Catawiki actualiza constantemente su tecnología. Actualmente, estás utilizando un navegador obsoleto. Para optimizar tu experiencia de navegación, actualiza tu navegador.
Puedes configurar tus preferencias de cookies utilizando los botones de abajo. Puedes actualizar tus preferencias, retirar tu consentimiento en cualquier momento y ver una descripción detallada de los tipos de cookies que usamos nosotros y nuestros socios en nuestra Política de cookies.
El lema es “Hazte con todos”, y Mickael Molé ha atrapado a más que la mayoría de gente. Entró por primera vez en el universo Pokémon a través de su Game Boy. Pero, como tantos otros niños de los noventa, empezó a ser un consumidor de la franquicia de todas las maneras posibles: cromos en el colegio, series de televisión después de clase. Había nacido una pasión de por vida por el coleccionismo. En sus años universitarios, coleccionar cartas pasó a un segundo plano, aunque los videojuegos permanecieron siempre presentes. No obstante, no sería hasta 2017, cuando su esposa volvió del trabajo con un booster pack, que se reavivó su amor por las cartas coleccionables. Poco después de desenvolver el pack, pasó a ser en una parte importante de la comunidad de entusiastas de Pokémon, ofreciendo su experiencia en eventos y convirtiéndose en profesional en la tienda Rocket, situada en Estrasburgo. A Mickael le gusta mostrar todo lo relacionado con Pokémon en sus subastas, centrándose en cartas modernas, antiguas de Wizards of the Coast, japonesas exclusivas y con errores. Sus subastas nunca dejan de deleitar y entusiasmar a compradores y vendedores por igual.
El lema es “Hazte con todos”, y Mickael Molé ha atrapado a más que la mayoría de gente. Entró por primera vez en el universo Pokémon a través de su Game Boy. Pero, como tantos otros niños de los noventa, empezó a ser un consumidor de la franquicia de todas las maneras posibles: cromos en el colegio, series de televisión después de clase. Había nacido una pasión de por vida por el coleccionismo. En sus años universitarios, coleccionar cartas pasó a un segundo plano, aunque los videojuegos permanecieron siempre presentes. No obstante, no sería hasta 2017, cuando su esposa volvió del trabajo con un booster pack, que se reavivó su amor por las cartas coleccionables. Poco después de desenvolver el pack, pasó a ser en una parte importante de la comunidad de entusiastas de Pokémon, ofreciendo su experiencia en eventos y convirtiéndose en profesional en la tienda Rocket, situada en Estrasburgo. A Mickael le gusta mostrar todo lo relacionado con Pokémon en sus subastas, centrándose en cartas modernas, antiguas de Wizards of the Coast, japonesas exclusivas y con errores. Sus subastas nunca dejan de deleitar y entusiasmar a compradores y vendedores por igual.
El lema es “Hazte con todos”, y Mickael Molé ha atrapado a más que la mayoría de gente. Entró por primera vez en el universo Pokémon a través de su Game Boy. Pero, como tantos otros niños de los noventa, empezó a ser un consumidor de la franquicia de todas las maneras posibles: cromos en el colegio, series de televisión después de clase. Había nacido una pasión de por vida por el coleccionismo. En sus años universitarios, coleccionar cartas pasó a un segundo plano, aunque los videojuegos permanecieron siempre presentes. No obstante, no sería hasta 2017, cuando su esposa volvió del trabajo con un booster pack, que se reavivó su amor por las cartas coleccionables. Poco después de desenvolver el pack, pasó a ser en una parte importante de la comunidad de entusiastas de Pokémon, ofreciendo su experiencia en eventos y convirtiéndose en profesional en la tienda Rocket, situada en Estrasburgo. A Mickael le gusta mostrar todo lo relacionado con Pokémon en sus subastas, centrándose en cartas modernas, antiguas de Wizards of the Coast, japonesas exclusivas y con errores. Sus subastas nunca dejan de deleitar y entusiasmar a compradores y vendedores por igual.
El lema es “Hazte con todos”, y Mickael Molé ha atrapado a más que la mayoría de gente. Entró por primera vez en el universo Pokémon a través de su Game Boy. Pero, como tantos otros niños de los noventa, empezó a ser un consumidor de la franquicia de todas las maneras posibles: cromos en el colegio, series de televisión después de clase. Había nacido una pasión de por vida por el coleccionismo. En sus años universitarios, coleccionar cartas pasó a un segundo plano, aunque los videojuegos permanecieron siempre presentes. No obstante, no sería hasta 2017, cuando su esposa volvió del trabajo con un booster pack, que se reavivó su amor por las cartas coleccionables. Poco después de desenvolver el pack, pasó a ser en una parte importante de la comunidad de entusiastas de Pokémon, ofreciendo su experiencia en eventos y convirtiéndose en profesional en la tienda Rocket, situada en Estrasburgo. A Mickael le gusta mostrar todo lo relacionado con Pokémon en sus subastas, centrándose en cartas modernas, antiguas de Wizards of the Coast, japonesas exclusivas y con errores. Sus subastas nunca dejan de deleitar y entusiasmar a compradores y vendedores por igual.