Escultura, Représentation de Krishna en marbre noir, Inde, XVème siècle - 19 cm - Mármol

Representación en mármol negro de Krishna

India, estado de Gujarat
Edad Media siglo XV

La divinidad está representada de pie en una postura jerárquica, vestida con un simple dothi, con el torso adornado por un amplio cordón brahmánico, y un cuello robusto que soporta un collar grande decorado con un colgante en forma de flor. El rostro, caracterizado por largas arcadas supraciliares en forma de coma que enmarcan ojos almendrados y lenticulares incrustados de mármol blanco, ofrece una mirada fija e intensa, casi hipnótica a la divinidad. La nariz aquilina, la boca con labios finos que esbozan una ligera sonrisa. El peinado, peinado hacia atrás y plano sobre el cráneo, termina en un chongo atado en la parte trasera de la cabeza, con orejas adornadas con grandes pendientes circulares.

Krishna, octavo avatar de Vishnou, es una de las figuras centrales del panteón hindú, en la encrucijada de la teología, la mitología y la filosofía. En la tradición vinculada al culto de Vishnou, no es simplemente una manifestación divina puntual, sino la expresión suprema del divino, encarnando la conciencia cósmica misma. Es el modelo de la intervención divina en el mundo, tanto íntima como trascendente. A través de sus acciones en el Mahabharata o los Purana, ilustra la convergencia de los caminos espirituales: devoción, sabiduría y acción justa.

Nuestra pieza testimonia un sincretismo artístico característico de Gujarat en el siglo XV, una región entonces marcada por la coexistencia estrecha entre comunidades hindúes y jainistas. Esta influencia jainista se manifiesta especialmente en varios elementos estéticos distintivos:
- La postura hiératica así como la posición del brazo derecho contrastan claramente con las representaciones hindúes más clásicas de Krishna, donde a menudo se le representa en poses graciosamente inclinadas, como el tribhanga, típico de la iconografía de Krishna Venugopala.
- El uso del mármol negro así como la mirada fija con grandes ojos incrustados en blanco recuerdan directamente las convenciones de la escultura jaína aplicadas a los tirthankaras, figuras espirituales principales del jainismo. - El colgante llevado por la divinidad también evoca el shrivatsa, símbolo ornamental distintivo de los santos jaín.

• La presencia de rastros de dorado disperso y de cinabrio visible alrededor de los ojos, la boca y las orejas (para despertar la presencia divina y atraer la bendición) testimonian un uso ritual sostenido. Las dimensiones de nuestra estatuilla, junto con los elementos mencionados, nos llevan a dos hipótesis sobre su contexto cultual: podría haber sido colocada en una hornacina de un templo, como figura asociada a una divinidad principal, o bien utilizada en un culto doméstico, en un espacio privado.

Marbre noir
Accidentes visibles, desgaste por uso
Trazas localizadas de doradura y de cinabrio.
19 x 11 cm sin base
Colección privada europea