Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela holandesa en la que se ve representado un precioso campo y un valle. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica del pintor. · Las medidas de esta obra sin marco son: 65x81x2 cm. · Se trata de un óleo sobre tela firmado a mano por el pintor en el margen inferior izquierdo, E. Beltrán. · Esta pieza se encuentra en buen estado, hay una falta leve en la parte central izquierda. Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ En el centro de la composición, se extiende un amplio campo de trigo dorado, salpicado de brillantes flores rojas que añaden un toque de color vibrante al paisaje. Las flores contrastan hermosamente con el tono dorado del trigo, creando un efecto visual cautivador en primer plano. Más allá del campo de trigo, se encuentra una casa rural de tamaño considerable, con un estilo tradicional y encanto campestre. Junto a la casa, hay un pajar escondido en un corral, aportando autenticidad y vida a la escena rural. A la derecha de la casa, un balcón se asoma, adornado con ropa tendida que ondea suavemente al viento. Desde este balcón se tiene una vista privilegiada del paisaje, que incluye campos extendiéndose hacia las montañas distantes. El paisaje montañoso se caracteriza por tonos suaves y distantes, creando una sensación de profundidad y serenidad en el fondo de la composición. En primer plano, a la derecha, un hombre con atuendo campesino está ocupado pastoreando sus ovejas. El hombre y sus animales están inmersos en el entorno natural, con una línea de ropa tendida frente a ellos, que sugiere una pausa en el trabajo rural para atender las necesidades cotidianas. En conjunto, este cuadro evoca la tranquilidad y la belleza de la vida en el campo. La combinación de elementos naturales, arquitectónicos y humanos crea una narrativa visual que invita al espectador a sumergirse en la atmósfera pacífica y enriquecedora de la vida rural. Los detalles cuidadosamente dispuestos, como las flores rojas entre el trigo y la ropa tendida en el balcón, enriquecen la escena y la dotan de autenticidad y calidez.