Pictura subastas presenta esta magnífica obra de arte atribuida a Enrique Koskaya en la que se ve representado un precioso bosque. Se ve una cualidad pictórica muy destacable en la obra. Obra muy característica del pintor. · Las medidas de esta obra sin marco son: 60x73x2 cm. · Se trata de un óleo sobre tela sin firma. · Esta pieza se encuentra en excelente estado. · Obra 1/2. Procede de una colección privada de Girona. El cuadro será perfectamente embalado por un profesional de IVEX y enviado por Correos o GLS con su código de seguimiento único. Envíos a todo el mundo. ------------------------------------------------------------------ Este impresionante cuadro captura la belleza natural de un paisaje boscoso con un río serpenteante, un pintoresco pueblo y majestuosas montañas al fondo. Los elementos del cuadro se entrelazan armoniosamente, creando una escena visualmente impactante. En el centro de la composición, el río fluye suavemente a través del bosque, reflejando el cielo y los árboles en su superficie serena. Los árboles del bosque son exuberantes y frondosos, con pinceladas marcadas que resaltan sus formas y texturas, con colores verdes vibrantes que le dan un toque de color al cuadro. Las hojas parecen vibrar con vida, y el contraste entre luces y sombras crea un juego dinámico de colores y tonos. Al otro lado del río, envuelto por un camino de piedras, emerge un encantador pueblo rural, con casas de tejados rojos. Las casas se asoman tímidamente entre los árboles, integrándose de manera orgánica en el entorno natural. Este pueblo añade un toque de civilización a la escena, pero sin perturbar la armonía general del paisaje. Detrás del pueblo se eleva una montaña, cuya cima se pierde en las nubes. La montaña domina el horizonte, añadiendo profundidad y grandeza al paisaje. Su presencia majestuosa contrasta con la tranquilidad del bosque y el río, creando una sensación de escala y vastedad. Las pinceladas del artista son hábiles y expresivas, mostrando un dominio magistral del color y la composición. Cada detalle, desde las hojas de los árboles hasta las fachadas de las casas y las laderas de la montaña, está representado con emotividad. Las pinceladas audaces y definidas dan vida al paisaje, transmitiendo una sensación de vitalidad y movimiento. En conjunto, este cuadro es una obra de arte que invita a sumergirse en la serenidad de la naturaleza y a apreciar la armoniosa coexistencia entre el hombre y su entorno. La combinación de elementos naturales y humanos, realzada por las habilidades del artista, crea una experiencia visual cautivadora y memorable.