Ed Ruscha - Ed Ruscha, Photographer - 2006






Fundador y director de dos ferias del libro francesas; casi 20 años de experiencia.
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Ed Ruscha, Photographer es una primera edición en tapa dura en inglés de STEIDL, 183 páginas, publicada en 2006, en buen estado.
Descripción del vendedor
La relación de Ed Ruscha con la fotografía es compleja y ambivalente. El pintor de clase mundial—y autor de un artículo de 1972 en The New York Times titulado 'No soy realmente un fotógrafo'—le guste o no, los pequeños álbumes de imágenes tomadas de manera sencilla y de tamaño similar a una instantánea que produjo en los años 60 y 70, incluyendo Twenty-Six Gasoline Stations, intrigaron a sus contemporáneos y le valieron una reputación inquebrantable. ¿Cómo? Su temática no era ni puramente documental ni exclusivamente artística; de hecho, era estereotipada y banal, con motivos extraídos del paisaje occidental dominado por los automóviles. Ese material rebelde, junto con su presentación en serie, generó un efecto de película road-movie o novela fotográfica con matices de la Generación Beat. La combinación atrajo tanto a artistas como a críticos, especialmente cuando la lógica serial era prominente en el arte pop y el minimalismo, y luego mantuvo ese interés cuando el trabajo en serie se volvió destacado en el arte conceptual. Los críticos han permanecido atentos durante décadas, y la influencia de Ruscha sigue siendo evidente en nuevas obras en Europa y Norteamérica. Ed Ruscha, Photographer, se aparta de colecciones anteriores para explorar cómo estas imágenes—y toda la obra de Ruscha en disciplinas que incluyen pintura, dibujo, grabado y fotografía—son guiadas y moldeadas por una sola visión.
El vendedor y su historia
La relación de Ed Ruscha con la fotografía es compleja y ambivalente. El pintor de clase mundial—y autor de un artículo de 1972 en The New York Times titulado 'No soy realmente un fotógrafo'—le guste o no, los pequeños álbumes de imágenes tomadas de manera sencilla y de tamaño similar a una instantánea que produjo en los años 60 y 70, incluyendo Twenty-Six Gasoline Stations, intrigaron a sus contemporáneos y le valieron una reputación inquebrantable. ¿Cómo? Su temática no era ni puramente documental ni exclusivamente artística; de hecho, era estereotipada y banal, con motivos extraídos del paisaje occidental dominado por los automóviles. Ese material rebelde, junto con su presentación en serie, generó un efecto de película road-movie o novela fotográfica con matices de la Generación Beat. La combinación atrajo tanto a artistas como a críticos, especialmente cuando la lógica serial era prominente en el arte pop y el minimalismo, y luego mantuvo ese interés cuando el trabajo en serie se volvió destacado en el arte conceptual. Los críticos han permanecido atentos durante décadas, y la influencia de Ruscha sigue siendo evidente en nuevas obras en Europa y Norteamérica. Ed Ruscha, Photographer, se aparta de colecciones anteriores para explorar cómo estas imágenes—y toda la obra de Ruscha en disciplinas que incluyen pintura, dibujo, grabado y fotografía—son guiadas y moldeadas por una sola visión.
