Joaquim Marsillach Codony (1905-1986) - NO RESERVE - Tarde en el claro





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Joaquim Marsillach Codony (1905-1986), NO RESERVE - Tarde en el claro, óleo sobre tabla, periodo 1980-1990, España, firmado a mano, Original, en buen estado, vendido con marco.
Descripción del vendedor
Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Joaquim Marsillach, que representa un apacible rincón natural donde personas, árboles y una casa rural conviven en armonía, envueltos en luz y serenidad. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.
· Dimensiones con marco: 52,5x66x6 cm.
· Dimensiones sin marco: 32x46 cm.
· Óleo sobre tabla firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).
La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.
Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.
El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional.
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Este cuadro abre una ventana a un rincón natural lleno de frescura, color y serenidad, donde la luz se filtra entre las hojas y crea un ambiente casi mágico. El espectador se encuentra ante un bosque luminoso, vibrante, en el que cada pincelada contribuye a dar vida a árboles altos, copas frondosas y un suelo moteado por sombras y reflejos cambiantes. En primer plano, un pequeño estanque refleja con delicadeza fragmentos del paisaje, duplicando los verdes, ocres y violetas que dominan la escena. Esta superficie de agua aporta un ritmo visual calmado y sutil, que actúa como contrapunto a la densidad de la vegetación superior.
Hacia la izquierda, dos figuras sentadas bajo la sombra de los árboles parecen conversar o simplemente contemplar el paisaje. Sus ropas, en tonos cálidos y suaves, destacan entre los verdes intensos que las rodean, añadiendo presencia humana sin romper la armonía natural. Estas figuras invitan a imaginar historias sencillas: un descanso tras un paseo, un momento de amistad, o incluso la pausa de un día de campo. La forma en la que están integradas en el entorno sugiere costumbre, cercanía y un vínculo natural con el paisaje.
En el centro y al fondo, aparecen más personajes dispersos, algunos de pie, otros sentados, creando una escena cotidiana de convivencia en plena naturaleza. La luz cae sobre ellos de manera tenue, como si estuvieran envueltos en una atmósfera de calma vespertina. Detrás, una vivienda de tonos cálidos emerge entre los árboles, con tejados rojizos y muros claros que se mezclan casi orgánicamente con las tonalidades del bosque. Esta casa aporta profundidad al paisaje y evoca la idea de un entorno rural donde la vida transcurre lentamente, sin prisas y en contacto directo con la tierra.
El bosque en sí mismo es un protagonista central: sus árboles de troncos delgados y altos se elevan hacia el cielo, cubriendo parte de la escena con un dosel de hojas sueltas y coloridas. La variedad de tonos —verdes intensos, azules suaves, lilas, amarillos brillantes— crea un mosaico cromático que transmite frescor y movimiento. La luz penetra entre las ramas y produce matices efímeros que sugieren una hora del día donde el sol está bajo, creando un juego de brillos y sombras que aporta dinamismo al paisaje.
En conjunto, este cuadro ofrece una escena vibrante y poética donde naturaleza, arquitectura y figuras humanas conviven en equilibrio, transmitiendo un sentimiento de paz, belleza y armonía en un entorno bucólico lleno de vida y color.
El vendedor y su historia
Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Joaquim Marsillach, que representa un apacible rincón natural donde personas, árboles y una casa rural conviven en armonía, envueltos en luz y serenidad. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.
· Dimensiones con marco: 52,5x66x6 cm.
· Dimensiones sin marco: 32x46 cm.
· Óleo sobre tabla firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).
La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.
Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.
El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional.
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Este cuadro abre una ventana a un rincón natural lleno de frescura, color y serenidad, donde la luz se filtra entre las hojas y crea un ambiente casi mágico. El espectador se encuentra ante un bosque luminoso, vibrante, en el que cada pincelada contribuye a dar vida a árboles altos, copas frondosas y un suelo moteado por sombras y reflejos cambiantes. En primer plano, un pequeño estanque refleja con delicadeza fragmentos del paisaje, duplicando los verdes, ocres y violetas que dominan la escena. Esta superficie de agua aporta un ritmo visual calmado y sutil, que actúa como contrapunto a la densidad de la vegetación superior.
Hacia la izquierda, dos figuras sentadas bajo la sombra de los árboles parecen conversar o simplemente contemplar el paisaje. Sus ropas, en tonos cálidos y suaves, destacan entre los verdes intensos que las rodean, añadiendo presencia humana sin romper la armonía natural. Estas figuras invitan a imaginar historias sencillas: un descanso tras un paseo, un momento de amistad, o incluso la pausa de un día de campo. La forma en la que están integradas en el entorno sugiere costumbre, cercanía y un vínculo natural con el paisaje.
En el centro y al fondo, aparecen más personajes dispersos, algunos de pie, otros sentados, creando una escena cotidiana de convivencia en plena naturaleza. La luz cae sobre ellos de manera tenue, como si estuvieran envueltos en una atmósfera de calma vespertina. Detrás, una vivienda de tonos cálidos emerge entre los árboles, con tejados rojizos y muros claros que se mezclan casi orgánicamente con las tonalidades del bosque. Esta casa aporta profundidad al paisaje y evoca la idea de un entorno rural donde la vida transcurre lentamente, sin prisas y en contacto directo con la tierra.
El bosque en sí mismo es un protagonista central: sus árboles de troncos delgados y altos se elevan hacia el cielo, cubriendo parte de la escena con un dosel de hojas sueltas y coloridas. La variedad de tonos —verdes intensos, azules suaves, lilas, amarillos brillantes— crea un mosaico cromático que transmite frescor y movimiento. La luz penetra entre las ramas y produce matices efímeros que sugieren una hora del día donde el sol está bajo, creando un juego de brillos y sombras que aporta dinamismo al paisaje.
En conjunto, este cuadro ofrece una escena vibrante y poética donde naturaleza, arquitectura y figuras humanas conviven en equilibrio, transmitiendo un sentimiento de paz, belleza y armonía en un entorno bucólico lleno de vida y color.

