Firmado en la parte inferior La obra se presenta bien enmarcada Medidas obra: 70 cm. de altura x 46 cm. de ancho Medidas marco: 93 cm. de altura x 69 cm. de ancho Buen estado de conservación En las fotografias, apreciaran algunas manchitas blancas, pero decir que es el reflejo del cristal ::::::::::::::::::::::::::::::::::::: BIOGRAFIA DEL ARTISTA Pintor español. Vocal del Real Patronato del Museo del Prado, nombrado en 1951. En 1888 se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, donde estudió bajo la dirección de Salvá y Vilá. En 1894 entró en el taller de ­Joaquín Sorolla y dos años después viajó a Madrid con su maestro, donde realizó ilustraciones para La Revista Moderna y Blanco y Negro. Pensionado de 1900 a 1904 en la Academia Española de Bellas Artes de Roma, viajó por Francia, Bélgica y Holanda. A partir de 1904, fijó su residencia en Madrid. En 1918 fue nombrado asesor artístico de la Real Fábrica de Tapices. Ejerció como profesor de colorido y composición en la Escuela de San Fernando, sustituyendo a Sorolla y, posteriormente, llegó a ser director de dicha escuela. Perteneció a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y a la de Nobles Artes de San Carlos de Valencia. En 1925 fue nombrado miembro correspondiente de la Hispanic Society of America de Nueva York, y vocal correspondiente de la Academia Nacional de Bellas Artes de Lisboa. En 1941 fue elegido presidente del Patronato del Museo Sorolla de Madrid. Se le nombró caballero y gran cruz de Alfonso X el Sabio. Cultivó el retrato, el bodegón, tipos locales y paisajes. Su pintura es de un matizado estilo impresionista de gran luminosidad y en ella se aprecian influencias de la pintura flamenca. Remitió sus obras a muestras y certámenes artísticos, galardonado con primera medalla en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de 1904 y 1906, por los lienzos titulados Canto vii del Infierno de Dante y Madre, respectivamente; y con medalla de oro en la Hispano-Francesa de 1908, así como en las Internacionales de Múnich (1909), Bruselas (1910), Buenos Aires (1910) y Barcelona (1911). En 1943 donó una fuente de piedra (principios del siglo XX) para el jardín interior del Museo del Prado.