El pintor Rafael Pedrós nace en Madrid, en 1933 y estudia en el Real Colegio de Alfonso XII de El Escorial. Su técnica depurada, con los pinceles y el óleo le hizo ser un fiel copista de cuadros del Prado, del Louvre en París, y de otros museos italianos, países por los que viajó largo tiempo habiendo vivido varios años en París. La capacidad de pintar de Rafael Pedrós es impresionante. Pero a su perfección técnica en el retrato o en la captación visual de un ambiente añade soltura, imaginación y rapidez. Fue un creador muy prolífico. Su amor a lo clásico español, a las antigüedades, a los trajes de época, a la historia, al Quijote, a los Mendoza del siglo XVI, a los monjes y a las calaveras, dan viveza y sorpresa a sus cuadros y alegorías. La pintura religiosa y la recreación de ambientes sacros, es otra de las especialidades de Pedrós. Pedrós ha llenado de cuadros realistas y espléndidos muchas iglesias en España