Giuseppe Zais (1709-1781), Seguidor/a de - Paesaggio con Figure






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Descripción del vendedor
Elaborado paisaje veneciano atribuido a la escuela de Giuseppe Zais. Óleo sobre lienzo. Siglo XVIII.
Giuseppe Zais (1709-1781) fue un pintor veneciano, alto exponente del período rococó, maestro del vedutismo.
Nacido en una familia de escasos recursos, Zais estudió primero en Treviso con Francesco Simonini, y luego en Venecia con Francesco Zuccarelli y Francesco Simonini. De Canaletto, asimiló la representación realista de paisajes rurales y lagunares, así como de pueblos y ciudades.
Muy apreciado por sus contemporáneos, se convirtió en miembro de la Academia de Bellas Artes de Venecia.
Su copiosa producción de pinturas y acuarelas se caracteriza por la atención al detalle, una atmósfera serena y una paleta de colores brillantes.
Zais es considerado uno de los paisajistas italianos más importantes del siglo XVIII. Su estilo característico tuvo una influencia significativa en la evolución de la pintura de paisaje, tanto en Italia como en Europa.
La luminosa pintura que se presenta aquí presenta un paisaje arcádico de estilo dieciochesco, atribuible a la escuela de Giuseppe Zais, donde la naturaleza es la protagonista y el hombre se integra armoniosamente. La composición es equilibrada: a la izquierda, los árboles enmarcan la escena, mientras que a la derecha, un acantilado rocoso sumerge la mirada en el paisaje. El cielo despejado, con velos azules y toques de blanco, transmite una sensación de amplitud y amplitud. Las figuras, pequeñas y elegantemente dispuestas a lo largo del camino, animan la escena con gestos cotidianos, logrando un equilibrio entre la elegancia pastoral y el realismo. La luz cálida y difusa modela suavemente la vegetación, creando delicados contrastes y una atmósfera serena. Las pinceladas, cursivas y atentas al detalle naturalista, reflejan la influencia de Ricci y Zuccarelli, mientras que la luminosa representación y la narrativa idílica evocan la poesía veneciana del siglo XVIII, que buscaba celebrar la apacible belleza del campo.
El craquelado aporta un gran encanto a la composición.
El cuadro procede de una residencia italiana y fue recientemente reentelado y tensado, según las reglas del arte, al mismo tiempo que se limpió el lienzo.
La obra se entrega con un marco dorado patinado de cortesía.
Medidas: 41 cm x 35 cm.
Elaborado paisaje veneciano atribuido a la escuela de Giuseppe Zais. Óleo sobre lienzo. Siglo XVIII.
Giuseppe Zais (1709-1781) fue un pintor veneciano, alto exponente del período rococó, maestro del vedutismo.
Nacido en una familia de escasos recursos, Zais estudió primero en Treviso con Francesco Simonini, y luego en Venecia con Francesco Zuccarelli y Francesco Simonini. De Canaletto, asimiló la representación realista de paisajes rurales y lagunares, así como de pueblos y ciudades.
Muy apreciado por sus contemporáneos, se convirtió en miembro de la Academia de Bellas Artes de Venecia.
Su copiosa producción de pinturas y acuarelas se caracteriza por la atención al detalle, una atmósfera serena y una paleta de colores brillantes.
Zais es considerado uno de los paisajistas italianos más importantes del siglo XVIII. Su estilo característico tuvo una influencia significativa en la evolución de la pintura de paisaje, tanto en Italia como en Europa.
La luminosa pintura que se presenta aquí presenta un paisaje arcádico de estilo dieciochesco, atribuible a la escuela de Giuseppe Zais, donde la naturaleza es la protagonista y el hombre se integra armoniosamente. La composición es equilibrada: a la izquierda, los árboles enmarcan la escena, mientras que a la derecha, un acantilado rocoso sumerge la mirada en el paisaje. El cielo despejado, con velos azules y toques de blanco, transmite una sensación de amplitud y amplitud. Las figuras, pequeñas y elegantemente dispuestas a lo largo del camino, animan la escena con gestos cotidianos, logrando un equilibrio entre la elegancia pastoral y el realismo. La luz cálida y difusa modela suavemente la vegetación, creando delicados contrastes y una atmósfera serena. Las pinceladas, cursivas y atentas al detalle naturalista, reflejan la influencia de Ricci y Zuccarelli, mientras que la luminosa representación y la narrativa idílica evocan la poesía veneciana del siglo XVIII, que buscaba celebrar la apacible belleza del campo.
El craquelado aporta un gran encanto a la composición.
El cuadro procede de una residencia italiana y fue recientemente reentelado y tensado, según las reglas del arte, al mismo tiempo que se limpió el lienzo.
La obra se entrega con un marco dorado patinado de cortesía.
Medidas: 41 cm x 35 cm.
