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Cómo las mujeres están cambiando la industria de las piedras preciosas

Escrito por Tom | 28 de febrero de 2020


La minería y la oferta de piedras preciosas siempre han recaído predominantemente en los hombres, a pesar de que las mujeres son de largo el mayor consumidor final. Pero cada vez aparecen más casos en los que las mujeres se empiezan a hacer un hueco en una industria que tradicionalmente las ha mantenido alejadas. Con la ayuda de nuestra experta en piedras preciosas Naomi Howard, hemos examinado nuevos avances en la igualdad en el lugar de trabajo en la industria de la minería y las piedras preciosas, y cómo estos cambios están afectando para bien a un mercado históricamente desigual. 


En el corazón del centro de Colombia, la mina de esmeraldas de Coscuez es un hormiguero. Con casi 20 km de túneles subterráneos, es una enorme iniciativa subterránea que se encarga de producir una gran parte de la gran cantidad de esmeraldas de Colombia. Es algo especialmente significativo si tenemos en cuenta que Colombia es donde se encuentra más del 70 % de las esmeraldas del mundo. Más allá de estos espacios confinados y sin aire, las mujeres conforman un porcentaje cada vez mayor de la mano de obra, gracias a la iniciativa de una empresa para llevar la industria a la era moderna.


Llevando a las mujeres al lugar de trabajo


En 2018 una empresa con sede en Dubái, Fura Gems, compró los derechos mineros de Coscuez y empezó a construir una serie de instalaciones mineras modernas totalmente dirigidas por mujeres. Es un gran cambio para la zona y la industria. Por un tiempo, gran parte de las zonas de ricas en esmeraldas estuvieron controladas despiadadamente por clanes familiares y mafias, dando lugar a un entorno turbulento y a menudo violento. Esto lo notan especialmente las mujeres, muchas de las cuales carecen de un fácil acceso a puestos de trabajo, están expuestas a más riesgos en el lugar de trabajo y a menudo solamente son tenidas en cuenta para trabajos poco calificados y peligrosos. Muchas son contratadas muy jóvenes por señores de las esmeraldas y son despedidas cuando aparece otra mujer que consideran que es más atractiva. 


Fura Gems ha estado tratando de cambiar las cosas. Modelando el enfoque de la corporación de diamantes De Beers, ha introducido la organización y la disciplina en una industria rebelde, al mismo tiempo que aprovecha un recurso muy infrautilizado de la mano de obra: las mujeres. Las trabajadoras se encargan de lavar y limpiar las esmeraldas recogidas por encima de los túneles, en una cadena de trabajo en la que participan supervisoras, ingenieras y guardias de seguridad. Teniendo en cuenta que Coscuez todavía está en gran parte por explotar como mina, hay mucho trabajo que hacer. Para las mujeres locales que llegan desde pueblos remotos es otra oportunidad para ganarse la vida, esta vez en un espacio más seguro del que a menudo se habían mantenido al margen. 



Las mujeres mineras se enfrentan posiblemente a más peligros que sus colegas masculinos


Igualdad de género en la gestión de minas


Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, en Botswana, las mujeres empiezan a liderar el cambio en la industria del diamante en múltiples frentes. Dos ejecutivas canadienses del sector del diamante, Eira Thomas y Catherine McLeod-Seltzer, fundaron Lucara, que posee los derechos de una de las minas de diamantes más ricas del mundo: Karowe. Thomas es apodada la ‘reina de los diamantes’ tras haber descubierto la mina, y se le atribuye el haber ayudado a cortar el control de De Beers en el mercado. 


El uso por parte de la empresa de una serie de técnicas innovadoras (como un método más suave para fragmentar piedras valiosas en lugar de machacarlas) contribuye a su fórmula del éxito. También son un empleador diverso; Naseem Lahri, directora ejecutiva de Lucrara Botswana, es la primera mujer de Botswana en gestionar una mina de diamantes, aún más impresionante siendo una empresaria musulmana en un país mayoritariamente cristiano. También es la responsable de la extracción del diamante Sewelô, el segundo diamante más grande de la historia. 


