École fauviste française (c.1905) - Le chemin chromatique

1. FICHA TÉCNICA

Título: El Sendero Cromático
Autor: Atribuible a Pierre Bonnard o su círculo (primer período Nabi, c. 1900).
Escuela / Estilo: Postimpresionismo íntimo con deriva fauvista temprana.
Cronología: Circa 1898–1905.
Técnica: Óleo con toques de cera sobre tabla.
Medidas: 55 × 66 cm con marco; 33,5 × 48,8 cm sin marco.
Soporte: Tabla original con preparación clara, acorde a prácticas nabis.
Firma: Margen inferior derecho, parcialmente velada por el empaste.
Marco: Espléndido marco dorado coetáneo e historicista, que realza el aura prerrafaelita del conjunto.
Estado: Excelente, con empaste vibrante y superficie muy bien conservada.

2. DESCRIPCIÓN COMPOSITIVA E ICONOGRÁFICA

El paisaje se despliega como un escenario sensorial, más sentido que descrito, donde un camino ondulante organiza la escena bajo la lógica íntima del color.

Los verdes lechosos, violetas perlados, rosas opalinos y turquesas lejanos evocan de manera sorprendentemente precisa la paleta luminosa y doméstica de Bonnard antes de su etapa más conocida en el sur de Francia.

Los árboles, estilizados y casi antropomórficos, recuerdan el gusto Nabi por las formas que respiran interioridad, mientras que el empaste pastoso —inusual pero no incompatible con ciertos estudios de Bonnard— sugiere una obra de experimentación, quizá realizada en plein air pero retrabajada en estudio.

La imagen no busca representar, sino emulsionar una memoria, algo profundamente bonnardiano: el paisaje como impresión afectiva, teñida de subjetividad pura.

Se trata de una pieza de aura enigmática, cuya energía cromática la distingue de producciones académicas, situándola en la órbita creativa de un artista mayor.

3. ESTILO, ATRIBUCIÓN Y VALORACIÓN

La combinación de paleta alta, estructura sinuosa del camino, ausencia deliberada de contorno, y vibración lírica del color permite plantear una atribución plausible al círculo íntimo de Pierre Bonnard, e incluso a su propia mano en una fase temprana.

Su semejanza con estudios paisajísticos nabis —como los realizados por Bonnard en Íle-de-France— resulta llamativa: la composición fragmentada, la percepción sensorial del entorno, el tratamiento emocional del paisaje y la pincelada que sugiere más que define.

Por su rareza, su potencia matérica y su vinculación coherente con el Bonnard pre-1910, esta obra adquiere un carácter altamente exclusivo y coleccionable, siendo una pieza que puede despertar gran interés tanto curatorial como de mercado, especialmente en ámbitos centrados en la vanguardia francesa previa al Fauvismo.