Yashica T3 Super D Cámara analógica

Yashica T3 Super. Esta cámara, conocida por su facilidad de uso y su lente Carl Zeiss Tessar 35 mm f/2.8 de alta calidad, es un clásico adorado por los aficionados a la fotografía.
Lanzada por primera vez en 1990, la Yashica T3 Super es una cámara compacta premium de 35 mm de fotograma completo. A primera vista, la T3 no parece diferente de cualquier otra cámara de enfoque automático de la familia de los 90, pero bajo esa fea carcasa de plástico, la T3 es una pequeña cámara divertida y potente. Para mí, hay dos características distintivas que la hacen lo suficientemente interesante como para merecer una visita.

Primero está el objetivo. La T3 viene con un Carl Zeiss T* fijo de 35 mm f/2.8. Este cristal Zeiss es de mucha mayor calidad que el que se usaba habitualmente en una cámara compacta en mi época. Cabe destacar que, de las cinco cámaras de la serie T fabricadas por Yashica, la T3 es el único modelo que incorpora un objetivo f/2.8. Las T AF-D, T2, T4 y T5 tienen objetivos f/3.5 más lentos. Una pequeña tapa deslizante protege el objetivo y apaga la cámara cuando no se utiliza.
La segunda característica que me intriga es el visor de cintura de la T3, o "New Angle Scope", como lo llama Yashica. Además del visor a la altura de los ojos, la T3 cuenta con un segundo visor en la parte superior del cuerpo que permite componer fotografías desde ángulos bajos. En realidad, este visor es prácticamente un pequeño espejo, similar al que encontrarías en una vieja cámara Brownie. Es difícil componer con un visor tan pequeño, además, todo lo que se ve a través del visor se distorsiona y se ve al revés. Como punto positivo, el visor de cintura es mucho más brillante que el visor estándar y facilita la toma de fotografías desde ángulos bajos. Aunque no es tan práctico como esperaba, el visor de cintura es una grata novedad que hace única a la serie T.
La tapa del compartimento de la batería está un poco suelta, pero no afecta al perfecto funcionamiento de la cámara. El manejo de la Yashica T3 es facilísimo. La cámara es completamente automática, prácticamente sin ajustes. Puedes seleccionar el modo de flash (automático, antiojos rojos, de relleno de luz diurna o sin flash), el temporizador, el modo de avance y listo. No hay forma de controlar la exposición manualmente. ¡Ni siquiera puedes seleccionar la sensibilidad ISO! Si tu película no tiene codificación DX, la T3 usará 100 ISO por defecto y no hay forma de cambiarla.

Tomar una foto es fácil. Tras presionar el obturador hasta la mitad, la cámara te avisará con una luz verde parpadeante si intentas enfocar algo demasiado cercano, o con una luz roja fija si el flash está a punto de activarse. Si la luz verde está fija, puedes presionar el obturador a fondo, lo que generará la exposición.
Una característica interesante de la T3 es que la película no avanza al siguiente fotograma hasta que se suelta el obturador. Así que, si quieres ser discreto, puedes tomar una foto, alejarte y que la cámara avance ruidosamente.
La T3 es bastante pequeña y cabe fácilmente en el bolsillo de una chaqueta. Al estar hecha casi completamente de plástico, también es bastante ligera. Puedes llevarla a casi cualquier lugar, ¡sobre todo porque es resistente a la intemperie! No es impermeable, así que no puedes llevar la cámara a nadar, pero la lluvia y la nieve no deberían ser un problema.

El autoenfoque parece ser bastante decente para una cámara de bolsillo de 1990. El objetivo no se mueve hasta que se presiona completamente el disparador, así que nunca se sabe con certeza si se logró el enfoque correcto. La mayoría de mis fotos salieron aceptablemente nítidas. Algunas fotos que tomé en zonas de sombra densa no se enfocaron, probablemente porque el sujeto no tenía suficiente contraste para que el sistema de enfoque se fijara.
En general, la Yashica T3 Super es una pequeña cámara agradable, ideal para vacaciones y salidas.
Las imágenes son parte integral de la descripción. Probado y funcionando.