticos durante un siglo. Descubre algunos de estos tesoros en nuestras subastas temáticas de colección Fabergé Imperial. También puedes registrarte aquí para convertirte en vendedor y ofrecer a subasta tus artículos Fabergé de colección.

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