Marco dal Pino (1525-1583), Seguidor/a de - Compianto sul Cristo morto - NO RESERVE

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Caterina Maffeis
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Óleo sobre tabla titulado Compianto sul Cristo morto - NO RESERVE, atribuido a un seguidor napolitano de Marco dal Pino, Italia, XVI siglo, 64 × 78 cm, vendido con marco.

Resumen redactado con la ayuda de la IA

Descripción del vendedor

Pintura antigua, óleo sobre tabla, de época datable entre finales del siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII, que representa el Compianto sobre el Cristo muerto.

La obra representa un intenso llanto sobre el Cristo muerto. El cuerpo de Jesús, recién bajado de la cruz, aparece reclinado entre los brazos de sus dolientes. A la izquierda se reconoce a San José de Arimatea, anciano y con una larga barba gris, que sostiene el brazo de Cristo con un gesto participativo y conmovido. A su lado se inclina la Virgen, con el rostro reclinado y sufriente, caracterizada por una expresión melancólica muy refinada. A la derecha está presente San Juan Evangelista, joven, con tonos suaves en su rostro y una mirada muy triste, que sostiene la escena con una gestualidad medida. Abajo se arrodilla María Magdalena, con el rostro hacia Cristo y las manos juntas, mientras que junto a ella se destaca el tradicional vaso de ungüentos.
A los pies del grupo, en los márgenes de la composición, aparecen dos elementos iconográficos significativos: la corona de espinas y los tres clavos de la Crucifixión, dispuestos teatralmente en el suelo frente a la figura de San José de Arimatea. Esta elección, muy frecuente en la pintura napolitana del final del siglo XVI, añade una fuerte carga emotiva y encaja plenamente en el lenguaje devocional post-tridentino.
La atribución de la obra al ámbito napolitano de finales del siglo XVI resulta hoy la más sólida: las cromías cálidas, el uso de tierras marrones y verdes en los pasajes en sombra, la suavidad de los retratos y el carácter teatral de la escena corresponden perfectamente a los estilos de las talleres activas en Nápoles en la generación posterior a la llegada de Marco Pino desde Siena, figura fundamental para la evolución artística de la ciudad a partir de 1557.
Muchos detalles remiten directamente a la tradición romanista llevada por Pino: la construcción diagonal de la escena, la disposición dramática de los personajes, la volumetría de los cuerpos y la representación de las manos. Sin embargo, emergen afinidades aún más estrechas con la producción del círculo de Fabrizio Santafede, uno de los protagonistas de la pintura religiosa napolitana entre 1580 y 1620. La Madonna, en particular, presenta esa elegancia melancólica típica, con la mirada bajada y la modelación lenticular de los rostros, que aparece con frecuencia en las obras de Santafede. También los paños, definidos por lumeggiaturas lineales en blanco de plomo, pertenecen a ese mundo, al igual que la representación del cabello, con mechones finos y ligeramente serpentinos.
Junto a esto, también se reconocen aspectos cercanos al círculo de Giovanni Bernardo Lama, especialmente en la conformación del joven San Giovanni y en los acordes cromáticos de los tejidos. En conjunto, la obra se sitúa con seguridad dentro de ese gran filón napolitano tardomanierista que, entre los años 1580 y las primeras décadas del siglo XVII, desarrolló un lenguaje fuertemente devocional, rico en pathos pero aún ligado a modelos romanos y toscanos.
La obra puede ser por tanto atribuida de manera coherente a un Maestro napolitano activo entre finales del siglo XVI y principios del XVII, formado en la estela de Marco dal Pino y cercano a los modos de la círculo de Fabrizio Santafede y Giovanni Bernardo Lama. La pintura presenta varios pasajes de buena calidad, especialmente en la representación de la Virgen y del Cristo, demostrando una plena asimilación del lenguaje tardomanierista napolitano.

En condiciones generales bastante buenas considerando la época de la pintura. La superficie pictórica presenta algunos puntos de retoque dispersos, leves abrasiones y veladuras, además de grietas difundidas; estos defectos son no invasivos y no comprometen la buena lectura de la obra, que mantiene plena legibilidad iconográfica y cromática. El craquelado es regular, estable y coherente con la época. La tabla presenta algunas roturas verticales que atraviesan, las cuales están reparadas y consolidada, pero aún ligeramente visibles frontalmente. La craqueladura es homogénea y atribuible al período, sin signos de desprendimientos activos. No se evidencian problemas de conservación.

La pintura está acompañada de un marco de caja de gusto clásico, pero de época relativamente reciente, que combina de manera armoniosa con la composición y realza su estructura escénica. Se notan pequeños defectos y restauraciones en el mismo, en general no invasivos y compatibles con el uso. El marco se incluye como cortesía y no forma parte integral de la obra de arte; cualquier daño a él no será motivo de reclamación o cancelación del pedido.

Medidas de la pintura: 64 x 49.5 cm - Medidas del marco: 78 x 64 cm

Obra acompañada de certificado de autenticidad fotográfico, según la normativa legal vigente.

Envío con mensajero exprés asegurado y embalaje realizado con el máximo cuidado.

