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Escrito por Tom | 13 de noviembre de 2019 | Actualizado el 1 de mayo de 2023
Nos fijamos en la capital francesa para la decoración de interiores e inspiración para el hogar. Abraza la elegancia parisina, un estilo que aprovecha el encanto sin palabras de París y es para todos los francófilos.
La elegancia parisina es una celebración refinada de la Ciudad de la luz. Cuando se trata de colores, los tonos apagados, como los blanquecinos y los grises plateados, juegan un importante papel junto con los rojos lujosos y los verdes vigorosos, mientras que unas lámparas opulentas y unos muebles regios inyectarán la cantidad necesaria de ímpetu parisino.
Elige hallazgos antiguos, como unas lujosas sillas de tela y muebles art déco, y también alfombras cuando te pasees por el Marché aux Puces de St-Ouen y botellas de vino vintage de las inmaculadas galerías comerciales de París. Te llevarán por el buen camino para crear una maison que incluso las celebridades de la capital envidiarían.
Aprovecha al máximo los tejidos estampados y los detalles ornamentados.
Te encanta el estilo francés que sigue el ejemplo de la ciudad más que del campo. Te sientes igual de bien pasando una mañana en casa tomando cafés tranquilamente como en cenas opulentas llenas de cubiertos de plata antiguos. Eres un poco trotacalles, pero te gusta llegar a casa y encontrar un espacio atractivo, tranquilo y siempre muy sosegado.
Puede que el Palacio de Versalles se encuentre un poco fuera de los límites de la ciudad de París, pero los parisinos aún se inspiran en el apetito de Luis XVI por la indulgencia. Y una de las piezas de interiorismo idóneas para recrear la elegancia parisina es la lámpara de araña. Estas lámparas con múltiples brazos son una manera estupenda de aportar seriedad y sofisticación a cualquier habitación. Quedan mejor en espacios con techos altos, especialmente con motivos delicados y bonitas cornisas, y paredes adornadas con arte clásico, o con esculturas labradas. Cuelga brillantes lámparas de estas y Versalles y los suntuosos “hôtels” parisinos parecerán algo más cercanos.
En términos prácticos, si no tienes un techo alto, siempre puedes optar por una versión de menor tamaño o elegir arañas que sean un poco más contemporáneas, independientemente del tamaño de la sala. Si bien las lámparas de estilo Belle Époque ayudan a aportar la necesaria grandeza a una habitación, prueba con arañas con tallo de latón y extremos esféricos en vez de las estándares de latón y cristal de estilo candelabro. Del mismo modo, las lámparas de araña tipo Sputnik, que imitan a estrellas o fuegos artificiales, son lo suficientemente espectaculares como para funcionar como pieza de iluminación central sin dominar el espacio.
Tanto si se trata de glamur antiguo como de estilos contemporáneos, la iluminación debería destacar siempre en la elegancia parisina.
El estilo Luis XVI, que fue una corriente estética que emergió en el siglo XVIII como respuesta a un barroco cada vez más lujoso y dominante, se consideró en su momento como un enfoque decorativo más contenido. Aunque el estilo se coló en todos los aspectos del diseño y el interiorismo, los muebles en particular han conservado su popularidad. Los sillones de nogal con respaldo recto y patas rectas, tapizados con telas satinadas suaves, son habituales, mientras que los reposapiés dorados completados con cojines con borlas se encuentran también entre los favoritos.
La clave para decorar con estos muebles es usarlos con moderación, lo que va unido a un uso eficaz de ellos. Combinar un sillón Luis XVI con una mesa de centro de cristal o un sofá contemporáneo de tonos apagados ayudará a exagerar la sensación regia de una habitación sin sobrepasarse. Y como la elegancia parisina consiste en algo que se ha combinado meticulosamente (pero pareciendo que simplemente se haya colocado improvisadamente), no recargues ni decores tus muebles. Gran parte de los muebles de estilo Luis XVI son ricos en color y detalles de por sí, así que asegúrate de dar espacio a estos muebles para que respiren, ya sea colocando una silla en un rinconcito o dejándola sin adornos y libre de cojines.
El mobiliario de estilo Luis XVI es conocido por su tapicería satinada y sus líneas rectas.
Como gran parte de la paleta de colores del estilo de elegancia parisina recurre a grises y dorados, es importante aportar un toque de terrosidad y textura a los espacios. Las piezas art déco son una manera de hacerlo sin dejar de ser fieles al estilo. E incluso si tienes ya tus muebles principales, añadir unas mesas auxiliares de estilo art déco es una opción sutil. Hechas principalmente en maderas oscuras con superficies brillantes y patas curvas, estas mesas auxiliares tienen mucho carácter. Luego colocas una revista llena de brillo o una novela de Julio Verne en la parte superior para dar un toque parisino correcto y voilà, has conseguido el estilo. Y si quieres ir un poco más lejos, opta por un escritorio que tenga un atractivo con personalidad y sea funcional.
Añade ligeros toques, como libros y revistas, para dar a estas mesas un poco más de entusiasmo.
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