Salvator Rosa (1615-1673), Atribuido a - Sant’Onofrio






Máster en pintura renacentista temprana, prácticas en Sotheby’s y 15 años de experiencia.
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Sant’Onofrio, óleo sobre lienzo del siglo XVII Barroco Italia atribuido a Salvator Rosa, tema religioso, dimensiones con marco 65 × 60 cm.
Descripción del vendedor
Atrib. a SALVATOR ROSA
(Nápoles, 1615 – Roma, 1673)
Sant’Onofrio
Óleo sobre tela, cm. 45 x 40
Dimensión del marco cm. 65 x 60 x 6 aprox.
NOTA: Hampel, Mónaco, hasta el 25 de septiembre de 2025, 207, atribuido a Salvator Rosa (Nápoles, 1615 – Roma, 1673). Publicación del catálogo de obras de la colección Intermidiart. Certificado de garantía y procedencia lícita. Obra con marco dorado y trabajado (defectos):
El cuadro presenta una amplia espacialidad a pesar de sus dimensiones contenidas, y se desarrolla verticalmente. Aunque el elemento religioso es importante, la naturaleza representada en primer plano captura la atención por la precisión y el realismo con que fue pintada. La escena retrata un episodio de la vida de Sant’Onofrio, vivido alrededor del siglo IV, conocido principalmente por su vida como ermitaño en el desierto egipcio. Según la tradición hagiográfica, su existencia fue revelada a un monje, Pafnuzio, quien, guiado por un ciervo, lo encontró en una zona remota del desierto. Sant’Onofrio vivió en completa soledad durante muchos años, vestirse únicamente con mechones de hierba, alimentándose de dátiles y rezando incesantemente. Su muerte ocurrió un día después del encuentro con Pafnuzio, quien posteriormente divulgó la historia de su vida y santidad. Sant’Onofrio suele ser representado con una barba larga y cabello cubierto de hojas, símbolo de su vida ascética. Es venerado como protector de los militares, huérfanos y considerado un intercesor para encontrar objetos perdidos. Su memoria litúrgica se celebra el 12 de junio. La difusión de su culto en Occidente se atribuye a los monjes benedictinos que llevaron sus reliquias a Italia.
En la pintura, el Santo está representado como un hombre maduro y barbudo, de figura robusta, y aparece con el cuerpo desnudo vestido con el perizoma de hojas, mientras se dispone a caminar en una escena donde destaca un paisaje con rocas y árboles, y sostiene en la mano la corona de rosario.
A pesar de algunas restauraciones, la pintura sigue mostrando su calidad expresiva, con un carácter caravaggesco y naturalista que sugiere la atribución a un hábil pintor meridional activo en Nápoles.
La tela en examen, atribuida a Salvator Rosa (Nápoles, 1615 – Roma, 1673) por el historiador napolitano Stefano Causa, podría situarse en el período en que la influencia del naturalismo napolitano aún predominaba. La pintura muestra un paisaje campestre, con un promontorio rocoso, árboles que enmarcan – como fondo – la figura del Santo.
El carácter general de la obra, de hecho, presenta toques rápidos y una énfasis vigoroso típico de las obras de Salvator Rosa y de su bodega. El estilo es afilado, con un paisaje nuevo y claroscuros intensos, caracterizados por cielos densos en nubes y un cromatismo plomizo.
Salvator Rosa nace en Nápoles, donde adquiere una sólida educación y en 1629 lo encontramos inscrito como novicio en las Escuelas Pías de Padre Calasanzio, quien dejó en 1631 para continuar su formación artística con el aún joven Francesco Fracanzano (Monopoli, 1612; Nápoles, 1656). La colaboración con el pintor pugliese, cuya asociación con Giuseppe Ribera está ampliamente documentada, será fundamental y le brindará la oportunidad de frecuentar no solo el taller del célebre artista de origen ibérico, sino también los círculos intelectuales más avanzados de la época. Resaltar entonces la napolitaneidad de Rosa no significa solo valorar un hecho biográfico, sino también distinguir su carácter y, al mismo tiempo, el desarrollo de una línea estilística y cultural específica.
