Escrito por Simone | 3 de septiembre de 2019
Si abres una revista de decoración o echas un vistazo en Pinterest, lo más probable es que te topes con minerales –piensa en encimeras de cuarzo, lámparas de amatista y collares de obsidiana; artículos hechos con minerales que antes únicamente se podían encontrar en colecciones privadas y museos. ¿Qué está cambiado y qué va a pasar? Nuestro experto en minerales Trevor Boyd nos lo explica.
¡Hola, Trevor! El mercado de los minerales parece haber crecido bastante últimamente. ¿Cómo va?
Trevor: en los últimos años el interés por los minerales ha subido radicalmente y es algo que ha coincidido con un mayor interés por la espiritualidad oriental y las creencias religiosas metafísicas. Se considera que los minerales tienen determinadas propiedades curativas y beneficiosas asociadas a la ‘energía’ del interior de su estructura cristalina.
Aunque no hay evidencias científicas contrastadas al respecto, millones de personas creen en ello y dan fe de los beneficios de los minerales. Por lo tanto, la demanda de minerales ha crecido enormemente en los últimos años. Ha habido también un creciente interés por los minerales desde el punto de vista decorativo para hogares, negocios, hoteles, etc. La forma natural y la belleza de los ejemplares de cristal pueden ser impresionantes y los mejores especímenes pueden ser un verdadero atractivo en un espacio.
Geoda de cuarzo transparente.
¿Significa esto que has notado también cambios en el tipo de comprador de minerales?
Trevor: Definitivamente se ha dado un cambio muy pronunciado en el tipo de persona que se interesa ahora por los minerales.
En interés por coleccionar minerales empezó inicialmente en el siglo XIX, cuando los adinerados caballeros victorianos viajaban por Europa recogiendo especímenes directamente de las minas. A medida que la popularidad de este pasatiempo creció con las mejoras en el transporte y las comunicaciones, pasó a ser algo al alcance de un mayor conjunto de personas.
No obstante, aún seguía siendo una afición predominantemente masculina para aquellos con algún interés en la ciencia. Los coleccionistas buscaban ejemplares que fueran muy estéticos o creaban colecciones de minerales de países o minas concretos.
Actualmente la comunidad de coleccionistas de minerales es mucho más diversa Hay aún coleccionistas tradicionales, pero ahora hay un grupo mucho más grande de personas interesadas en los minerales simplemente por su aspecto y sus propiedades potencialmente curativas.
A los emprendedores y empresarios les interesa también cada vez más comprar minerales para decorar sus hogares y lugares de trabajo, pero también como oportunidad de inversión. Los minerales son un recurso finito y en última instancia puede que la demanda supere a la oferta en el caso de los mejores especímenes.
¿Hay alguna tendencia en particular que hayas notado en el mercado de los minerales?
Trevor: Los minerales que forman cristales bien definidos, especialmente el cuarzo, son populares, pero también aquellos minerales que se pueden convertir en colgantes, pulseras y otras joyas. Los compradores interesados en las propiedades metafísicas de los minerales quieren poder utilizarlos para así beneficiarse de llevar los minerales durante el día, bien porque no se encuentran bien o bien porque ese día tienen situaciones estresantes o complicadas.
Los especímenes de exposición más grandes son también sumamente codiciados desde la perspectiva del interiorismo. Las geodas clásicas brasileñas de amatista siguen siendo muy populares, mientras que China ha ido produciendo algunos increíbles especímenes minerales grandes en los últimos años.
Aunque aún hay una amplia comunidad de coleccionistas tradicionales, sospecho que el número está disminuyendo muy gradualmente. Como resultado, el interés por los minerales menos estéticos que no forman cristales bonitos, pero que por sí mismos son importantes, está disminuyendo.
También puede que sea importante mencionar que, con el aumento de la demanda de muchos tipos de minerales, también se ha dado una creciente tendencia en la producción de minerales falsos. A veces se ven increíbles, pero no son naturales. La mayoría están creados artificialmente en laboratorios, algo que está bien siempre que se le deje claro al comprador.
Pero muchos son también minerales teñidos o alterados para que se parezcan a un mineral más caro. La howlita blanca, por ejemplo, se tiñe comúnmente de azul claro para que se parezca a un mineral más caro, la turquesa.
Cristal de cuarzo.
¿Qué crees que depara el futuro a los minerales?
Trevor: Como he dicho antes, durante muchos años la afición por coleccionar minerales ha estado dominada por hombres mayores que quizá tenían un interés académico en la materia o que eran lo suficientemente afortunados como para vivir cerca de lugares de recogida de minerales. No obstante, la llegada de internet ha generado un estallido de interés por los minerales tanto desde el punto de vista del coleccionismo como del estilo de vida.
Aunque los minerales son esencialmente un recurso limitado y muchas de las localidades antiguas de recogida de minerales puede que estén agotadas, siempre hay nuevos lugares por descubrir y, con ellos cabe también la posibilidad de descubrir nuevos minerales.
Además, los especímenes que formaban parte de colecciones antiguas a menudo se ‘reciclan’ a través del intercambio o la venta a nuevos coleccionistas. Hay un interés creciente por ejemplares de minerales como objetos en los que invertir, pues su valor, especialmente en el caso de los más antiguos con un buen origen, aumenta con el tiempo.
Por lo tanto, lejos de ser una afición enterrada en el pasado, coleccionar minerales sigue siendo un pasatiempo vibrante y que evoluciona rápidamente.
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