Escrito por Tom Flanagan | 31 de mayo de 2022
Una figura esencial en la prolífica cultura del cómic de Bélgica, Jeroom Snelders es posiblemente uno de los artistas de cómics más conocidos del Benelux. Elogiado por su humor característico y su capacidad para burlarse de temas históricos y contemporáneos, Snelders ha creado su propio camino distintivo en el mundo de los cómics. Con el auge de los NFT, se ha asociado con Catawiki para una subasta única para vender sus propias obras originales. Nos hemos sentado con él para hablar de todo lo personal y profesional y descubrir quién es exactamente Jeroom Snelders.
¿Qué papel jugaron los cómics para ti cuando eras pequeño?
Los cómics tuvieron un papel muy importante en mi juventud. Crecí con Robert Crumb después de que mi padre me regalara un libro suyo para mi 10.º cumpleaños. Hasta entonces, siempre había leído cómics tradicionales, los populares, pero pronto empecé a descubrir los cómics alternativos estadounidenses. Mi papá era profesor de arte, así que combinaba dos mundos: el de los cómics alternativos y los verdaderos libros de arte antiguos que yacían por nuestra casa. Todo llenaba de color mi cerebro cuando era niño. Y ahora estoy aquí, combinando aún estas cosas tras de todos estos años.
¿Qué te gusta de ser dibujante de cómics?
La libertad de trabajar solo. No a nivel personal, sino por el hecho de que, si tienes una idea, eres el único responsable del producto final. No hay voces que digan otras cosas, den consejos o se entrometan en el resultado, y eso es algo que me gusta mucho. Es algo que necesito en mi vida; tener un proyecto en el que soy el único que toma las decisiones y, cuando el cómic está hecho, se ha hecho completamente como yo quería. Es algo raro de decir sobre la propia vida empresarial en estos tiempos, así que es una libertad que realmente disfruto.
Jeroom fotografiado en casa con su obra
¿Cuál es tu relación con la crítica?
Bueno, lidias con la crítica. Cada vez que presentas algo, siempre hay alguien que tiene una opinión o se ofende. Las primeras personas que hicieron comentarios me molestaron mucho. Pensé: ‘Dios mío, ¿qué estoy haciendo?’, pero luego empiezas a pensar que, bueno, siempre habrá alguien que se ofenda si quiere, es un derecho básico. Es un derecho humano ofenderse.
Mi única regla es que, si un chiste puede ser ofensivo, el chiste tiene que ser tan bueno que la gente pueda perdonar la ofensa. El objetivo único tiene que ser dibujar una sonrisa en la cara de alguien. Cada vez que no lo logras, llegas a la parte real de ser ofensivo. Así que tiene truco y no puedo decir que lo haya dominado. Filtro mis malas ideas y espero acabar contando únicamente con las buenas.
Tu trabajo se ha sido descrito como que encaja en una larga tradición de absurdismo en los cómics belgas. ¿Ha influido alguien en tu obra?
Soy belga, de modo que crecí con el estilo absurdista, que supongo que ha tenido un impacto en mí. Pero realmente no puedo decirlo porque siempre es gente de fuera de Bélgica la que describe mi trabajo de esa manera. Tuve la suerte de trabajar con Kamagurka —compartimos taller durante 10-12 años. Había sido un héroe de mi infancia y tuve la suerte de acabar con él y pasar todos esos años juntos. Aprendí los secretos del oficio de él, así que se podría decir que me han influenciado mucho.
Mi evolución ha sido principalmente técnica. ¡Empecé dibujando sobre papel y yendo a casa del editor y dejando trabajos en el buzón cuando tenía 20 años! Y [mi obra] evolucionó con la tecnología. Photoshop fue mejorando y comencé a pensar: ¿por qué molestarse con el papel? Como soy zurdo, siempre tuve el problema de manchar mi propia tinta. Era un desastre: todos mis originales eran francamente invendibles. Más tarde compré una de las primeras Wacom que hubo y me sentí como el rey de mi oficio con mi tableta, porque podía dibujar con mi mano izquierda mirando la pantalla. Sentí que tenía una ventaja única, pero luego crearon tabletas con pantalla, por lo que mi ventaja pronto desapareció.