El profesor Causa, en el libro “Mejor callar. Salvator Rosa y las molestias de la crítica”, 2009, escribió: "Si pudiera haber tenido un epíteto en la gramática de los estudios, sería antipático; Salvator Rosa, nacido en Nápoles en 1615, muerto en Roma en el '73, es uno de los artistas más antipáticos que existen. Él es muchas cosas: dibujante y grabador; pintor de paisajes e historias, lector de textos raros, poeta y polígrafo cejoso, nacido bajo Saturno; bufón de ocasión y gran viajero. La rica correspondencia que se conserva lo califica como un genio múltiple, con riesgo de disolución. En resumen: hay que lidiar con un personaje incómodo. En el autorretrato de la National Gallery de Londres, se presenta como un intelectual antiguo: barba descuidada, cabello largo y sombrero flojo, moldeado contra un fondo de cielo, opaco como su expresión. Nada revela su oficio principal de pintor; la única información, deliberadamente desconcertante, proviene de la inscripción en latín en la carpeta en la que se apoya: ‘aut tace aut loquere meliora silentio’. O calla o dice cosas mejores que el silencio." (Stefano Causa)}
En cuanto a su estado de conservación, la tela presenta condiciones generales discretas considerando la época del cuadro. La superficie pictórica muestra una pátina y no presenta dificultades de lectura. El soporte ha sido reestucurado. Se notan, a la luz de Wood, algunos pequeños restauros dispersos y alguna ligera veladura y oxidación de la superficie pictórica, pero nada realmente relevante. A la luz solar, es visible un fino craquelé relacionado con la época. Las dimensiones de la tela son 45 x 40 cm.
La pintura está adornada con un hermoso marco dorado y trabajado, de gran efecto decorativo (las medidas del marco son aproximadamente 65 x 60 x 6 cm, con algunos defectos). "El marco mostrado en las fotos anteriores ha sido añadido a la obra de arte por el vendedor o por un tercero. El marco se proporciona sin coste adicional para que esté listo para exhibir en cuanto llegue. El marco se incluye como cortesía y no se considera parte integral de la obra de arte. Por lo tanto, cualquier daño potencial al marco que no afecte a la obra misma no será aceptado como motivo válido para abrir una reclamación o solicitar la cancelación del pedido."
Procedencia: Colección privada
Publicación
Inedito;
Los mitos y el territorio en Sicilia, de las mil culturas. INÉDITA CUADRA, catálogo general de pinturas de la colección del ciclo 'Los mitos y el territorio', Editor Lab_04, Marsala, 2025.
La obra será enviada – debido a su fragilidad – en caja de madera y poliestireno o por un transportista de confianza. En caso de venta fuera del territorio italiano, el comprador deberá esperar los tiempos de tramitación de las gestiones de exportación.
Se informa que los envíos podrían sufrir retrasos debido a compromisos expositivos. Pedimos disculpas por cualquier inconveniente y agradecemos su comprensión.
El vendedor y su historia
Atrib. a SALVATOR ROSA
(Nápoles, 1615 – Roma, 1673)
Sant’Onofrio
Óleo sobre tela, cm. 45 x 40
Dimensión del marco cm. 65 x 60 x 6 aprox.
NOTA: Hampel, Mónaco, hasta el 25 de septiembre de 2025, 207, atribuido a Salvator Rosa (Nápoles, 1615 – Roma, 1673). Publicación del catálogo de obras de la colección Intermidiart. Certificado de garantía y procedencia lícita. Obra con marco dorado y trabajado (defectos):
El cuadro presenta una amplia espacialidad a pesar de sus dimensiones contenidas, y se desarrolla verticalmente. Aunque el elemento religioso es importante, la naturaleza representada en primer plano captura la atención por la precisión y el realismo con que fue pintada. La escena retrata un episodio de la vida de Sant’Onofrio, vivido alrededor del siglo IV, conocido principalmente por su vida como ermitaño en el desierto egipcio. Según la tradición hagiográfica, su existencia fue revelada a un monje, Pafnuzio, quien, guiado por un ciervo, lo encontró en una zona remota del desierto. Sant’Onofrio vivió en completa soledad durante muchos años, vestirse únicamente con mechones de hierba, alimentándose de dátiles y rezando incesantemente. Su muerte ocurrió un día después del encuentro con Pafnuzio, quien posteriormente divulgó la historia de su vida y santidad. Sant’Onofrio suele ser representado con una barba larga y cabello cubierto de hojas, símbolo de su vida ascética. Es venerado como protector de los militares, huérfanos y considerado un intercesor para encontrar objetos perdidos. Su memoria litúrgica se celebra el 12 de junio. La difusión de su culto en Occidente se atribuye a los monjes benedictinos que llevaron sus reliquias a Italia.
En la pintura, el Santo está representado como un hombre maduro y barbudo, de figura robusta, y aparece con el cuerpo desnudo vestido con el perizoma de hojas, mientras se dispone a caminar en una escena donde destaca un paisaje con rocas y árboles, y sostiene en la mano la corona de rosario.
