Escrito por Tom | 12 de mayo de 2023
Amantes del diseño retro y los artículos de colección, el estilo kitsch es para vosotros; un estilo en el que los artículos de Nintendo, los artículos de hifi, los muebles de colores atrevidos y la memorabilia de películas ocupan un lugar central en un espacio interior.
¿Qué es el estilo kitsch?
Desde lo contemporáneo hasta lo bohemio, pasando por lo antiguo y lo gótico: no faltan estilos que causen sorpresa. Pero el kitsch consiste en volver a las cosas que te encanta coleccionar y darles no solo un lugar en tu hogar, sino un lugar que encarne atractivo decorativo. Piensa en memorabilia de Star Wars que llevas años coleccionando y pásala a algunos estantes abiertos detrás de tu escritorio en casa. O deja que esas cartas Pokémon o esas cartas coleccionables de la NBA que has acumulado brillen como obras de arte enmarcadas: crea un collage en una sola pieza o reparte las cartas en varios marcos para conseguir un efecto de pared de galería.
También estamos hablando de un estilo que celebra la pasión y todo lo “camp”. Piensa en carteles de Barberella o El Padrino, discos de glam-rock y soul, y cualquier juguete que pensabas que estaba en el pasado sintiéndose orgulloso de su lugar en un escritorio o vitrina. El estilo kitsch es boyante, colorido y maravillosamente caótico.
Te gustará si…
Te encantan las cosas que se alejan de lo convencional, no te da miedo mostrar tus idiosincrasias en tu decoración y crees firmemente que la mejor manera de conmemorar el pasado es exhibiéndolo.
¿Qué piezas serían esenciales si necesitas crear este estilo?
Merchandise de videojuegos e hifi
Tanto si te has inspirado en personajes de videojuegos antiguos como si simplemente has pensado en la película de Super Mario Bros., en Nintendo y todo lo relacionado con los videojuegos tienes una forma segura de conseguir una dosis de kitsch. Para aquellos que se enamoraron de la NES y la SNES, estas son tanto unos recursos excelentes para tener cuando hay invitados como unos elementos de decoración retro. Combínalas con una consola de mediados de siglo pasado para redimir parte del diseño del siglo XX.
Tampoco hay que olvidarse de la música. Si coleccionas vinilos, mantenlos cerca de un tocadiscos clásico que proporcione una estética y un sonido ambiental adecuados, tanto si se trata de discos de los Beatles como de soul de Detroit o de David Bowie.
Arte pop y carteles
El estilo kitsch es en parte retro, en parte caleidoscopio y en parte subversivo, y nada expresa al menos dos de estas tres cosas aparte del arte pop y el arte callejero. En ellos tienes una excelente manera de incorporar elementos del resto del diseño que has configurado. Si tenías juguetes de Star Wars repartidos por una habitación, ¿por qué no optar por un póster clásico de La guerra de las galaxias como el de El imperio contraataca? Si tus gustos en cine son más clásicos, recurre a El Padrino para aportar clase, o a Barberella para conseguir una pomposa estética “camp” de ciencia ficción.
Más es más en el estilo kitsch, así que amplifica el color con arte pop y carteles de películas.
Como alternativa, piensa en arte callejero que aporte un color y un entusiasmo sin igual. Opta por lienzos de pared a pared y cuelga piezas detrás de tu escritorio o televisor para causar impacto. Los favoritos de siempre, como Banksy, cumplen el requisito de un nombre reconocido, pero artistas más recientes, como Karl Lagasse y sus obras escultóricas, son una forma de aportar credibilidad seria y estilo a tu espacio.
Juguetes, cartas coleccionables y cromos
Podría decirse que el principio central del estilo kitsch, los juguetes y las cartas y cromos coleccionables, están aquí para hacer un regreso al estilo de Toy Story pasando a un primer plano. Ya se trate de LEGO, Barbie, figuritas Hummel u ositos Steiff, deja que estas figuras y muñecos ocupen un lugar de honor en cualquier superficie que puedas encontrar. Tanto si es tu escritorio como un estante, una mesa auxiliar o una vitrina propia, recupera el eclecticismo retro cuando los muestres.
En cuanto a las cartas y cromos coleccionables, muchas personas los guardan correctamente, pero hay una forma de protegerlos y enorgullecerse de ellos. Prueba enmarcando una colección de tus cartas Pokémon favoritas —quizá esa rara de Raichu— en una serie de marcos en miniatura para colocarlas en un hueco en una pared vacía que necesita algo de vida. O, si tienes un escritorio con cristal encima, colócalas debajo del cristal para conseguir algo con un atractivo parecido al de un museo.
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