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Los libros siempre han fascinado a Tom Hopman. Leía mucho y trabajaba a media jornada en la biblioteca municipal mientras estudiaba. Cuando acabó de estudiar Historia y Filosofía, con un montón de lecturas obligadas, quiso seguir trabajando con libros. La librería De Slegte le ofreció la solución. Tom estuvo trabajando allí felizmente durante 13 años como supervisor de la sección de antigüedades. Cada día se dedicaba a comprar y vender, realizando evaluaciones y escribiendo descripciones para el catálogo online. Tom piensa que, en muchos aspectos, trabajar como subastador es similar a su antiguo trabajo. Todavía se sorprende cada día con los libros que encuentra, esta vez a través de la conexión a internet. Sus puntos de vista sobre la evaluación y la negociación están constantemente bien aprovechados. A Tom le gusta mantener buenas relaciones con sus vendedores para obtener presentaciones y descripciiones lo más correctas posibles para las subastas — y, por supuesto, para alcanzar un buen precio. No puede sentirse más feliz que cuando todo confluye, dando lugar, como resultado final, a una buena subasta.
Los libros siempre han fascinado a Tom Hopman. Leía mucho y trabajaba a media jornada en la biblioteca municipal mientras estudiaba. Cuando acabó de estudiar Historia y Filosofía, con un montón de lecturas obligadas, quiso seguir trabajando con libros. La librería De Slegte le ofreció la solución. Tom estuvo trabajando allí felizmente durante 13 años como supervisor de la sección de antigüedades. Cada día se dedicaba a comprar y vender, realizando evaluaciones y escribiendo descripciones para el catálogo online. Tom piensa que, en muchos aspectos, trabajar como subastador es similar a su antiguo trabajo. Todavía se sorprende cada día con los libros que encuentra, esta vez a través de la conexión a internet. Sus puntos de vista sobre la evaluación y la negociación están constantemente bien aprovechados. A Tom le gusta mantener buenas relaciones con sus vendedores para obtener presentaciones y descripciiones lo más correctas posibles para las subastas — y, por supuesto, para alcanzar un buen precio. No puede sentirse más feliz que cuando todo confluye, dando lugar, como resultado final, a una buena subasta.
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