A pesar de algunas restauraciones, la pintura sigue mostrando su calidad expresiva, con un carácter caravaggesco y naturalista que sugiere la atribución a un hábil pintor meridional activo en Nápoles.
La tela en examen, atribuida a Salvator Rosa (Nápoles, 1615 – Roma, 1673) por el historiador napolitano Stefano Causa, podría situarse en el período en que la influencia del naturalismo napolitano aún predominaba. La pintura muestra un paisaje campestre, con un promontorio rocoso, árboles que enmarcan – como fondo – la figura del Santo.
El carácter general de la obra, de hecho, presenta toques rápidos y una énfasis vigoroso típico de las obras de Salvator Rosa y de su bodega. El estilo es afilado, con un paisaje nuevo y claroscuros intensos, caracterizados por cielos densos en nubes y un cromatismo plomizo.
Salvator Rosa nace en Nápoles, donde adquiere una sólida educación y en 1629 lo encontramos inscrito como novicio en las Escuelas Pías de Padre Calasanzio, quien dejó en 1631 para continuar su formación artística con el aún joven Francesco Fracanzano (Monopoli, 1612; Nápoles, 1656). La colaboración con el pintor pugliese, cuya asociación con Giuseppe Ribera está ampliamente documentada, será fundamental y le brindará la oportunidad de frecuentar no solo el taller del célebre artista de origen ibérico, sino también los círculos intelectuales más avanzados de la época. Resaltar entonces la napolitaneidad de Rosa no significa solo valorar un hecho biográfico, sino también distinguir su carácter y, al mismo tiempo, el desarrollo de una línea estilística y cultural específica.
El profesor Causa, en el libro “Mejor callar. Salvator Rosa y las molestias de la crítica”, 2009, escribió: "Si pudiera haber tenido un epíteto en la gramática de los estudios, sería antipático; Salvator Rosa, nacido en Nápoles en 1615, muerto en Roma en el '73, es uno de los artistas más antipáticos que existen. Él es muchas cosas: dibujante y grabador; pintor de paisajes e historias, lector de textos raros, poeta y polígrafo cejoso, nacido bajo Saturno; bufón de ocasión y gran viajero. La rica correspondencia que se conserva lo califica como un genio múltiple, con riesgo de disolución. En resumen: hay que lidiar con un personaje incómodo. En el autorretrato de la National Gallery de Londres, se presenta como un intelectual antiguo: barba descuidada, cabello largo y sombrero flojo, moldeado contra un fondo de cielo, opaco como su expresión. Nada revela su oficio principal de pintor; la única información, deliberadamente desconcertante, proviene de la inscripción en latín en la carpeta en la que se apoya: ‘aut tace aut loquere meliora silentio’. O calla o dice cosas mejores que el silencio." (Stefano Causa)}
En cuanto a su estado de conservación, la tela presenta condiciones generales discretas considerando la época del cuadro. La superficie pictórica muestra una pátina y no presenta dificultades de lectura. El soporte ha sido reestucurado. Se notan, a la luz de Wood, algunos pequeños restauros dispersos y alguna ligera veladura y oxidación de la superficie pictórica, pero nada realmente relevante. A la luz solar, es visible un fino craquelé relacionado con la época. Las dimensiones de la tela son 45 x 40 cm.
La pintura está adornada con un hermoso marco dorado y trabajado, de gran efecto decorativo (las medidas del marco son aproximadamente 65 x 60 x 6 cm, con algunos defectos). "El marco mostrado en las fotos anteriores ha sido añadido a la obra de arte por el vendedor o por un tercero. El marco se proporciona sin coste adicional para que esté listo para exhibir en cuanto llegue. El marco se incluye como cortesía y no se considera parte integral de la obra de arte. Por lo tanto, cualquier daño potencial al marco que no afecte a la obra misma no será aceptado como motivo válido para abrir una reclamación o solicitar la cancelación del pedido."
Procedencia: Colección privada
Publicación
Inedito;
Los mitos y el territorio en Sicilia, de las mil culturas. INÉDITA CUADRA, catálogo general de pinturas de la colección del ciclo 'Los mitos y el territorio', Editor Lab_04, Marsala, 2025.
La obra será enviada – debido a su fragilidad – en caja de madera y poliestireno o por un transportista de confianza. En caso de venta fuera del territorio italiano, el comprador deberá esperar los tiempos de tramitación de las gestiones de exportación.
Se informa que los envíos podrían sufrir retrasos debido a compromisos expositivos. Pedimos disculpas por cualquier inconveniente y agradecemos su comprensión.
