1. FICHA TÉCNICA Título propuesto: Interior con Doble Alma Autor: Anónimo – Escuela Expresionista Social Centroeuropea Cronología: ca. 1940 Técnica: Óleo sobre tabla (pintura a doble cara) Medidas: 53 × 45 cm (obra) | 61 × 53 cm (con marco) Soporte: Tabla con composición adicional en el reverso (naturaleza muerta expresionista) Estilo: Expresionismo Social de mitad del siglo XX Marco: Precioso marco artesanal decapado en tonos marfil y azulados, de carácter rústico y muy acorde al dramatismo de la escena. Estado: Bueno, con pátina y textura originales 2. DESCRIPCIÓN COMPOSITIVA E ICONOGRÁFICA La pintura presenta un interior obrero de marcada dureza emocional: un trabajador, sentado bajo una luz fría, realiza su faena diaria mientras a su alrededor merodean animales domésticos, reforzando la idea de supervivencia y precariedad rural. La paleta dominada por azules verdosos y amarillos rotos intensifica la sensación de aislamiento y trabajo mecanizado. La pincelada, pastosa y quebrada, se organiza en planos angulosos, otorgando al espacio una atmósfera opresiva y casi metafísica. La composición recuerda al expresionismo social de artistas como Oskar Kokoschka, Lasar Segall o el primer George Grosz, especialmente por el tratamiento dramático del rostro, la anatomía simplificada y la perspectiva forzada que subraya la tensión psicológica del obrero. En el reverso, una segunda pintura —una naturaleza muerta de espíritu igualmente expresionista— convierte la obra en un objeto artístico doble, testimonio de la escasez de recursos y de la reutilización habitual del soporte en épocas convulsas. 3. ESTILO, ESCUELA Y VALORACIÓN COMPARATIVA La obra pertenece claramente a la corriente expresionista social centroeuropea, activa en las décadas de entreguerras y la posguerra inmediata. Encontramos aquí el mismo lenguaje plástico que en los expresionistas germanos y polacos: gesto nervioso, anatomías toscas, ambientes de trabajo humildes y un profundo componente humano. Comparativamente, se acerca al dramatismo de Käthe Kollwitz, a la figuración despojada de Chaim Soutine y, en la estructura interior, a los ambientes de Max Beckmann. Si bien de autor anónimo, la fuerza expresiva y la doble composición la convierten en una pieza especialmente singular y de gran interés para coleccionistas de arte social europeo del siglo XX.