Escrito por Tom | 19 de agosto de 2020
Ya hemos hablado de cómo montar un estudio fotográfico en casa, y en esta siguiente entrega de nuestra clase magistral de fotografía te explicamos la importancia de la iluminación y vemos cómo sacarle el máximo provecho. El fotógrafo Francisco Paramos nos explica más en nuestro vídeo sobre cómo se hace.
Tanto si eres fotógrafo principiante como profesional, la mayoría de nosotros sabe que una buena iluminación puede a menudo llevar una fotografía al éxito o al fracaso. Pero comprender qué es lo que implica una buena luz y saber cómo maximizarla es otra historia.
Crear un rellenado positivo o negativo
El primer paso a la hora de asegurarse una buena iluminación es saber qué tipo de luz queremos. Esto implica decidir cómo la luz ilumina el objeto (lo que se conoce como rellenado positivo) y cómo las sombras se presentan en el fondo del objeto (lo que se conoce como rellenado negativo).
‘Por experiencia, a menudo encontrarás que las sombras son demasiado oscuras para tu gusto, y como resultado, no mostrarán tu objeto de la mejor manera’, explica Francisco. ‘Podemos solucionarlo añadiendo lo que se llama un “rellenado positivo". Eso significa esencialmente incorporar un reflector blanco o un panel blanco en el lado opuesto a la fuente de luz para que esta rebote de nuevo en el objeto y se rellenen las sombras. Cuanto más acerques el reflector al objeto, más claras se volverán las sombras’.
Como alternativa, para quienes prefieran una instantánea con más textura y sombras, se puede potenciar el espacio negativo. ‘Puedes lograr este efecto colocando un reflector negro al lado de la parte de sombras de tu objeto. Esto evitará que cualquier luz ambiental en la sala rebote de nuevo en las sombras de tu objeto’.
Identificar la luz dura y la suave
No todo el mundo puede elegir siempre su iluminación ideal, pero hay maneras de identificar el tipo de luz con la que se trabaja. ‘Al fotografiar tus objetos, es posible que te encuentres frente a dos escenarios: tener una luz dura, también conocida como luz directa, o bien una luz suave, conocida como luz indirecta. En la mayoría de casos es preferible fotografiar con luz suave, ya que es la más favorecedora para tus objetos’.
‘La mejor forma de identificar si un producto ha sido fotografiado con luz dura o suave es mirando sus sombras en la imagen. Notarás que, cuando fotografías con luz dura, las sombras se ven muy nítidas, lo que significa que no hay mucha distancia entre la fuente de luz y el objeto’. Es bueno saberlo para decidir el tipo de iluminación que se prefiere para una fotografía en concreto.
En cuanto a lograr una iluminación más suave, hay un remedio sencillo. ‘Añadiendo una cortina transparente o cualquier tipo de tejido translúcido entre la fuente de luz y el objeto podrás difuminar esa luz y suavizar las sombras’.
Cuando hayas decidido el tipo de luz y textura que quieres transmitir, podrás empezar a fotografiar.
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