Signed; Antoine d'Agata - Noia - 2014

Sao Paulo y Salvador de Bahia casas de crack. Septiembre/octubre de 2008.
Una acumulación interminable de miradas vacías perpetúa la privación atónita de los hombres derrotados por la historia.
Todo se hace para erradicar todos los rastros de deseo, rabia, violencia, dolor, miedo o placer animal.
Sombras frágiles que se liberan del control social al recuperar el control sobre sus cuerpos.
A través de la degeneración de los cuerpos y el paroxismo de las emociones, las imágenes revelan fragmentos de la sociedad que escapan del análisis y la visualización habituales del cuerpo social, pero que, no obstante, son sus elementos primarios. Enfrentándose a las contradicciones inherentes al uso de la fotografía documental, estructurando un camino físico y psíquico ensombrecido por la dependencia, el dolor, el riesgo, el peligro y la inconsciencia.
La pobreza es antitética al orden.
La bestialidad es la última fortaleza contra la anestesia de los sentidos y la mentalidad de una sociedad que define objetos y personas como mercancía.
Aquellos que se emancipan de la privación física y evaden el orden moral acceden a los últimos ritos mágicos del instinto, como territorio íntimo de resistencia social, antídoto contra el sueño de mercancía, una alternativa a la violencia de la estabilidad social.
La producción de imágenes pornográficas puede ser paradójicamente la única posición verdaderamente comprometida, una alternativa a la violencia de una estabilidad social basada en la frustración del deseo insatisfecho.
Solo la mezcla de cuerpos está más allá del alcance de la historia, en una lenta agonía, bajo el sello de la conciencia y la ironía, rechazando la muerte y manteniendo una visión amorosa del mundo.

Edición limitada de 500 copias
FIRMADO