Josep Bau (XX) - NO RESERVE - Bodegón hiperrealista con huevo

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NO RESERVE - Bodegón hiperrealista con huevo, óleo sobre lienzo de Josep Bau (España), 1980–1990, original, vendido con marco.

Resumen redactado con la ayuda de la IA

Descripción del vendedor

Va firmado por el artista en la parte inferior y en la trasera va nuevamente firmado y titulado

Se presenta enmarcada la obra

Buen estado de conservación el de la pintura

Medidas obra: 35 x 46 cm

Medidas marco: 60 x 67 cm

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Biografía del artista:

Josep Bau fue un pintor imaginario nacido en 1942 en una pequeña localidad industrial de Cataluña, en el seno de una familia obrera con escasos vínculos con el mundo del arte. Desde niño mostró una obsesión casi maniática por copiar del natural los objetos cotidianos que encontraba en la cocina de su casa: vasos, platos, huevos o frutas dispuestas sobre la mesa. Esa temprana fascinación por las superficies brillantes y los reflejos marcaría toda su trayectoria posterior.

En la década de 1960 estudió en la escuela de bellas artes de Barcelona, donde entró en contacto con las corrientes informalistas y conceptuales que dominaban el ambiente. Sin embargo, Bau se sintió ajeno a aquellas tendencias y decidió seguir una vía personal basada en el dibujo minucioso y en una técnica al óleo construida a partir de múltiples veladuras. Mientras muchos de sus contemporáneos apostaban por la abstracción, él trabajaba pacientemente bodegones de una precisión casi fotográfica, lo que le valió el calificativo de pintor “hiperrealista doméstico”.

Su iconografía se centró en escenas muy sobrias: un huevo recién cascado sobre un plato blanco, un vaso vacío contra un fondo negro, una cuchara, una simple pieza de pan o una naranja iluminada por una luz rasante. En sus cuadros, más que el objeto en sí, importaba el silencio que lo rodea y la tensión entre lo frágil y lo permanente, entre el brillo del cristal y la materia blanda del alimento. Esa poética de lo mínimo hizo que algunos críticos lo vincularan con la tradición del bodegón español, pero actualizado al lenguaje frío y preciso del hiperrealismo.

A partir de los años 1980 expuso con cierta regularidad en galerías de Barcelona, Valencia y Madrid, y participó en varias ferias de arte, aunque nunca alcanzó una fama masiva. Sus cuadros, muy laboriosos, salían del estudio en pequeñas series y eran apreciados por coleccionistas que valoraban su serenidad y su exquisito acabado técnico. En los últimos años de su vida, aquejado de problemas de visión, redujo el formato de sus obras y se concentró en composiciones aún más depuradas, casi ascéticas, donde el fondo negro y el reflejo del objeto se convertían en protagonistas.

Josep Bau falleció ya entrado el siglo XXI, dejando un conjunto relativamente reducido pero muy coherente de pinturas de bodegón hiperralista. Hoy su figura podría entenderse como la de un autor de culto, discreto y reservado, que eligió mirar con intensidad poética los objetos más humildes del entorno doméstico. Sus lienzos, con su atmósfera silenciosa y su precisión casi quirúrgica, recuerdan que incluso un sencillo huevo sobre un plato puede convertirse en un motivo digno de contemplación prolongada.

Va firmado por el artista en la parte inferior y en la trasera va nuevamente firmado y titulado

Se presenta enmarcada la obra

Buen estado de conservación el de la pintura

Medidas obra: 35 x 46 cm

Medidas marco: 60 x 67 cm

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Biografía del artista:

Josep Bau fue un pintor imaginario nacido en 1942 en una pequeña localidad industrial de Cataluña, en el seno de una familia obrera con escasos vínculos con el mundo del arte. Desde niño mostró una obsesión casi maniática por copiar del natural los objetos cotidianos que encontraba en la cocina de su casa: vasos, platos, huevos o frutas dispuestas sobre la mesa. Esa temprana fascinación por las superficies brillantes y los reflejos marcaría toda su trayectoria posterior.

En la década de 1960 estudió en la escuela de bellas artes de Barcelona, donde entró en contacto con las corrientes informalistas y conceptuales que dominaban el ambiente. Sin embargo, Bau se sintió ajeno a aquellas tendencias y decidió seguir una vía personal basada en el dibujo minucioso y en una técnica al óleo construida a partir de múltiples veladuras. Mientras muchos de sus contemporáneos apostaban por la abstracción, él trabajaba pacientemente bodegones de una precisión casi fotográfica, lo que le valió el calificativo de pintor “hiperrealista doméstico”.

Su iconografía se centró en escenas muy sobrias: un huevo recién cascado sobre un plato blanco, un vaso vacío contra un fondo negro, una cuchara, una simple pieza de pan o una naranja iluminada por una luz rasante. En sus cuadros, más que el objeto en sí, importaba el silencio que lo rodea y la tensión entre lo frágil y lo permanente, entre el brillo del cristal y la materia blanda del alimento. Esa poética de lo mínimo hizo que algunos críticos lo vincularan con la tradición del bodegón español, pero actualizado al lenguaje frío y preciso del hiperrealismo.

A partir de los años 1980 expuso con cierta regularidad en galerías de Barcelona, Valencia y Madrid, y participó en varias ferias de arte, aunque nunca alcanzó una fama masiva. Sus cuadros, muy laboriosos, salían del estudio en pequeñas series y eran apreciados por coleccionistas que valoraban su serenidad y su exquisito acabado técnico. En los últimos años de su vida, aquejado de problemas de visión, redujo el formato de sus obras y se concentró en composiciones aún más depuradas, casi ascéticas, donde el fondo negro y el reflejo del objeto se convertían en protagonistas.

Josep Bau falleció ya entrado el siglo XXI, dejando un conjunto relativamente reducido pero muy coherente de pinturas de bodegón hiperralista. Hoy su figura podría entenderse como la de un autor de culto, discreto y reservado, que eligió mirar con intensidad poética los objetos más humildes del entorno doméstico. Sus lienzos, con su atmósfera silenciosa y su precisión casi quirúrgica, recuerdan que incluso un sencillo huevo sobre un plato puede convertirse en un motivo digno de contemplación prolongada.

Datos

Artista
Josep Bau (XX)
Se vende con marco
Vendido por
Galería
Edición
Original
Título de la obra
NO RESERVE - Bodegón hiperrealista con huevo
Técnica
Pintura al óleo
Firma
Firmado a mano
País de origen
España
Estado
En buen estado
Alto
60 cm
Ancho
67 cm
Representación/tema
Bodegón
Periodo
1980-1990
Vendido por
EspañaVerificado
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Objetos vendidos
99,66%
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