¿Cómo ha evolucionado tu estilo a lo largo de los años?
Pero mi estilo no ha cambiado mucho porque realmente no tengo un estilo. Mis cómics 'disparan' en todas las direcciones; a veces son agradables y divertidos y otras veces son bastante oscuros. Mi estilo es probablemente todo esto a la vez, solo con diferencias técnicas.
‘Realmente no tengo un estilo. Los cómics “disparan” en todas las direcciones; a veces son agradables y divertidos y otras veces son bastante oscuros’.
¿Cómo han afectado las pérdidas a tu trabajo?
Perdí a mi hermano cuando tenía 20 años. Fue justo en el momento en que entraba en la universidad. Es cuando empiezas a abrirte al mundo, así que fue una tragedia. Simplemente penetró en mi cerebro y creó algo en mí; como un giro en mi mente.
La gente dice que lo nota cuando bromeo, que siempre hay algún giro y algún elemento de humor negro, que es mi rasgo básico. Al principio no lo veía, pero ahora, cuando miro mi trabajo, lo entiendo tristemente. Pero esa experiencia definitivamente cambió mi carácter y estilo de humor.
Te mueves entre el papel de dibujante de cómics y el de cómico real (al menos a los ojos del público). ¿Tu personalidad pública ha influido en tu trabajo?
Supongo que incluso se podría decir que es al revés. La gente me aceptaba mucho más porque conocían mi trabajo. Hubiera sido muy difícil si no hubiera sido dibujante de cómics. Me gusta ‘poner a la gente bajo tierra’, como decimos en neerlandés —¡tomar el pelo a la gente! Ofender, pero de manera amistosa. Si no me dedico a ofender a alguien, me preguntan: ‘¿Estás enfermo?’.
Si no ofendo a alguien, me preguntan: ‘¿Estás enfermo?’
¿Podrías hablarnos de tu proceso creativo para crear un cómic, desde la concepción hasta el dibujo?
No tengo una montaña de ideas ahí. Siempre empiezo con una idea; como ‘debería hacer algo con Batman’. Y luego comienzo a buscar cosas y a encontrar un punto de vista. Pueden pasar días hasta que me llega una idea y a veces es cuestión de minutos.
Un cómic típico en mi estilo tomaría dos noches, más o menos 10 horas de trabajo. Cuando tengo una visión, necesito ejecutarla con exactitud, por lo que puedo tardar años en acertar con los detalles más pequeños, y la gente ni siquiera sabe la diferencia. Pero en mi mente tiene que ser algo exacto.
¿Qué te llevó a trabajar con Catawiki?
Más recientemente, Catawiki empezó a trabajar con NFT (tókenes no fungibles). ¡Y para mí fue un momento ¡eureka! Porque mi problema es que no tengo originales. Los NFT son una forma de tener mis propios originales y de que la gente diga que ha comprado una de mis obras originales. Los tókenes no fungibles son algunas de las únicas fuentes de ingresos que los artistas digitales tienen a partir de sus originales, como los pintores antiguamente.
‘Los NFT son una forma de tener mis propios originales y de que la gente diga que ha comprado una de mis obras originales’
¿Por qué crees que los cómics son una parte importante de la literatura y pueden explicar cosas que otras formas de arte no pueden?
El buen arte hace que la gente sienta emociones. Una sonrisa es una emoción básica y es bastante difícil hacer sonreír a partir de algo que pones en un trozo de papel. Es una especie de magia. En los cómics, tienes tres recuadros en una página para contar un chiste; hay que presentar la situación claramente al principio, hay que hacer el recuadro para hacer la demostración de fuerza y el último para poner en práctica el chiste. No es algo para todo el mundo; llevo 20 años entrenándome para ello.
Es una forma de arte noble que se ha infravalorado. Es como una película seria frente a una divertida; la gente encuentra que el humor es algo normal, y en realidad no piensan lo difícil que puede ser. Todo el mundo puede contar un chiste en un bar, pero si hay que hacerlo una y otra vez, es mucho más difícil mantener la frescura y seguir haciendo sonreír a la gente.
¿Con qué te gustaría dejar a tus lectores?
Una simple sonrisa. Creo que mi trabajo es dibujar una sonrisa en cualquiera que esté teniendo un mal día.
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