Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte de la escuela francesa en la que se ve representado un mar y rocas con mucha neblina. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. · Las medidas de esta obra con marco son: 63x83x3 cm. · Las medidas de esta obra sin marco son: 48,5x68,5 cm. · Se trata de un óleo sobre tela sin firmar. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo). Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ En la pintura de este paisaje marítimo, las montañas rocosas ocupan el centro del escenario, dominando el primer plano con su imponente presencia. Estas montañas están ásperamente esculpidas y envuelven el mar en un abrazo escarpado y dramático. La atmósfera está teñida de tonos grisáceos, reflejando un día sombrío y nublado. El mar, que normalmente sería el foco principal en un paisaje marítimo, aquí se ve casi como un elemento secundario, rodeado y eclipsado por las montañas. Las aguas reflejan las nubes grises que cuelgan pesadamente sobre el paisaje, añadiendo un sentido de quietud y melancolía a la escena. El cielo está cargado de nubes pesadas y difusas, que difuminan la luz del sol y contribuyen a la paleta monocromática de grises. No hay claros ni colores brillantes; todo es apagado y sombrío, transmitiendo la sensación de un día desapacible y melancólico en la costa. A pesar de la atmósfera sombría, las montañas rocosas ofrecen una belleza cruda y majestuosa. Su textura rugosa y sus contornos angulosos contrastan con la suavidad del mar agitado por debajo. Las sombras y luces entre las rocas crean una sensación de profundidad y misterio, invitando al espectador a explorar este paisaje rocoso bajo un cielo cargado de emociones. En resumen, esta pintura evoca un paisaje marítimo inusual y evocador, donde las montañas rocosas son las protagonistas, envolviendo el mar en un escenario grisáceo y melancólico. La obra transmite una atmósfera introspectiva y contemplativa, capturando la belleza austera de la naturaleza en un día de tiempo inclemente.