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Escrito por Tom | 4 de diciembre de 2019 | Actualizado el 12 de mayo de 2023
Hemos puesto en marcha los engranajes de la industria (sin humos) en nuestro siguiente artículo sobre interiorismo para abordar el estilo más bucólico que es el rústico industrial. Descubre qué incluye esta tendencia decorativa y cómo puedes incorporar toques industriales a tu hogar.
El rústico industrial es para aquellos a quienes les guste reutilizar. En este estilo se trata de tomar lo antiguo y traerlo hasta la actualidad, con un toque amable y heterodoxo. ¿Un viejo baúl de tu desván? Conviértelo en un bar doméstico. ¿Un antiguo banco de trabajo? Con él tienes un banco para la mesa de comedor. Combina maderas no tratadas, utensilios de hierro y cobre con estilos campestres más suaves —piensa en lino lavado y colores relajados— para un estilo que haga que tu casa esté en boca de todos.

Reutiliza hallazgos de desván y de garaje convirtiéndolos en piezas centrales y combina texturas suaves con materias primas.
Te encanta pasearte por mercadillos, tiendas de segunda mano e incluso por casa para encontrar algo verdaderamente singular. No te da miedo salirte de lo convencional y estás dispuesto a ponerte manos a la obra con tu espacio interior. Y te gustan todos los tipos de materias primas.

Uno de los aspectos más atractivos de este estilo es que a menudo no hay que buscar lejos para encontrar algo que funcione. Un viaje al desván puede estar lleno de recompensas, especialmente si, con los años, has ido acumulando baúles, arcones o maletas. En vez de dejar que acumulen polvo, reutilízalos y colócalos de nuevo en tu hogar. Si tienes alguna pieza que hayas heredado, como un arcón de viaje del siglo XVIII o maletas antiguas, haz que sea el centro de una habitación. Los baúles funcionan de maravilla como sustitutos de mesas de centro tradicionales en salas de estar o para guardar cosas en pasillos o recibidores.

Los baúles pueden utilizarse como mesitas auxiliares, mesas de centro o simplemente como piezas atractivas por derecho propio.
En el pasado, las maletas se hacían para que duraran toda la vida, y aunque tienden a ser levemente más endebles que los arcones, son otra buena opción para sustituir una mesita auxiliar (plantéate colocar una junto a tu cama para conseguir una sensación retro). Como alternativa, las maletas antiguas son también geniales para crear tu propio bar doméstico si los carritos no son lo tuyo; simplemente abre una y llénala con tus bebidas preferidas. Únicamente acuérdate luego de no llevártela contigo cuando vayas viajar en avión.
Los utensilios de cocina metálicos están viviendo un resurgir, e incorporarlos a tu casa es la manera perfecta de reflejar el elemento industrial del estilo rústico industrial. Los artefactos de hierro fundido originalmente procedían de China y, antes del siglo XVIII, el material se empleaba principalmente para artillería en Europa. Pero la ingenuidad del inglés Abraham Darby, que patentó el proceso de fundición de hierro para ollas y teteras, y la introducción progresiva de las cocinas de interior llevaron al eventual auge de los utensilios de cocina de hierro fundido, que no únicamente eran más duraderos, sino más atractivos estéticamente. Si tienes estantes abiertos, muestra tus ollas de hierro fundido y cazos con orgullo.

Los utensilios de cocina de cobre son duraderos y estéticamente atractivos.
El cobre es otra opción y queda excelente junto con una serie de libros de cocina franceses. El cobre, que ha sido un elemento básico en las cocinas a lo largo del siglo XIX, es un metal duradero que está viviendo un renacer entre cocineros y buscadores de nostalgia. Unas sartenes relucientes son algo agradable de ver en cualquier cocina, pues son capaces de evocar imágenes de ajetreadas cocinas de castillos mientras su brillante color contribuye a infundir un poco de calidez en cualquier combinación. Cuélgalas por la pared en vez de esconderlas: quedan perfectas si se colocan junto a los utensilios de hierro.
Más es más, por lo menos cuando se trata de metal en el caso del estilo rústico industrial. Y, como con cualquier espacio, la iluminación ayuda a definir el estado de ánimo y el tono de una habitación. Combina estas dos cosas con elementos colgantes de grandes dimensiones, apliques y lámparas de techo de hierro o acero. Elige piezas con un poco de deterioro, o incluso óxido, pues les dará un aspecto y una sensación más cálidos.

Deja las bombillas expuestas para conseguir un aspecto más ambiental que contrasta bien con texturas más ásperas.
Buena parte de este estilo de iluminación consiste en reciclar, lo que significa que, probablemente, las piezas se utilizaran en el exterior, en fábricas y almacenes, y sus proporciones pueden quedar un poco fuera de lugar. Para evitarlo, ten en cuenta las dimensiones de tu habitación y trata de utilizar solo una lámpara colgante de gran tamaño como luz sobre la mesa de comedor, lo cual dará a la pieza su seriedad necesaria sin eclipsar el resto del espacio. De forma alternativa, opta por una bombilla expuesta que aporte todo el ambiente sin que dé la sensación de demasiado industrial.
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