Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Enric Solanilla, que representa un bosque otoñal infinito y luminoso, donde la luz dorada y los troncos esbeltos crean una atmósfera de serenidad profunda. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite. · Dimensiones de la obra: 40x56x2 cm. · Óleo sobre tabla firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha, E. Solanilla. · La pieza se encuentra en perfecto estado de conservación. La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona. Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote. El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte. El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro nos introduce en un bosque otoñal luminoso y profundamente evocador, donde decenas de árboles altos y esbeltos se alzan hacia un cielo claro que apenas se insinúa entre la inmensa maraña de hojas doradas. La escena transmite una impresión de infinitud, como si el bosque se extendiera más allá de los límites visibles del lienzo, invitando a perderse en la repetición rítmica de los troncos. La luz filtrada desde lo alto ilumina las copas de los árboles y tiñe todo el entorno con una atmósfera cálida, serena y casi hipnótica. Desde el primer vistazo, el espectador siente la profundidad del paisaje y la tranquilidad que solo los bosques pueden ofrecer. Los troncos, principalmente rectos pero con sutiles inclinaciones que dan dinamismo a la composición, presentan una textura rica, marcada por tonos que oscilan entre blancos, grises, verdes y toques terrosos. Cada tronco parece distinto, portador de una historia individual, pero juntos forman un conjunto armónico que transmite estabilidad y vida. Sus sombras y las variaciones de color sugieren la presencia de musgo, cortezas desgastadas por el tiempo y zonas iluminadas que capturan la luz dorada del otoño. La repetición de estos tallos crea una especie de ritmo visual, como si el bosque respirara suavemente. El suelo, cubierto completamente por una alfombra espesa de hojas secas, presenta una gama impresionante de tonos cálidos: ocres, marrones, dorados, rojizos y amarillos que se combinan creando un tapiz natural lleno de vida. Estas hojas no están simplemente esparcidas, sino que parecen formar capas superpuestas que cuentan la llegada plena del otoño. Las sombras proyectadas desde los troncos se diluyen entre las hojas, añadiendo profundidad y variaciones tonales que enriquecen la escena. El espectador casi puede imaginar el crujido bajo los pies al caminar por este suelo denso y mullido. La luz que penetra desde la parte superior y se filtra entre las ramas transforma el bosque en un espacio vibrante donde cada destello aporta movimiento y poesía. Los árboles más alejados se perciben ligeramente difuminados, envueltos en un velo dorado que sugiere distancia y serenidad. Esta forma de representar la profundidad del paisaje genera un efecto visual envolvente, como si el espectador estuviera realmente dentro del bosque, avanzando entre los troncos y respirando el aire fresco impregnado de aromas otoñales. La sensación de inmersión es absoluta, potenciada por la repetición casi infinita de las formas verticales. En conjunto, esta obra transmite la quietud mágica del bosque en pleno otoño, un momento en el que la naturaleza parece detenerse para mostrar su esplendor dorado antes del invierno. La repetición de los árboles, el juego de luces cálidas y las texturas ricas crean un paisaje acogedor, lleno de armonía y profundidad. El cuadro invita a contemplar, a respirar con calma y a dejarse llevar por la belleza serena del paisaje natural, capturando la esencia misma de la estación dorada en un instante eterno.