Escrito por Tom | 23 de octubre de 2020 | Actualizado el 30 de diciembre de 2022
Seas o no un entusiasta del fútbol, probablemente habrás oído hablar de Pelé. Considerado por muchos como el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, conquistó a todo el mundo con sus inteligentes habilidades en el juego y su prolífica capacidad para marcar goles. Pero en Brasil, donde se veía como un héroe nacional, aunque falible, se convirtió en un activista de alto nivel contra la desigualdad social en el país. Con la ayuda del experto en deportes Gustavo Radesca, miramos con lupa al hombre detrás del milagro.
El 7 de julio de 1957 un jugador de 16 años saltó al terreno de juego para debutar con la selección nacional. Un enfrentamiento entre Brasil y Argentina siempre es una cuestión tempestuosa y estresante en la que hay mucho en juego para ambos bandos, aunque viendo a Pelé se podría haber pensado otra cosa. Anotó su primer tanto para el país convirtiéndose en el goleador más joven de Brasil. Y aunque Brasil perdiera el partido por 2-1, había un rayo de esperanza: había llegado Pelé.
“Muchos consideran a Pelé como el mejor futbolista de todos los tiempos”, dice Gustavo. “Su característico regate, su visión y su poderosa forma de jugar lo convirtieron en alguien único desde su debut en el Mundial de 1958. Pero también simbolizaba algo más que talento. Era un chico negro de origen humilde y se convirtió en un héroe para toda una generación de brasileños que vivían en un país donde el racismo jugaba un papel importante”.
Héroe del fútbol
El legado de Pelé empezó en el campo de fútbol y es en él donde rara vez ha tropezado. Saltó a la fama en Brasil en el nivel de clubes debutando en la temporada de fútbol de 1956 con el Santos FC, y un año más tarde se convirtió en el máximo goleador de la liga. Pero su legado en el panorama mundial posiblemente comenzó con su juego con el equipo nacional.
“Pelé ganó tres de las cuatro Copas del Mundo en las que participó y fue el jugador más joven en marcar al anotar un hat-trick en un partido contra Francia en el campeonato de 1958”, dice Gustavo. “El hecho de que marcara unos 1279 goles en 1363 partidos —que viene a ser un gol por partido— a lo largo de su carrera lo convierte en un jugador único”.
Este campeonato terminó con una victoria brasileña frente a Suecia en la final. Pelé anotó uno de los mejores goles del Mundial, lanzando el balón por encima de un defensa antes de rematar de volea limpiamente hasta el fondo de la portería. El jugador sueco Sigvard Parling comentó más tarde sobre cuando Pelé marcó el quinto y último gol de Brasil: “Casi sentí ganas de aplaudir”. Al final del partido Pelé se desmayó antes de una celebración llena de lágrimas tras la victoria de Brasil, que sigue siendo uno de los momentos más destacados de su carrera.
“Ganar tres Mundiales ha sido posiblemente su mayor logro”, dice Gustavo. “Pero hay mucho para elegir. Su récord de un gol por partido le valió un lugar entre los Récords Guinness del mundo y devolvió la alegría y la emoción del fútbol a un país que aún se estaba recuperando del ‘Maracanazo’ de la Copa Mundial de 1950 (la traumática derrota de Brasil ante Uruguay) y la derrota ante Hungría en 1954. También fue el impulso más importante detrás de la popularización del fútbol en los Estados Unidos, donde fue en 1975 al firmar por el Cosmos de Nueva York, volviéndose a calzar las botas”.
Artífice de cambios
Puede que Pelé empezara en el campo de fútbol, pero lo que hizo fuera de él reforzó su perfil, algo que en gran parte se puede atribuir de nuevo a su pasado. Creció en Bauru, São Paulo, y gran parte de su infancia la pasó en la pobreza. Si bien su padre le enseñó a jugar al fútbol, no podían permitirse un verdadero balón de fútbol para practicar. En su lugar tuvieron que improvisar uno hecho con un calcetín relleno de papel de periódico y atado con cuerda. Aunque Pelé sería descubierto en su adolescencia, nunca olvidó realmente la pobreza que había dejado atrás.
“Su historia y ascenso fueron parte de un arco narrativo más amplio del que Brasil se enamoró”, cuenta Gustavo. “Pelé era más que un jugador de fútbol para Brasil. Apareció justo en el momento preciso en que la gente necesitaba creer que era posible superar lo que se veía como unas barreras sociales insuperables. Fue alguien que inspiró a toda una generación, demostrando que incluso siendo negro y pobre en un país racista y elitista, era posible alcanzar el éxito”.
A medida que se hacía mayor, Pelé se convirtió en defensor de una serie de problemas sociales con los que Brasil lidiaba, desde la lactancia materna hasta la desigualdad. UNICEF reclutó a Pelé como portavoz para el país, pues necesitaban a alguien que fuera creíble y que llegara a todos los brasileños de todos los orígenes. Pelé apoyó una serie de causas infantiles, como la educación de los niños de la calle de Brasil, concienció sobre el VIH/SIDA, así como sobre la ecología y el medio ambiente, lo cual le valió un título de embajador de la ONU y un título honorario de la Universidad de Edimburgo por su labor. “Pelé también fue Ministro de Deportes de Brasil y fue responsable de la Ley Pelé”, explica Gustavo. “El objetivo principal era dar a los jugadores un mayor control sobre sus carreras y detener la corrupción en el fútbol en Brasil”.
Legado duradero
A lo largo de su carrera, Pelé ha sido querido por todos, incluyendo algunas de las figuras de mayor nivel del mundo. Andy Warhol dijo que “Pelé ha sido uno de los pocos que contradijo mi teoría: en lugar de tener 15 minutos de fama, tendrá 15 siglos”. Tan influyente ha sido Pelé, que en una visita a Nigeria en 1969, durante la Guerra civil nigeriana, las dos facciones opuestas acordaron un alto el fuego de 48 horas para ver a Pelé jugar un partido amistoso en Lagos.
El 29 de diciembre de 2022 falleció Pelé y llegaron los homenajes al hombre que para muchos representaba mucho más que el fútbol. Desde futbolistas hasta entusiastas, pasando por gerentes y medios de comunicación, todos han sentido el impacto de Pelé. El nombre de Pelé será siempre sinónimo de fútbol y destreza deportiva, lo que tiene sentido para un nombre que se inspiró libremente en el nombre Bilé, que significa ‘milagro’ en hebreo.
También se le atribuye la popularización del sobrenombre “jogo bonito” dado al fútbol, que ahora es utilizado por comentaristas y expertos a nivel mundial. De hecho, en un ejemplo ahora probablemente inmortal de su generosidad y su persona, en el prólogo de su autobiografía My Life and the Beautiful Game, escribió: “Dedico este libro a todas las personas que han hecho que este gran juego sea el jogo bonito”.
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