École Catalane (XX) - Reflets de l'automne

Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a la escuela catalana, que representa un paisaje otoñal tranquilo y reflejado en un curso de agua, transmitiendo paz, nostalgia y la belleza serena de la naturaleza en transformación. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.

· Dimensiones con marco: 75x52x3 cm.
· Dimensiones sin marco: 56x33 cm.
· Óleo sobre tela firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).

La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.

Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.

El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional.

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Este cuadro transporta al espectador a un sereno paisaje otoñal donde la naturaleza parece detenerse en un instante de quietud y contemplación. La escena se abre con una masa de árboles que se elevan hacia el cielo, cubiertos de hojas cálidas en tonos ocres, dorados y rojizos, evocando el esplendor de la estación. El cielo, suavemente teñido de un gris azulado, sugiere una luz suave, tal vez el resplandor de una mañana tranquila o el preludio de un atardecer melancólico. En el reflejo del agua calmada, la paleta otoñal se duplica, creando un efecto de espejo que añade profundidad y poesía al paisaje.
A medida que la mirada recorre la composición, la serenidad del arroyo en primer plano guía la vista hacia los campos lejanos y la línea del horizonte. La superficie del agua refleja los árboles que la flanquean, generando una sensación de armonía absoluta entre el cielo y la tierra. Los matices violetas, marrones y rosados en las zonas húmedas aportan riqueza visual y sugieren la presencia de vegetación que crece silenciosamente en los márgenes del cauce. La suave luminosidad que atraviesa el ambiente crea una atmósfera íntima y nostálgica.
En los laterales, los árboles se alzan con presencia firme, algunos erguidos y otros inclinados, como si el tiempo y el viento hubieran acompañado su crecimiento con paciencia. Las hojas coloreadas parecen susurrar historias de estaciones pasadas, de momentos tranquilos y de un entorno que respira lentamente. Los troncos, parcialmente cubiertos de musgo y tonos verdes, establecen un contraste encantador con los colores cálidos del follaje, reforzando la sensación de equilibrio natural.
Hacia el fondo, el paisaje se abre a un claro donde, a lo lejos, se distinguen pequeñas construcciones rurales y una franja de montañas bajo un cielo suave. Esta presencia humana mínima se percibe casi como un susurro, recordando que la naturaleza domina por completo la escena. La calma del entorno transmite una sensación de paz profunda, invitando a imaginar el sonido del agua fluyendo, el crujido de las hojas y el murmullo del viento acariciando las copas de los árboles.
En conjunto, este cuadro captura la belleza silenciosa del otoño y la magia de un rincón natural donde el tiempo parece detenerse. La composición invita a la reflexión, al descanso visual y emocional, y a la conexión íntima con la naturaleza en su fase más cálida y contemplativa. Es una invitación a perderse en la serenidad del paisaje, a sentir la delicada transición de las estaciones y a valorar la tranquilidad que solo los espacios naturales pueden ofrecer.