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Anton Stikkelman ha visitado con su padre todos los mercados, ferias y subastas que puedan imaginarse. De este modo, se le enseñó a comerciar desde una edad temprana. A partir de los doce años no hizo otra cosa que comerciar y, a partir de los dieciséis, obtenía beneficios comerciando con tarjetas postales. Su red es una gran ventaja. Las postales que Anton Stikkelman compró en Amberes, se vendieron en Londres, donde compró algunas postales más para venderlas en Alemania. Además, se ha mantenido activo en el comercio online desde hace años, donde ha llegado a conocer a muchos coleccionistas de todo el mundo. Con su experiencia de toda una vida, apenas existe postal que Anton Stikkelman no haya visto. Esta experiencia es muy valiosa cuando se trata de examinar lotes para subastas. La calidad es su prioridad más alta y con mucho gusto consulta su red para los artículos de alta calidad. Al hacerlo así, hace subastas atractivas para jóvenes coleccionistas principiantes y también para ávidos entusiastas. Manteniendo una calidad elevada, Anton Stikkelman espera vender postales incluso más exclusivas en sus subastas, tales como las de la Bauhaus o el Wiener Werkstätte y tarjetas postales raras de Hong Kong o Irán.
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Anton Stikkelman ha visitado con su padre todos los mercados, ferias y subastas que puedan imaginarse. De este modo, se le enseñó a comerciar desde una edad temprana. A partir de los doce años no hizo otra cosa que comerciar y, a partir de los dieciséis, obtenía beneficios comerciando con tarjetas postales. Su red es una gran ventaja. Las postales que Anton Stikkelman compró en Amberes, se vendieron en Londres, donde compró algunas postales más para venderlas en Alemania. Además, se ha mantenido activo en el comercio online desde hace años, donde ha llegado a conocer a muchos coleccionistas de todo el mundo. Con su experiencia de toda una vida, apenas existe postal que Anton Stikkelman no haya visto. Esta experiencia es muy valiosa cuando se trata de examinar lotes para subastas. La calidad es su prioridad más alta y con mucho gusto consulta su red para los artículos de alta calidad. Al hacerlo así, hace subastas atractivas para jóvenes coleccionistas principiantes y también para ávidos entusiastas. Manteniendo una calidad elevada, Anton Stikkelman espera vender postales incluso más exclusivas en sus subastas, tales como las de la Bauhaus o el Wiener Werkstätte y tarjetas postales raras de Hong Kong o Irán.
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