El RARE Orbicular Oceanic Jasper de Madagascar Jaspe oceánico – Bloque de jaspe oceánico orbicular de la 4ª veta. - Altura: 290 mm - Ancho: 240 mm- 15520 g






Posee un máster en química y 25 años de experiencia en consultoría mineral.
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Descripción del vendedor
Este gran bloque de Ocean Jasper proveniente de la cuarta vena es uno de esos ejemplares que parecen contar por sí solos la geología de Madagascar. Una tierra antigua y volcánica, esculpida por océanos que avanzan y retroceden, por intrusiones magmáticas lentas como respiraciones profundas y por procesos geotérmicos que parecen ideados por una mente visionaria. El Ocean Jasper nace solo aquí, a lo largo de la costa noroeste de la isla, entre Marovato y Kabamby. En este rincón remoto, durante millones de años, pequeñas cavidades dentro de los basaltos se llenaron de soluciones ricas en sílice. Al enfriarse lentamente, estos fluidos dieron lugar a estructuras esferulíticas — los orbes — pequeñas esferas tridimensionales de calcedonia que, al ser cortadas, revelan patrones sorprendentes: círculos concéntricos, flores, estrellas, abanicos, bandas radiales y, en las zonas más abiertas, cristales de cuarzo perfectamente formados. De las ocho venas descubiertas en Marovato, la cuarta vena es recordada como una de las más irregulares: no un filón continuo, sino una sucesión de cámaras, bolsillos y segmentos donde sílice, óxidos, arcillas y residuos basálticos se alternan como en un mosaico natural. Justamente esta discontinuidad ha generado algunos de los patrones más fascinantes de todo el yacimiento: orbiculaciones verde bosque con contornos suaves, zonas ocre y naranja creadas por la oxidación del hierro, cavidades llenas de cuarzo con crecimientos en abanico, y texturas que evocan formas biológicas, como si fueran antiguas colonias petrificadas. La estructura orbicular del Ocean Jasper surge de un proceso llamado esferulitización: pequeñas partículas de sílice comienzan a cristalizar desde un punto central y crecen en todas las direcciones como radios de una rueda. Cuando varios esferulitos se desarrollan uno junto a otro, se comprimen mutuamente creando geometrías complejas: polígonos irregulares similares a panales, flores estrelladas, anillos concéntricos y orbiculaciones con múltiples niveles de color. Cada diseño que observamos en la superficie es, en realidad, el corte bidimensional de un cuerpo esférico oculto en la piedra. La costa de Marovato es un lugar único: basaltos negros esculpidos por el mar, fracturas llenas de fluidos hidrotermales en época miocénica, intrusión de sílice en cavidades volcánicas y largos ciclos de oxidación que han coloreado el material con verdes, amarillos y naranjas intensos. El Ocean Jasper se extraía solo con marea baja, porque el yacimiento afloraba directamente en el acantilado, frente al océano. Hoy la mina está completamente agotada, y cada gran bloque proveniente de esta vena representa un capítulo ya cerrado de la historia geológica de Madagascar. La cuarta vena es famosa por su carácter doble: zonas densísimas de orbiculaciones junto a bolsas abiertas de cuarzo, como si la piedra conservara juntos orden y caos, estructura e improvisación. Un jaspe que no existe en ninguna otra parte del mundo y que hace que cada ejemplar de esta vena sea absolutamente único.
El vendedor y su historia
Este gran bloque de Ocean Jasper proveniente de la cuarta vena es uno de esos ejemplares que parecen contar por sí solos la geología de Madagascar. Una tierra antigua y volcánica, esculpida por océanos que avanzan y retroceden, por intrusiones magmáticas lentas como respiraciones profundas y por procesos geotérmicos que parecen ideados por una mente visionaria. El Ocean Jasper nace solo aquí, a lo largo de la costa noroeste de la isla, entre Marovato y Kabamby. En este rincón remoto, durante millones de años, pequeñas cavidades dentro de los basaltos se llenaron de soluciones ricas en sílice. Al enfriarse lentamente, estos fluidos dieron lugar a estructuras esferulíticas — los orbes — pequeñas esferas tridimensionales de calcedonia que, al ser cortadas, revelan patrones sorprendentes: círculos concéntricos, flores, estrellas, abanicos, bandas radiales y, en las zonas más abiertas, cristales de cuarzo perfectamente formados. De las ocho venas descubiertas en Marovato, la cuarta vena es recordada como una de las más irregulares: no un filón continuo, sino una sucesión de cámaras, bolsillos y segmentos donde sílice, óxidos, arcillas y residuos basálticos se alternan como en un mosaico natural. Justamente esta discontinuidad ha generado algunos de los patrones más fascinantes de todo el yacimiento: orbiculaciones verde bosque con contornos suaves, zonas ocre y naranja creadas por la oxidación del hierro, cavidades llenas de cuarzo con crecimientos en abanico, y texturas que evocan formas biológicas, como si fueran antiguas colonias petrificadas. La estructura orbicular del Ocean Jasper surge de un proceso llamado esferulitización: pequeñas partículas de sílice comienzan a cristalizar desde un punto central y crecen en todas las direcciones como radios de una rueda. Cuando varios esferulitos se desarrollan uno junto a otro, se comprimen mutuamente creando geometrías complejas: polígonos irregulares similares a panales, flores estrelladas, anillos concéntricos y orbiculaciones con múltiples niveles de color. Cada diseño que observamos en la superficie es, en realidad, el corte bidimensional de un cuerpo esférico oculto en la piedra. La costa de Marovato es un lugar único: basaltos negros esculpidos por el mar, fracturas llenas de fluidos hidrotermales en época miocénica, intrusión de sílice en cavidades volcánicas y largos ciclos de oxidación que han coloreado el material con verdes, amarillos y naranjas intensos. El Ocean Jasper se extraía solo con marea baja, porque el yacimiento afloraba directamente en el acantilado, frente al océano. Hoy la mina está completamente agotada, y cada gran bloque proveniente de esta vena representa un capítulo ya cerrado de la historia geológica de Madagascar. La cuarta vena es famosa por su carácter doble: zonas densísimas de orbiculaciones junto a bolsas abiertas de cuarzo, como si la piedra conservara juntos orden y caos, estructura e improvisación. Un jaspe que no existe en ninguna otra parte del mundo y que hace que cada ejemplar de esta vena sea absolutamente único.
