N. 99050858

Alberto Korda (1928–2001) - (XXL) Fidel Castro con camara en URSS junto a Nikita Jrushchov y Brézhnev, 1963 + COA.
N. 99050858

Alberto Korda (1928–2001) - (XXL) Fidel Castro con camara en URSS junto a Nikita Jrushchov y Brézhnev, 1963 + COA.
Subasta extraordinaria: "Alberto Korda, archivo personal".
Fotografías originales del archivo personal de Alberto Korda, certificadas por su única heredera universal, Diana Díaz López.
* Nota sobre esta fotografía en particular:
* (XXL) Fidel Castro con camara en URSS junto a Nikita Jrushchov y Brézhnev, 1963 + COA.
* Esta fotografía tiene el cuño seco del fotógrafo + COA.
Es importante saber que copias posteriores a esta época perdieron mucha calidad pues los negativos con los años se fueron dañando y salieron marcas que hicieron imposible realizar reproducciones de la calidad e intensidad en los tonos como estas que ofrecemos.
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Una propuesta inédita de valor histórico, artístico y documental
En el mundo del arte y la fotografía documental, hay momentos que marcan un antes y un después. Esta subasta representa uno de ellos. Por primera vez, se pone a disposición del público una selección exclusiva de fotografías originales provenientes del archivo personal de Alberto Korda, el célebre fotógrafo cubano cuya obra no solo definió visualmente la Revolución Cubana, sino que se convirtió en un ícono de la historia del siglo XX.
Más allá de su reconocida autoría del mítico retrato de Ernesto “Che” Guevara —una imagen que ha trascendido en múltiples culturas como símbolo de rebeldía, dignidad e idealismo—, convirtiéndose en la imagen más reproducida en la historia de la humanidad.
Korda fue un artista profundamente comprometido con su tiempo, un observador sensible de su entorno y un cronista visual de un proceso político, social y humano sin precedentes.
Las obras presentadas en esta subasta no son meras reproducciones ni copias sin origen definido: provienen directamente del archivo personal del artista, y representan una oportunidad única e irrepetible de adquirir piezas con un grado de autenticidad y trazabilidad prácticamente imposible de encontrar hoy en día en el mercado internacional.
Se puede observar en los tonos negros de las fotografías la extrema calidad de imagen directamente del negativo, rara vez se puede conseguir este nivel de calidad en copias posteriores.
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Autenticidad garantizada: El valor incalculable del certificado firmado por Diana Díaz.
El elemento que distingue de forma definitiva a esta colección es que cada una de las fotografías se entrega acompañada de un certificado de autenticidad emitido y firmado personalmente por Diana Díaz, ÚNICA heredera Universal legalmente reconocida del legado de Alberto Korda por su padre y la única persona autorizada a realizar certificados de la obra en el mundo.
Este detalle, lejos de ser un simple trámite documental, constituye una garantía absoluta del origen, la legitimidad y la autenticidad de la obra. En el mundo del coleccionismo, la procedencia es un factor determinante, y contar con el aval directo de la persona autorizada por ley y por herencia para validar el trabajo de Korda, añade un valor tangible e intangible incalculable.
Diana Díaz ha sido, durante décadas, la cuidadora del archivo personal de su padre, y su labor como guardiana de ese legado ha sido reconocida tanto en Cuba como internacionalmente. Ninguna otra persona en el mundo tiene la autoridad legal para emitir certificados de autenticidad de las obras de Alberto Korda. Por tanto, adquirir una fotografía con su firma certificadora es asegurar un vínculo directo y legítimo con el autor, su archivo original y su historia familiar.
En el mercado del arte, esta legitimidad es más que una garantía: es una inversión segura, un sello de exclusividad y una protección contra la proliferación de copias apócrifas o impresiones no verificadas que circulan sin respaldo.
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Un legado vivo: Arte, revolución y humanidad.
Las fotografías disponibles en esta subasta reflejan distintas facetas de la mirada de Korda: desde retratos íntimos de Fidel Castro y el Che Guevara, hasta escenas espontáneas del pueblo cubano, mujeres revolucionarias, niños en escuelas, trabajadores, desfiles y momentos de profundo simbolismo social. Cada imagen encapsula la energía de una época y la sensibilidad de un artista que supo retratar no solo a los líderes, sino también al alma del pueblo.
La belleza de su obra reside en la capacidad de capturar la emoción, el gesto mínimo y la dignidad humana, aun en medio de contextos complejos. Su estilo, profundamente humanista, sigue siendo estudiado en academias de arte y fotografía por su precisión estética y su carga narrativa.
Korda no fue un simple testigo de la historia. Fue su intérprete visual, su poeta en blanco y negro. Y su archivo personal —hasta hoy resguardado celosamente— representa una reserva artística y documental de enorme valor histórico.
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Una oportunidad exclusiva para coleccionistas e instituciones
Este acontecimiento no es solo relevante para coleccionistas privados, sino también para instituciones culturales, museos, archivos, fundaciones y universidades que deseen incorporar a sus acervos una pieza de la historia contemporánea firmada por uno de sus protagonistas visuales.
La combinación entre:
• La procedencia directa desde el archivo del autor.
• La certificación personal y legal de Diana Díaz.
• La calidad de imagen, estética e histórica de cada fotografía.
Convierte a estas piezas en elementos de colección de altísimo valor cultural y económico, cuyo prestigio y cotización solo aumentarán con el tiempo.
