Sam Morse-Brown (1903–2001) - NO RESERVE - Portrait of a boy with a communion medal





Protección del Comprador de Catawiki
Tu pago está protegido con nosotros hasta que recibas tu objeto.Ver detalles
Trustpilot 4.4 | 122529 valoraciones
Valoración Excelente en Trustpilot.
Retrato de Sam Morse-Brown (1903–2001), titulado NO RESERVE - Portrait of a boy with a communion medal, de 1980–1990, pastel sobre papel, origen España, vendido con marco.
Descripción del vendedor
Retrato de niño con medalla de comunión
FICHA TÉCNICA
Autor: Sam Morse-Brown (1903–2001); firma inferior derecha y fechado 1965 (Ibiza)
Cronología: 1965 pintado en IBIZA
Técnica: Pastel sobre papel protegido por cristal.
Medidas: 57 × 44 cm (obra) · 74 × 61 cm (con marco).
Soporte: papel de grano fino sobre bastidor entelado.
Estilo: realismo británico de corte académico.
Estado de conservación: excelente; colores suaves, superficie limpia y marco dorado de alta calidad estética.
DESCRIPCIÓN COMPOSITIVA E ICONOGRÁFICA
El retrato muestra a un joven con camisa blanca y medalla al cuello, posado en tres cuartos sobre fondo neutro de luz difusa.
El artista capta con extraordinaria precisión los matices del rostro infantil, especialmente la mirada, serena y luminosa, que concentra la atención compositiva.
El uso del pastel permite un modelado delicado de la piel, con sutiles gradaciones tonales en mejillas y frente, mientras la textura vaporosa del fondo otorga profundidad sin distracción.
La paleta, dominada por blancos, marrones y rosas suaves, refuerza la pureza y candor de la figura, evocando un ideal de inocencia propia de la pintura inglesa de mediados del siglo XX.
ESTILO, CONTEXTO Y VALORACIÓN COMPARATIVA
Sam Morse-Brown fue un retratista británico de gran refinamiento técnico, formado en el Royal College of Art, cuya obra se sitúa entre el academicismo tradicional y la sensibilidad moderna del retrato psicológico.
Su dominio del pastel lo aproxima a artistas como William Orpen, Philip de László o Gerald Leslie Brockhurst, aunque con una sensibilidad más introspectiva y contenida.
La precisión del dibujo, la serenidad del gesto y la atmósfera de intimidad hacen de este retrato una pieza representativa del retrato británico de posguerra, donde la elegancia clásica se une a una observación empática.
Por su factura impecable y su excelente estado de conservación, Retrato de niño con medalla de comunión puede considerarse una obra de alto valor estético y coleccionista, testimonio del virtuosismo pastelístico de Morse-Brown y de la tradición del retrato inglés del siglo XX.
El vendedor y su historia
Retrato de niño con medalla de comunión
FICHA TÉCNICA
Autor: Sam Morse-Brown (1903–2001); firma inferior derecha y fechado 1965 (Ibiza)
Cronología: 1965 pintado en IBIZA
Técnica: Pastel sobre papel protegido por cristal.
Medidas: 57 × 44 cm (obra) · 74 × 61 cm (con marco).
Soporte: papel de grano fino sobre bastidor entelado.
Estilo: realismo británico de corte académico.
Estado de conservación: excelente; colores suaves, superficie limpia y marco dorado de alta calidad estética.
DESCRIPCIÓN COMPOSITIVA E ICONOGRÁFICA
El retrato muestra a un joven con camisa blanca y medalla al cuello, posado en tres cuartos sobre fondo neutro de luz difusa.
El artista capta con extraordinaria precisión los matices del rostro infantil, especialmente la mirada, serena y luminosa, que concentra la atención compositiva.
El uso del pastel permite un modelado delicado de la piel, con sutiles gradaciones tonales en mejillas y frente, mientras la textura vaporosa del fondo otorga profundidad sin distracción.
La paleta, dominada por blancos, marrones y rosas suaves, refuerza la pureza y candor de la figura, evocando un ideal de inocencia propia de la pintura inglesa de mediados del siglo XX.
ESTILO, CONTEXTO Y VALORACIÓN COMPARATIVA
Sam Morse-Brown fue un retratista británico de gran refinamiento técnico, formado en el Royal College of Art, cuya obra se sitúa entre el academicismo tradicional y la sensibilidad moderna del retrato psicológico.
Su dominio del pastel lo aproxima a artistas como William Orpen, Philip de László o Gerald Leslie Brockhurst, aunque con una sensibilidad más introspectiva y contenida.
La precisión del dibujo, la serenidad del gesto y la atmósfera de intimidad hacen de este retrato una pieza representativa del retrato británico de posguerra, donde la elegancia clásica se une a una observación empática.
Por su factura impecable y su excelente estado de conservación, Retrato de niño con medalla de comunión puede considerarse una obra de alto valor estético y coleccionista, testimonio del virtuosismo pastelístico de Morse-Brown y de la tradición del retrato inglés del siglo XX.

