Dibujante de facilidad extraordinaria, y excelente pintor, es fundamentalmente un paisajista, aunque también merezcan admiración sus retratos y bodegones. El paisaje levantino ha atraído su atención con su intensa luminosidad, que capta con belleza, aunque con cierta fórmula, sin plantearse siempre, como podría exigirse a artista tan dotado, problemas estéticos internos. Militó en el impresionismo, del que derivó hacia mayores libertades, si bien siempre en la figuración. Realizó exposiciones en todas las ciudades de España, desde los años de la posguerra civil. Su pintura ha viajado fuera de España, a París, Suiza y Suramérica. Fue premiado en el salón de Otoño de Madrid en 1947, y consiguió medalla en la Bienal Hispanoamericana de Bellas Artes de 1961. Entre otros galardones, conseguidos en muestras regionales, tiene premio de la Nacional de Bellas Artes de 1964, en concreto, tercera medalla. Está representado en los Museos de Pontevedra, San Sebastián y Valencia, y en el de Arte Contemporáneo de Madrid.