Óleo sobre grisalla fotográfica en blanco y negro sobre lienzo. Pieza única e irrepetible. Una panorámica de Madrid, donde la ciudad se fusiona armoniosamente con la naturaleza. Una composición magistral de sus icónicos edificios, elaborada con habilidad para lograr lo aparentemente imposible. La narrativa, la historia que se quiere contar es lo más importante en arte: El difícil equilibrio entre naturaleza y ser humano. La naturaleza lucha por sobrevivir y recuperar el espacio que el hombre le ha ido arrebatando. Estas imágenes se convierten en una metáfora de los complicados tiempos que vivimos en nuestra relación con la naturaleza. Otra idea es la transformación de la urbe, la recomposición del espacio urbano y del ordenamiento de los edificios para convertirlos en la Ciudad Ideal. Esta idea transformadora, se idealiza con la importante presencia de la naturaleza que sustituye al asfalto. No es esa una gran idea? En cuanto a la técnica, es un descubrimiento del autor que conoce a nadie que la haga de una forma similar. La Técnica: Se utiliza la técnica de Grisalla y Veladura, un método pictórico tradicional utilizado por los maestros antiguos. Se utiliza una fotografía toda en blanco y negro, creando una base conocida como grisalla. Previamente se prepara la tela con una resina transparente con espátula que le da una textura muy catarcerística. Sobre ella comenzará el momento mágico de ir aplicando veladuras transparentes al óleo, capa por capa, consiguiendo una calidad cromática muy especial y una interacción vibrante de colores, sensación de volumen, textura y profundidad. Se ha demostrado que la Gioconda tiene más de 30 capas, casi todas veladuras. Al final se utilizan pinceladas gruesas de empastes de pintura que enfatiza la textura y le da un mayor aspecto pictórico. Estos cuadros tienen un componente pictórico único.