- Óleo sobre lienzo. La combinación de realidad tangible con un ambiente visionario y espiritual fue una de las razones de la fascinación que ejercieron las obras de Murillo, muchas de ellas sumamente populares, por lo que la iglesia católica utilizó sus imágenes durante los siguientes tres siglos. Bastantes de sus temas no estaban descritos específicamente en la Biblia y algunos, como las escenas de la infancia de Cristo y san Juan Bautista, fueron fruto de su propia inventiva. Murillo presentaba, al igual que en este cuadro, conceptos teológicos complejos en imágenes claramente comprensibles y sinceras que ejercían una atracción inmediata en los sentimientos humanos. El exquisito cromatismo de esta creación, muy rica en tonalidades, al igual que la manera en que está aplicada la materia pictórica, son un paradigma de cómo Murillo adelantó soluciones dieciochescas. Juana Villanueva, artista casi desconocida de la que se mantienen algunos registros por su participación en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes en un momento en el que la práctica artística estaba restringida al género masculino, seguramente pintó esta versión del famoso cuadro de Murillo en una estancia formativa en el Museo del Prado. - Dimensiones de la imagen sin marco: 70 x 82 cm / 84 x 96 cm con precioso marco de madera dorada. - Procede de colección particular en Madrid. - Buen estado general. Mínimas faltas. - Montbaron Gallery adjunta una ficha técnica elaborada por un historiador del arte titulado con todos sus lotes. - Los gastos de envío son orientativos. - Importante: Debido a la naturaleza frágil de los marcos antiguos, las compañías de transporte no conceden indemnizaciones por daños en los marcos. Hacemos grandes esfuerzos para garantizar la protección de las pinturas, pero no podemos aceptar quejas por daños en marcos.