Escrito por Tom | 19 de junio de 2020
Hemos visto cómo la COVID-19 está cambiando el modelo tradicional de las casas de subastas, pero la pandemia ha puesto también bajo la lupa los propios productos que venden las empresas. Los consumidores reevaluando lo que es esencial y lo que no lo es han comportado tensiones para industrias como el sector turístico y la hostelería, y los presupuestos reducidos han disuadido a muchos de invertir en productos nuevos. En su lugar, los consumidores han ido recurriendo a artículos de segunda mano. Hemos investigado esta tendencia al alza y hemos analizado por qué los artículos de segunda mano se están convirtiendo en la primera opción para mucha gente.
A mediados de 2020 se habla de que nuestra sociedad socialmente distanciada pasa a ser la nueva normalidad. Para muchos, buscar restos de la vida prepandemia ha sido algo en lo que centrarse, lo que podría explicar por qué ha habido un repunte en el consumo de artículos de segunda mano y en los mercados en los que se encuentran. El término segunda mano ha denotado durante mucho tiempo algo de menos valor; algo viejo y no deseado. Pero esto es semántica y lo vintage ha empezado a tomar el mando como concepto, aunque quizá de forma azarosa y equivocada, estimulando el mercado de artículos usados como algo elegante, especial y sostenible.
¿Un negocio a prueba de recesión?
No es la primera vez que el sector de la reventa ha experimentado cambios drásticos. De hecho, la historia apunta hacia otros acontecimientos mundiales trascendentales, incluyendo las crisis de 2001 y 2008, que han contribuido a influir en el mercado. Ebay logró esquivar la recesión en 2001 gracias a su modelo de subasta accesible y el poder dado a los vendedores. El éxito de la empresa llevó a su entonces directora ejecutiva, Meg Whitman, a describir eBay como ‘hasta cierto punto a prueba de recesiones’. No obstante, el ascenso de Amazon y el cambio de eBay a un modelo de precio fijo, alejado de las subastas clásicas, amenazó su blindaje a prueba de crisis en 2008.
Catawiki ha visto cómo decenas de miles de vendedores se han unido este año. Una vendedora, en la foto de arriba, ha montado un negocio de venta de radios restauradas y tocadiscos.
Aun así, el mercado de segunda mano y el modelo de subastas online han tenido éxito en tiempos financieros difíciles, posiblemente por estar verdaderamente democratizado. Cualquier persona puede convertirse en vendedor, ofreciendo artículos que son inusuales o valiosos a los ojos de los coleccionistas y cazadores de gangas por igual. También ofrece a la gente la oportunidad de ganar dinero rápido en un momento en el que los ingresos de muchos se han reducido. El enfoque de Catawiki sobre los artículos de segunda mano ha hecho que estas tendencias se hayan empezado a desarrollar a la luz de la COVID-19, dando la bienvenida a decenas de miles de nuevos vendedores en la primera mitad del año y siendo testigo de un rápido crecimiento.
Un mundo pospandemia ahorrador y digital
Ayuda el hecho de que el mercado de segunda mano, especialmente dentro del lujo (definido como de moda, libros, videojuegos, diseño), haya ido creciendo durante años. Ya hemos analizado el resurgimiento en la demanda de ropa masculina vintage, que apunta a una tendencia de consumo más amplia de artículos de segunda mano, y un informe publicado por el Boston Consulting Group en 2019 encontró que el mercado de lujo personal estaba valorado en 330 mil millones de euros. Alrededor del 7 % (22 000 millones de euros) correspondía al mercado de lujo de segunda mano, y se espera que este porcentaje crezca hasta el 9 % para 2021, una tasa mucho más rápida que el mercado de lujo más general. Por supuesto, la COVID-19 lo cambia todo, pero hay evidencias que sugieren que el mercado de segunda mano puede ser capaz de capear el peor impacto de la pandemia. ¿Por qué? Porque la mayoría de los consumidores que optan por productos de segunda mano lo hacen por internet. De hecho, el mismo informe sugiere que el 80 % de los compradores compran online, y muchos se pasan a internet tras el cierre masivo de comercios minoristas.
Desde utensilios de cocina antiguos hasta viejas consolas de videojuegos; casi siempre hay alguien interesado.
El dinero también es uno de los principales impulsores de esta tendencia. Con la COVID-19 amenazando a empresas de todo el mundo y ejerciendo presión sobre los ingresos disponibles de muchas personas, el valor y la accesibilidad que representan los artículos de segunda mano también es un factor importante. ¿Por qué comprar algo nuevo y a menudo más caro cuando se puede comprar algo similar por menos dinero? Hay una valor añadido de singularidad que impulsa a los consumidores modernos que buscan artículos únicos, desde ropa y accesorios, hasta muebles y objetos decorativos. A los compradores se les presenta ahora la oportunidad de tener algo que creían que de otra manera tal vez nunca podrían haberse permitido.
Creando un futuro sostenible
Con unos consumidores modernos cada vez más conscientes sobre dónde se fabrican los productos y sobre el tipo de materiales que se emplean, los artículos de segunda mano significan durabilidad y uso. Son objetos que han durado y seguirán durando. Comprar de segunda mano se opone directamente a fenómenos como la moda rápida de la industria de la ropa, que en su lugar está empezando a defender ideas como la moda circular. Es difícil saber cómo acabará todo, pues la COVID-19 continúa alterando las normas y estándares de la industria. Pero los artículos de segunda mano se basan en los principios de uso y resistencia, y en una época en la que el pasado parece más atractivo que nunca, estos productos de antaño podrían dar forma al futuro del comercio electrónico.
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Si tienes artículos de segunda mano para vender, tenemos categorías para arte, cómics, moda y juguetes por citar algunas. Regístrate como vendedor en Catawiki y empieza a vender.
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