Raquel Pellicano - Echoes at Low Tide

“Ecos en marea baja” es una obra de arte visual de Raquel Pellicano que representa un encuentro silencioso entre el sonido y la ausencia. Un piano de cola solitario se encuentra en el borde del agua, parcialmente abrazado por la orilla, como si hubiera sido abandonado en medio de un pensamiento. A su alrededor, las aves marinas se deslizan por un cielo denso y cargado de niebla, su movimiento contrastando con la quietud del instrumento.
La paleta monocromática intensifica la calma melancólica de la escena. El piano, un objeto diseñado para la resonancia, permanece sin ser escuchado. La línea de costa se extiende en la niebla, disolviendo la arquitectura y la distancia, creando un paisaje donde la memoria reemplaza al sonido.

Declaración del artista

Esta pieza reflexiona sobre la persistencia de la expresión incluso cuando desaparecen las condiciones para ella. Me atrajo la imagen de un piano colocado donde la música no puede existir fácilmente, expuesto a la marea, al clima y al silencio. Se convierte en un símbolo de lo que queda cuando la creación es despojada de su audiencia y función.
Los pájaros sugieren movimiento fugaz, mientras que el piano ancla la imagen en la quietud. Juntos, forman un diálogo silencioso entre presencia y desaparición. Se invita al espectador a imaginar el sonido que ya no se reproduce y, en cambio, a escuchar el espacio que deja atrás.

Detalles de la obra de arte

• Edición Limitada: 1/10
Impreso en papel de arte de calidad museográfica, seleccionado para preservar la fineza del grano, la profundidad atmosférica y las suaves transiciones tonales características de las imágenes en blanco y negro.
Cada obra está numerada y firmada individualmente e incluye un Certificado de Autenticidad.
La obra de arte está cuidadosamente empaquetada y enviada a todo el mundo con un servicio de mensajería rastreado y asegurado.

Acerca del artista

Raquel Pellicano es una fotógrafa y artista visual con sede en Lisboa cuya obra explora el silencio, la memoria y los paisajes emocionales. Trabajando en la fotografía y procesos visuales digitales, construye imágenes que evocan estados internos a través de entornos cuidadosamente compuestos, a menudo surrealistas.
Su práctica se centra en la tensión entre presencia y ausencia, creando narrativas visuales que invitan a desacelerar, reflexionar y hacer interpretaciones personales.