Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Ramos León, que representa un paseo arbolado bañado por la luz otoñal donde familias y transeúntes caminan hacia un monumento, creando una escena tranquila y armoniosa entre naturaleza y ciudad. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite. · Dimensiones con marco: 61x73x5 cm. · Dimensiones sin marco: 50x61 cm. · Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha, J. Ramos León. · La pieza se encuentra en buen estado de conservación. · La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo). La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona. Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote. El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte. El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional. ------------------------------------------------------------------ Este cuadro muestra un amplio paseo arbolado que se extiende hacia el horizonte, invitando al espectador a adentrarse en una escena llena de luz, armonía y vida cotidiana. La composición se abre en perspectiva, guiando la mirada desde el primer plano, donde las hojas caídas cubren el suelo con tonos cobrizos y ocres, hasta el fondo, donde un gran arco monumental se recorta con suavidad entre la neblina luminosa. La sensación de profundidad está cuidadosamente construida gracias a la repetición de árboles a ambos lados del camino, que generan un ritmo visual constante y sereno. La atmósfera, bañada en una luz suave, sugiere un día templado en pleno otoño, con brillos dorados que iluminan el follaje. El lado izquierdo de la composición destaca por la densidad de los árboles, cuyas ramas llenas de hojas capturan diferentes matices de amarillo, verde y marrón. La masa vegetal crea un dosel que filtra la luz, proyectando sombras irregulares sobre el camino. Las hileras de setos bien cuidados refuerzan la idea de un espacio urbano ordenado y elegante, posiblemente un parque o una avenida monumental. La sensación de frescura se equilibra con el calor cromático del follaje, ofreciendo una mezcla cálida y agradable que envuelve al espectador en una experiencia sensorial equilibrada. A la derecha, la escena mantiene la misma cadencia de árboles que se pierden en la distancia, pero con un juego de luces más claro, como si esa parte del paseo estuviera más expuesta al sol. Las ramas presentan una paleta variada, con toques rojizos y dorados que anuncian el cambio estacional. En los extremos inferiores se aprecian pequeñas escalinatas que conducen al paseo, otorgando dinamismo a la composición y reforzando la idea de un espacio público transitado. Las sombras suaves y los tonos vaporosos sugieren una atmósfera tranquila, casi poética, donde cada elemento parece vibrar al compás de una brisa ligera. En el centro del camino, varias figuras caminan con naturalidad, aportando movimiento y humanidad a la escena. Una familia con niños, junto a un paseante solitario más adelante, convierten el lugar en un escenario de experiencias cotidianas, donde el disfrute del entorno se convierte en un acto simple y hermoso. La perspectiva que se crea al unir el camino, los árboles y las figuras humanas genera una sensación de calma profunda, de conexión entre naturaleza y vida urbana. El arco monumental del fondo—aparente destino visual de la composición—se erige como símbolo cultural, histórico o arquitectónico, dando identidad al lugar representado. En conjunto, el cuadro ofrece una visión luminosa, nostálgica y serena de un paseo urbano en plena transición otoñal. La combinación de colores cálidos, luz difusa, profundidad marcada y la presencia humana logra transmitir una sensación de paz, belleza y equilibrio, invitando a contemplar la escena como un momento suspendido en el tiempo, donde la naturaleza y la ciudad conviven en perfecta armonía.