Contribución de las mujeres al crecimiento de la industria


Es un momento crucial para que las mujeres participen más y sean más visibles a medida que crece la industria de las piedras preciosas. Actualmente valorada en alrededor de 20 000 millones de euros, la industria espera un mayor crecimiento. Según un informe elaborado por el fabricante de piedras preciosas con sede en el Reino Unido Gemfields, el precio de las esmeraldas ha subido un 500 % desde 2010. Si bien los diamantes conforman la mayor parte del mercado de las piedras preciosas, las gemas de colores desafían cada vez más el dominio del diamante en la cuota de mercado. Y con el dinero acumulándose, el foco de atención está moviéndose hacia esta antigua industria y va destacando las formas en que aún se apega tenazmente al pasado. 


‘Hay tensión entre la oferta y el consumidor final’, dice Naomi. Las mujeres constituyen el 90 % del mercado minorista final, pero son casi totalmente inexistentes en la cadena de suministro —que incluye corte, fabricación, pulido y minería—, según un informe de 2018 sobre la cadena de suministro de joyas encargado por la organización sin ánimo de lucro BSR. La industria minera tiene unas estadísticas aún más deprimentes. Un sondeo sobre la industria realizado por una compañía minera australiana encontró que las mujeres representan solo el 1 % de los puestos directivos y son solamente el 9 % de los trabajadores a tiempo completo.


Entonces, ¿por qué en 2020 hay un desequilibrio tan grave? ‘Cuando nos fijamos en las industrias de piedras preciosas y diamantes, primero hay que verlas pensando en sus diferencias’, dice Naomi. ‘La brecha entre las dos industrias es enorme. Solía trabajar como bróker de diamantes en Amberes, y cuando la gente visitaba la correduría, pensaba que era la esposa, la hija o la asistente. Los diamantes siempre han estado controlados y regulados principalmente por empresas familiares adineradas, por lo que la tradición es un baluarte en la industria. Las piedras preciosas de color, por otro lado, son un mundo completamente diferente, pues están inherentemente menos definidas. Alguien podría descubrir una piedra preciosa e incluso darle su propio nombre. Esto no sucede con los diamantes’.



La industria del diamante está aún más controlada y es más tradicional que la de las piedras preciosas de colores, lo que hace que para las mujeres sea más difícil acceder a ella


Innovación y futuro


Las piedras preciosas de colores son un mercado disperso, estando la mayoría de gemas y minas controladas por empresas privadas y por familias. Esto hace que la innovación en el mercado sea más difícil. Pero el caso de Fura Gems ayuda a mostrar los cambios que están ocurriendo, con las mujeres tomando las riendas. Y aunque Lucara sirve como buen ejemplo del cambio potencial en el mercado de los diamantes, el status quo de la industria es algo con lo que ambos mercados tienen que lidiar. 


‘El mundo de la gemología es muy pequeño, y sigue estando ocupado por hombres en un 90 %’, dice Naomi. ‘La mayoría de los compradores de piedras preciosas son hombres. Es una industria familiar, así que es tradicional’. El papel simbólico de la familia en la industria, explica Naomi, es fundamental para entender y cambiar el mercado. ‘Los diamantes, por ejemplo, parten de la confianza y la reputación para comenzar a operar. Como mujer, veo que hay una falta de visibilidad y familiaridad en el mercado. Si las cosas siempre han estado controladas por hombres, es difícil cambiarlo’.


Empresas como Fura Gems están dando a las mujeres la oportunidad de configurar el entorno y fomentar una mayor sensación de accesibilidad. Es algo crucial porque nunca antes había sido así. 'Cuando nos fijamos en los gemólogos de campo, no hay mujeres allí. Las mujeres no se sienten seguras a la hora de participar en operaciones en el terreno en algunos países. Esto es aún más interesante si nos fijamos en los graduados en el ámbito. La mayoría son mujeres, pero ¿adónde van? Como resultado, siempre hemos trabajado con brókeres en la parte de servicios, pero cuando las mujeres irrumpen, es una prueba de que las cosas están cambiando’.


La compra por parte de Louis Vuitton del diamante Sewelô de Lucara es el ejemplo perfecto del cambiante paisaje y de la innovación que las mujeres están aportando. Thomas saltó por encima de los brókeres de Amberes y del protocolo tradicional del comercio para asociarse con LV con el fin de que la marca vendiera piedras preciosas pulidas cortadas de la piedra. El mercado está dándose la vuelta, y las mujeres al mando no están preocupadas. 


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