Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte del famoso pintor Juan Soler en la que se ve representado una espectacular escena parisina. Se ve una calidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica y exclusiva del pintor. Esta obra es la 2/2 de la colección. · Las medidas de esta obra con marco son: 46,5x38,5x3 cm. · Las medidas de esta obra sin marco son: 40x32 cm. · Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior izquierdo, Juan Soler. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. La obra se vende con precioso marco dorado (incluido en la subasta como regalo). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ En el cuadro de Juan Soler se despliega una pintoresca escena parisina, capturando la vida cotidiana en una calle amplia y bulliciosa. En el primer plano, una mujer con un carrito lleno de flores se encuentra atendiendo a dos damas elegantemente vestidas de la época. La dama a la izquierda luce un vestido rojo, mientras que la de la derecha viste un elegante conjunto blanco y azul. Ambas sostienen flores en una mano, y la dama de blanco también lleva un paraguas blanco para protegerse del sol, añadiendo un toque de color y funcionalidad a su atuendo. La mujer de las flores, vestida con un traje negro distintivo, parece estar entregando cambio a las damas que han adquirido sus flores. A la izquierda de este grupo, una madre y su hija parecen estar inmersas en una conversación animada, aportando un sentido de intimidad y conexión humana a la escena. En el fondo a la derecha, se observan los típicos edificios parisinos con sus tiendas en la planta baja, resguardadas bajo coloridos toldos. La arquitectura proporciona un telón de fondo pintoresco y auténtico para la actividad callejera. Detrás de la vendedora de flores, un carro tirado por dos caballos completa la escena, evocando una atmósfera de la vida urbana en movimiento. El cielo, pintado con maestría, muestra tonos de azul suave con algunas nubes dispersas, complementando la sensación de un día tranquilo y soleado en París. En conjunto, el cuadro de Juan Soler transporta al espectador a una época pasada, capturando la esencia única y encantadora de la vida en las calles parisinas, donde la actividad comercial y las interacciones humanas se entrelazan armoniosamente bajo el cielo azul y las sombras de los edificios característicos de la ciudad.