Escrito por Simone | 13 de junio de 2019
Ha sido etiquetada como la arquitecta entre los modistas y la reina del corte al bies. Puede que al gran público no le suene su nombre, pero para diseñadores e historiadores, Madeleine Vionnet es una pionera y una genio. Su vida fue fascinante y su legado vive en la ropa que nos ponemos hoy.
Madeleine Vionnet creció en una época difícil para niños y mujeres y empezó a trabajar en 1888 a los 12 años como aprendiz de encajera cobrando casi nada. Cuando cumplió los 18, Vionnet ya se había casado, divorciado y había tenido a un hijo que murió de niño. Fue entonces cuando decidió abandonar su ciudad natal, Aubervilliers, en Francia, e irse a Surrey, en Inglaterra, y poco después, a Londres, donde empezaría su carrera en la moda.
Vionnet encontró trabajo con una modista de la corte llamada Kate Reily, con la que aprendió los secretos del corte y la confección. Empezó a aplicar estas nuevas habilidades en la importante casa de costura Casa Soeurs, una empresa dirigida por tres hermanas en París, a donde se había trasladado en 1900. La mayor de las hermanas, Madame Gerber, introdujo a Vionnet en los aspectos prácticos de la alta costura y el negocio de la sastrería. ‘Gracias a [Gerber] pude hacer Rolls-Royce. Sin ella solamente podría haber hecho unos Ford’, dijo Vionnet años más tarde sobre su tiempo allí.
Vestido hasta el tobillo en tul de seda negro confeccionado por Vionnet entre 1921 y 1930
La gran oportunidad le llegó a Vionnet cuando el diseñador de moda Jacques Doucet la contrató. Inspirada en la bailarina moderna Isadora Duncan, su primera colección se mostró con modelos que no llevaban ni corsés ni zapatos. En 1912 Vionnet abrió su propia casa de moda. Se vio a sí misma como la ‘doctora del futuro’, y estaba decidida a salvar a las mujeres de la tiranía del corsé. La prohibición del corsé en la visión moderna de la moda se ha atribuido tanto a Vionnet como a Paul Poiret. ‘Personalmente creo que fue Vionnet, y no Poiret’, explica la experta en moda Fleur Feijen. ‘Entonces las mujeres aún no tenían ni voz ni voto, de modo que Poiret dijo que fue el primero’.
Cuando estalló la guerra en 1914, Vionnet cerró su empresa temporalmente y se trasladó a Roma. Fue donde descubrió su amor por lo clásico, algo que sería crucial en su filosofía de diseño y su estética. Los antiguos griegos le dieron un lenguaje para expresar su fe en las formas geométricas, un ritmo matemático y la fuerza de las proporciones y el equilibrio como base para las prendas que creaba.
Una de las mayores innovaciones fue cortar la tela al bies, una técnica anteriormente utilizada únicamente para los cuellos. El corte al bies consiste en cortar diagonalmente los tejidos en vez de siguiendo la trama o la urdimbre. Con este proceso, los patrones se volvían más elásticos y menos rígidos. Lo hizo así, en sus propias palabras: ‘para liberar la tela de las limitaciones que imponían otros tipos de cortes’. Feijen sigue: ‘Gracias al corte al bies, pudo hacer diseños que se ajustaban perfectamente al cuerpo femenino, algo por lo que sus creaciones, colecciones y la propia Vionnet son más famosos’.
A medida que tuvo más éxito, Vionnet se convirtió en un objetivo para los copiadores. El plagio siempre ha sido un problema en moda, pero no para Vionnet. Empezó a hacer campaña en 1921 contra los que copiaban al empezar la Asociación para la Defensa de las Bellas Artes y las Artes Aplicadas. Entonces empezó a fotografiar cada creación por delante, detrás y los laterales, nombrándolas y numerándolas, con una firma y marcándolas con una huella dactilar. Es así como creó no solamente un avanzado sistema para reforzar su posición contra los copiadores, sino también un estupendo archivo para sus trabajos.
Copia sin licencia del vestido ‘Little Horses’ de Madeleine Vionnet (c. 1925, EUA)
Madeleine Vionnet cerró su empresa en 1940. Donó su archivo a la UFAC (Union Française des Arts du Costume) en 1952, para la cual estuvo trabajando hasta su muerte en 1975 a los 98 años.
Resurgimiento
Tras años de relativa oscuridad, la marca fue adquirida en 1988 por la familia Lummen, aunque conservaron un perfil bajo y solamente se centraron en perfumes y accesorios. Esto cambió en 2007, cuando apareció la primera colección de ropa Vionnet en 67 años, diseñada por Sophie Kokosalaki.
En 2009 Matteo Marzotto adquirió la marca y la trasladó a Milán, donde Vionnet sigue funcionando en la actualidad. En 2012 Goga Ashkenazi tomó las riendas, celebrando los 100 años de Vionnet ese mismo año con una colección de ‘demi-couture’ que rendía homenaje al diseño distintivo de la casa.
Incluso sin la Sra. Vionnet allí para guiar la empresa, la marca sigue innovando. En 2018 Ashkenazi colaboró con el artista visual Marc Quinn lanzando una colección de moda sostenible. La colección Sustainable Surf consistió en trajes de buceo con calados, vestidos con cremalleras de neopreno, chubasqueros con lazos de colores vivos (como bolsas de basura) y coloridas camisetas con estampado de bolsas de plástico, todo hecho empleando tejidos naturales y respetuosos con el medio ambiente y plástico reciclado.
Piezas de la colección Sustainable Surf de Vionnet
En un movimiento radical, Ashkenazi anunció en octubre de 2018 que la marca pasaría por un proceso de liquidación voluntaria, para poder relanzarla como marca sostenible. La colección Sustainable Surf, según explicó Ashkenazi, fue el primer paso para darse cuenta de lo mucho que tenía que cambiar la empresa si quería realmente apoyar la sostenibilidad. ‘Lo vemos como la única manera hacia delante para nosotros y para la humanidad en su conjunto’.
Encuentra a Vionnet en Catawiki del 14 al 26 de junio de 2019.
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