Pintura antigua, óleo sobre tabla, de época datable entre finales del siglo XVI y la primera mitad del siglo XVII, que representa el Compianto sobre el Cristo muerto.

La obra representa un intenso llanto sobre el Cristo muerto. El cuerpo de Jesús, recién bajado de la cruz, aparece reclinado entre los brazos de sus dolientes. A la izquierda se reconoce a San José de Arimatea, anciano y con una larga barba gris, que sostiene el brazo de Cristo con un gesto participativo y conmovido. A su lado se inclina la Virgen, con el rostro reclinado y sufriente, caracterizada por una expresión melancólica muy refinada. A la derecha está presente San Juan Evangelista, joven, con tonos suaves en su rostro y una mirada muy triste, que sostiene la escena con una gestualidad medida. Abajo se arrodilla María Magdalena, con el rostro hacia Cristo y las manos juntas, mientras que junto a ella se destaca el tradicional vaso de ungüentos.
A los pies del grupo, en los márgenes de la composición, aparecen dos elementos iconográficos significativos: la corona de espinas y los tres clavos de la Crucifixión, dispuestos teatralmente en el suelo frente a la figura de San José de Arimatea. Esta elección, muy frecuente en la pintura napolitana del final del siglo XVI, añade una fuerte carga emotiva y encaja plenamente en el lenguaje devocional post-tridentino.
La atribución de la obra al ámbito napolitano de finales del siglo XVI resulta hoy la más sólida: las cromías cálidas, el uso de tierras marrones y verdes en los pasajes en sombra, la suavidad de los retratos y el carácter teatral de la escena corresponden perfectamente a los estilos de las talleres activas en Nápoles en la generación posterior a la llegada de Marco Pino desde Siena, figura fundamental para la evolución artística de la ciudad a partir de 1557.
Muchos detalles remiten directamente a la tradición romanista llevada por Pino: la construcción diagonal de la escena, la disposición dramática de los personajes, la volumetría de los cuerpos y la representación de las manos. Sin embargo, emergen afinidades aún más estrechas con la producción del círculo de Fabrizio Santafede, uno de los protagonistas de la pintura religiosa napolitana entre 1580 y 1620. La Madonna, en particular, presenta esa elegancia melancólica típica, con la mirada bajada y la modelación lenticular de los rostros, que aparece con frecuencia en las obras de Santafede. También los paños, definidos por lumeggiaturas lineales en blanco de plomo, pertenecen a ese mundo, al igual que la representación del cabello, con mechones finos y ligeramente serpentinos.
Junto a esto, también se reconocen aspectos cercanos al círculo de Giovanni Bernardo Lama, especialmente en la conformación del joven San Giovanni y en los acordes cromáticos de los tejidos. En conjunto, la obra se sitúa con seguridad dentro de ese gran filón napolitano tardomanierista que, entre los años 1580 y las primeras décadas del siglo XVII, desarrolló un lenguaje fuertemente devocional, rico en pathos pero aún ligado a modelos romanos y toscanos.
La obra puede ser por tanto atribuida de manera coherente a un Maestro napolitano activo entre finales del siglo XVI y principios del XVII, formado en la estela de Marco dal Pino y cercano a los modos de la círculo de Fabrizio Santafede y Giovanni Bernardo Lama. La pintura presenta varios pasajes de buena calidad, especialmente en la representación de la Virgen y del Cristo, demostrando una plena asimilación del lenguaje tardomanierista napolitano.

En condiciones generales bastante buenas considerando la época de la pintura. La superficie pictórica presenta algunos puntos de retoque dispersos, leves abrasiones y veladuras, además de grietas difundidas; estos defectos son no invasivos y no comprometen la buena lectura de la obra, que mantiene plena legibilidad iconográfica y cromática. El craquelado es regular, estable y coherente con la época. La tabla presenta algunas roturas verticales que atraviesan, las cuales están reparadas y consolidada, pero aún ligeramente visibles frontalmente. La craqueladura es homogénea y atribuible al período, sin signos de desprendimientos activos. No se evidencian problemas de conservación.

La pintura está acompañada de un marco de caja de gusto clásico, pero de época relativamente reciente, que combina de manera armoniosa con la composición y realza su estructura escénica. Se notan pequeños defectos y restauraciones en el mismo, en general no invasivos y compatibles con el uso. El marco se incluye como cortesía y no forma parte integral de la obra de arte; cualquier daño a él no será motivo de reclamación o cancelación del pedido.

Medidas de la pintura: 64 x 49.5 cm - Medidas del marco: 78 x 64 cm

Obra acompañada de certificado de autenticidad fotográfico, según la normativa legal vigente.

Envío con mensajero exprés asegurado y embalaje realizado con el máximo cuidado.

Datos

Artista
Marco dal Pino (1525-1583)
Se vende con marco
Atribución
Seguidor/a de
Título de la obra
Compianto sul Cristo morto - NO RESERVE
Técnica
Pintura al óleo
Firma
Sin firmar
País de origen
Italia
Estado
En buen estado
Alto
78 cm
Ancho
64 cm
Periodo
siglo XVI
Vendido por
ItaliaVerificado
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