No se trata solo de arte. Se trata de historia viva.
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Biografía de ALBERTO KORDA (1928-2001).
Alberto Korda: El ojo de la Revolución Cubana.
Los inicios: De la moda a la revolución
Nacido como Alberto Díaz Gutiérrez en La Habana, Cuba, el 14 de septiembre de 1928, Korda comenzó su carrera en la fotografía comercial y de moda. Durante la década de 1950, fundó un estudio junto con su socio, donde se especializaban en retratos de celebridades, modelos y publicidad. Su talento para el encuadre, la luz y la composición ya destacaba en esta etapa temprana, y sus imágenes revelaban una sensibilidad estética refinada que más tarde aplicaría a un contexto muy distinto.
Sin embargo, su destino cambió radicalmente a partir de 1959, con el triunfo de la Revolución liderada por Fidel Castro. Fascinado por la energía y el idealismo del nuevo proceso político, Korda se volcó a documentar el cambio social desde dentro, convirtiéndose en fotógrafo oficial del periódico Revolución. Su cercanía con los líderes revolucionarios le permitió un acceso privilegiado a escenas íntimas, discursos históricos, viajes diplomáticos y momentos cotidianos de la vida revolucionaria.
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Un testimonio visual de la Revolución
Korda fue testigo de excepción de algunos de los momentos más emblemáticos de la historia contemporánea de Cuba. A lo largo de más de una década, capturó en blanco y negro a Fidel Castro, Che Guevara, Camilo Cienfuegos, Raúl Castro y a una diversidad de actores del proceso revolucionario, así como al pueblo cubano en su cotidianidad: campesinos, obreros, niños y mujeres que personificaban los ideales de justicia social, alfabetización y soberanía.
Su trabajo se caracteriza por una intensa carga emocional y una capacidad para encontrar belleza y humanidad en cualquier escena. Korda afirmaba que su fotografía era “de alma, no de técnica”, y esa autenticidad se siente en cada una de sus composiciones. Su estilo está marcado por el uso de la luz natural, el encuadre cercano y una mirada profundamente humanista.
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La imagen inmortal: Guerrillero Heroico
El 5 de marzo de 1960, durante un acto fúnebre por las víctimas de la explosión del barco La Coubre en La Habana, Korda tomó la que se convertiría en la fotografía más icónica del siglo XX: el retrato de Ernesto “Che” Guevara, titulado más tarde Guerrillero Heroico. Con una expresión grave, mirada firme y cabello al viento, el Che aparece como un símbolo de rebeldía y determinación.
Curiosamente, la imagen no fue publicada por el diario Revolución al día siguiente, y Korda la conservó como parte de su archivo personal. Años después, la fotografía fue reproducida y difundida ampliamente, convirtiéndose en un símbolo global de resistencia, idealismo y lucha contra la opresión. Fue adoptada por movimientos sociales de todo el mundo, desde el mayo francés hasta campañas por los derechos civiles.
Pese a la popularidad de la imagen, Korda nunca cobró derechos por su uso —excepto cuando fue utilizada con fines comerciales, como en el caso de una campaña publicitaria de vodka, que llevó a Korda a demandar y ganar el juicio, donando los beneficios a la sanidad pública cubana.
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Más allá del Che: Un archivo invaluable
Aunque Guerrillero Heroico se llevó los titulares, la obra de Korda es vastísima y va mucho más allá de esa imagen. Su archivo incluye:
• Retratos cercanos de Fidel Castro, en momentos de concentración, relajación o liderazgo.
• Escenas del pueblo cubano, particularmente mujeres y niños, en las que resaltan la dignidad, la esperanza y la belleza cotidiana.
• Documentación de misiones internacionales, como los viajes a la URSS y África, que mostraban la proyección diplomática de la Revolución.
• Imágenes simbólicas, como la de la miliciana, la niña con la muñeca de palo, David y Goliat, donde el contraste entre la violencia y la poesía crea un efecto profundamente conmovedor.
Korda consideraba que una de sus series más importantes era la dedicada a las mujeres cubanas, a quienes retrató como protagonistas activas del proceso revolucionario. Con estas imágenes, contribuyó a desafiar los roles tradicionales de género y a celebrar la fuerza femenina.
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Legado y reconocimiento internacional
Alberto Korda falleció en París en el año 2001, mientras asistía a una exposición de su obra. Su legado, sin embargo, ha seguido creciendo, con exposiciones en museos y galerías de todo el mundo.
Su archivo ha sido objeto de numerosas publicaciones y catálogos, y sus obras forman parte de colecciones privadas y públicas de mayor prestigio del mundo. Korda es considerado uno de los fotógrafos documentales más influyentes del siglo XX, y su trabajo no solo tiene un valor artístico, sino también histórico, político y cultural.
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Nota: Algunas descripciones están acompañadas de ilustraciones de libros sobre está imagen, los libros que se muestran no están incluidos con la fotografía en venta. Los retratos ilustrativos del fotógrafo Alberto Korda tampoco se incluyen en la venta ni otras fotografías ilustrativas.
Algunas fotografías en el reverso de la imagen tiene marcas de montaje al haber estado expuestas en una exposición de París, pero no dañan la imagen frontal absolutamente en nada.
Importante: Las fotografías se enviarán bien protegidas para que lleguen a su destinatario en perfectas condiciones.
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