Àngel Codinach Campllonc (1922-1995) - Tarde bajo los árboles





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Óleo sobre tabla firmado a mano por Àngel Codinach Campllonc (1922-1995), titulada Tarde bajo los árboles, España; edición original; vendida con marco; dimensiones con marco 48×57×4 cm (sin marco 33×41 cm); en buen estado.
Descripción del vendedor
Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Àngel Codinach, que representa un prado soleado con árboles frondosos y dos personas descansando bajo su sombra, transmitiendo paz, naturaleza viva y un instante de serenidad compartida. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.
· Dimensiones con marco: 48x57x4 cm.
· Dimensiones sin marco: 33x41 cm.
· Óleo sobre tabla firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha, A. Codinach.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).
La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.
Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.
El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional.
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Este cuadro nos transporta a un espacio natural bañado por una luz cálida y apacible, un rincón campestre donde la vegetación domina la escena y la tranquilidad parece envolverlo todo. El primer plano presenta un amplio prado verde, cuyos matices varían entre tonos claros y oscuros, reflejando la diversidad del paisaje y la interacción constante entre sol y sombra. Las pinceladas amplias y dinámicas crean sensación de movimiento en el pasto, como si el viento soplara suavemente, invitando al espectador a sentir la frescura del ambiente y la energía vibrante del lugar.
En el corazón de la composición se alzan varios árboles, cuyas ramas y hojas se expanden de manera orgánica, generando contrastes entre luces y sombras. El follaje, trabajado con múltiples tonalidades de verde, amarillo y pequeñas notas cálidas, sugiere un momento luminoso del día, tal vez una tarde tranquila en plena primavera o verano. La mezcla de pinceladas rápidas y superpuestas aporta una textura rica y viva, que transmite la vitalidad del paisaje natural y la danza de la luz sobre las hojas en constante vibración.
El cielo, visible entre las copas de los árboles, se presenta en tonos suaves que van del gris azulado al violeta pálido, aportando profundidad y serenidad a la escena. Esta presencia aérea proporciona un respiro visual, recordándonos que el espacio natural se abre hacia arriba con la misma amplitud que hacia los lados. La luz que desciende desde lo alto crea un juego de reflejos y sombras en el suelo, reforzando la idea de un día luminoso y lleno de calma.
A un lado del prado, casi escondidas entre los árboles, aparecen dos figuras humanas sentadas, posiblemente disfrutando de una conversación o de un momento de descanso. Vestidas con tonos cálidos y suaves, aportan un punto de humanidad y escala, recordándonos que este lugar no solo pertenece a la naturaleza sino también a quienes buscan refugio en ella. Su postura relajada y su ubicación bajo la sombra de los árboles evocan serenidad, intimidad y el gozo sencillo de compartir un momento en un entorno natural.
En conjunto, este cuadro captura la esencia de un día plácido en la naturaleza, lleno de frescura, claridad y armonía. La combinación de colores vibrantes, luz natural y presencia humana transmite un mensaje de paz y conexión con el entorno. La escena invita a detenerse, respirar profundamente y dejar que la mente se pierda en la tranquilidad de un paisaje que parece eterno, donde la belleza reside en lo cotidiano y la calma reina sobre todo.
El vendedor y su historia
Pictura Subastas presenta esta magnífica obra de arte perteneciente a Àngel Codinach, que representa un prado soleado con árboles frondosos y dos personas descansando bajo su sombra, transmitiendo paz, naturaleza viva y un instante de serenidad compartida. La pintura destaca por su excelente técnica y la gran calidad pictórica que transmite.
· Dimensiones con marco: 48x57x4 cm.
· Dimensiones sin marco: 33x41 cm.
· Óleo sobre tabla firmado a mano por el artista en la parte inferior derecha, A. Codinach.
· La pieza se encuentra en buen estado de conservación.
· La obra se vende con precioso marco (incluido en la subasta como regalo).
La obra procede de una exclusiva colección privada en Girona.
Nota importante: las fotografías incluidas forman parte integral de la descripción del lote.
El cuadro será embalado de manera profesional por un experto de IVEX (https://www.instagram.com/ivex.online/), utilizando materiales de alta calidad para garantizar su protección. El precio del envío cubre tanto el coste del embalaje profesional como el propio transporte.
El envío se realizará por Correos, GLS o NACEX con seguimiento. Envíos disponibles a nivel internacional.
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Este cuadro nos transporta a un espacio natural bañado por una luz cálida y apacible, un rincón campestre donde la vegetación domina la escena y la tranquilidad parece envolverlo todo. El primer plano presenta un amplio prado verde, cuyos matices varían entre tonos claros y oscuros, reflejando la diversidad del paisaje y la interacción constante entre sol y sombra. Las pinceladas amplias y dinámicas crean sensación de movimiento en el pasto, como si el viento soplara suavemente, invitando al espectador a sentir la frescura del ambiente y la energía vibrante del lugar.
En el corazón de la composición se alzan varios árboles, cuyas ramas y hojas se expanden de manera orgánica, generando contrastes entre luces y sombras. El follaje, trabajado con múltiples tonalidades de verde, amarillo y pequeñas notas cálidas, sugiere un momento luminoso del día, tal vez una tarde tranquila en plena primavera o verano. La mezcla de pinceladas rápidas y superpuestas aporta una textura rica y viva, que transmite la vitalidad del paisaje natural y la danza de la luz sobre las hojas en constante vibración.
El cielo, visible entre las copas de los árboles, se presenta en tonos suaves que van del gris azulado al violeta pálido, aportando profundidad y serenidad a la escena. Esta presencia aérea proporciona un respiro visual, recordándonos que el espacio natural se abre hacia arriba con la misma amplitud que hacia los lados. La luz que desciende desde lo alto crea un juego de reflejos y sombras en el suelo, reforzando la idea de un día luminoso y lleno de calma.
A un lado del prado, casi escondidas entre los árboles, aparecen dos figuras humanas sentadas, posiblemente disfrutando de una conversación o de un momento de descanso. Vestidas con tonos cálidos y suaves, aportan un punto de humanidad y escala, recordándonos que este lugar no solo pertenece a la naturaleza sino también a quienes buscan refugio en ella. Su postura relajada y su ubicación bajo la sombra de los árboles evocan serenidad, intimidad y el gozo sencillo de compartir un momento en un entorno natural.
En conjunto, este cuadro captura la esencia de un día plácido en la naturaleza, lleno de frescura, claridad y armonía. La combinación de colores vibrantes, luz natural y presencia humana transmite un mensaje de paz y conexión con el entorno. La escena invita a detenerse, respirar profundamente y dejar que la mente se pierda en la tranquilidad de un paisaje que parece eterno, donde la belleza reside en lo cotidiano y la calma reina sobre todo.

