European school (XX) - Interior landscape





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Interior landscape, pintura al óleo sobre tela de la escuela europea (XX) de 1970-1980, España; firmado a mano, edición original, 75 × 88 cm con marco, vendido con marco por Galería.
Descripción del vendedor
Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a la escuela europea, que representa un paisaje rural silencioso y contemplativo, donde la tierra trabajada y las colinas envuelven una atmósfera de calma, espera y profunda conexión con la naturaleza. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.
· Dimensiones con marco: 75x88x4 cm.
· Dimensiones sin marco: 60x73 cm.
· Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).
La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.
Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.
El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional.
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Este cuadro presenta un paisaje amplio y silencioso que se despliega ante la mirada con una sensación de recogimiento profundo. En primer plano se extiende una tierra trabajada, surcada por líneas irregulares que sugieren campos arados o terrenos en reposo, marcados por el paso del tiempo y la mano humana. La superficie aparece oscura y húmeda, con matices que evocan una tierra viva, cargada de memoria y esfuerzo, donde cada surco parece contar una historia de ciclos agrícolas y espera.
A medida que la mirada avanza hacia el plano medio, el terreno se suaviza y se abre en una franja más clara, donde pequeños árboles desnudos o apenas esbozados se alinean con discreción. Estas figuras verticales, finas y solitarias, aportan ritmo a la composición y refuerzan la sensación de quietud invernal o de estación de transición. No hay movimiento explícito, pero sí una calma densa, como si el paisaje estuviera suspendido en un instante previo al renacer.
Las colinas del fondo se elevan con suavidad, envolviendo la escena y otorgándole profundidad. Sus formas ondulantes crean un efecto de abrazo natural, cerrando el espacio sin oprimirlo. Los tonos fríos y apagados de las montañas contrastan sutilmente con los matices terrosos del campo, estableciendo un diálogo visual entre la dureza del suelo trabajado y la serenidad distante del relieve. Estas colinas no imponen su presencia, sino que acompañan al paisaje con una elegancia silenciosa.
El cielo, amplio y contenido, corona la composición con una luz tenue y difusa. No es un cielo brillante ni dramático, sino uno cargado de suavidad y equilibrio, que refuerza el carácter introspectivo del cuadro. Su tonalidad clara ilumina el conjunto sin romper la armonía cromática, actuando como un telón sereno que envuelve todo el paisaje y lo unifica en una atmósfera contemplativa.
La ausencia de figuras humanas visibles intensifica la sensación de soledad y reflexión. Sin embargo, la huella del ser humano está presente en el terreno trabajado y en la organización del espacio, lo que sugiere una relación profunda y respetuosa entre el hombre y la tierra. El paisaje no se muestra salvaje ni abandonado, sino cuidado, vivido y comprendido como parte esencial de la existencia cotidiana.
En conjunto, el cuadro transmite una sensación de silencio profundo y equilibrio natural, mostrando un paisaje rural donde la tierra, el relieve y el cielo se funden en una escena de introspección, espera y armonía atemporal.
El vendedor y su historia
Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a la escuela europea, que representa un paisaje rural silencioso y contemplativo, donde la tierra trabajada y las colinas envuelven una atmósfera de calma, espera y profunda conexión con la naturaleza. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.
· Dimensiones con marco: 75x88x4 cm.
· Dimensiones sin marco: 60x73 cm.
· Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).
La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.
Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.
El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional.
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Este cuadro presenta un paisaje amplio y silencioso que se despliega ante la mirada con una sensación de recogimiento profundo. En primer plano se extiende una tierra trabajada, surcada por líneas irregulares que sugieren campos arados o terrenos en reposo, marcados por el paso del tiempo y la mano humana. La superficie aparece oscura y húmeda, con matices que evocan una tierra viva, cargada de memoria y esfuerzo, donde cada surco parece contar una historia de ciclos agrícolas y espera.
A medida que la mirada avanza hacia el plano medio, el terreno se suaviza y se abre en una franja más clara, donde pequeños árboles desnudos o apenas esbozados se alinean con discreción. Estas figuras verticales, finas y solitarias, aportan ritmo a la composición y refuerzan la sensación de quietud invernal o de estación de transición. No hay movimiento explícito, pero sí una calma densa, como si el paisaje estuviera suspendido en un instante previo al renacer.
Las colinas del fondo se elevan con suavidad, envolviendo la escena y otorgándole profundidad. Sus formas ondulantes crean un efecto de abrazo natural, cerrando el espacio sin oprimirlo. Los tonos fríos y apagados de las montañas contrastan sutilmente con los matices terrosos del campo, estableciendo un diálogo visual entre la dureza del suelo trabajado y la serenidad distante del relieve. Estas colinas no imponen su presencia, sino que acompañan al paisaje con una elegancia silenciosa.
El cielo, amplio y contenido, corona la composición con una luz tenue y difusa. No es un cielo brillante ni dramático, sino uno cargado de suavidad y equilibrio, que refuerza el carácter introspectivo del cuadro. Su tonalidad clara ilumina el conjunto sin romper la armonía cromática, actuando como un telón sereno que envuelve todo el paisaje y lo unifica en una atmósfera contemplativa.
La ausencia de figuras humanas visibles intensifica la sensación de soledad y reflexión. Sin embargo, la huella del ser humano está presente en el terreno trabajado y en la organización del espacio, lo que sugiere una relación profunda y respetuosa entre el hombre y la tierra. El paisaje no se muestra salvaje ni abandonado, sino cuidado, vivido y comprendido como parte esencial de la existencia cotidiana.
En conjunto, el cuadro transmite una sensación de silencio profundo y equilibrio natural, mostrando un paisaje rural donde la tierra, el relieve y el cielo se funden en una escena de introspección, espera y armonía atemporal.

